Dolores Umbridge. Odiada sin conocerla, Aquí les doy una razón para justificar si odio o despertar su admiración  

Todos me odian por las cosas que hice. Al parecer, no engañé a nadie con mi sonrisa y mi tono de voz aguda. Ahora, en el tribunal, sería conveniente decir que mis acciones fueron por la influencia del Maleficio Imperio, pero la verdad es que cada acto de tortura lo disfruté. Si no fuera porque el Señor Tenebroso perdió la pelea contra ese mocoso…

Creo que la venganza de mi pequeña yo duró poco.

Desde que cruzaba los pasillos de Hogwarts fui descrita como un sapo. Se referían a mí como “la niña sapo”. Hice algunos amigos, pero los detestaba. Se podría decir que en mí nunca hubo un ápice de bondad o comprensión, o cualquier otro valor que te distrae de lo verdaderamente importante: el poder. En el fondo, todos lo quieren, pero al darse cuenta de que nunca lo tendrán, prefieren engañarse creyendo que es más importante “las relaciones personales”, la amistad y el amor. En serio, qué asco. Merlín me libre de compartir esas creencias…

Gracias a Merlín, me tocó en una casa donde no compartían esas creencias. Salazar Slytherin fue un mago que compartía esta ideología de poder. Aunque lo decepcioné aún sin antes haber nacido, por mi asquerosa madre muggle. Gracias a ella, mi linaje fue manchado. Yo debí ser sangre pura. Hasta para eso el viejo fue inútil. Lo único bueno es que era hechicero, por eso no lo desprecio tanto. Aun así, dicho sentimiento es latente. En realidad, desprecio a todos mis parientes, madre y hermano muggle. Espero nunca me asocien con seres tan inferiores.

Da igual. A lo largo de mi vida demostré que mi ascendencia no era compatible con mi habilidad. Me obsesioné con la perfección. Debía ser perfecta y debo ser perfecta hasta el día de mi muerte.

Agradezco a mi padre por educarme como se debe, inculcándome que la sangre pura lo es todo. Que solo los grandes magos merecedores de magia son de sangre pura. Me enseñó que mi error de ser mestiza debía ser compensado con la perfección absoluta. Pero claro, no podía ser competente en todo. Lo único bueno es que es mago, pero entorpece dicho título con su empleo de bajo nivel. Gracias a su baja ocupación, pasé unos horribles años en Hogwarts, conviviendo con niños pudientes, mientras a mí apenas me alcanzaba para un simple libro de segunda mano. Patético. Pero cada burla de esos ignorantes de mami y papi me abrió los ojos. No puedo terminar como el mediocre de mi padre, ni que me asociaran con él. Por lo que, al encontrar mi profesión, le pagué para que dejara su trabajo. Fue entonces cuando dije que era de una familia pudiente y pura. No era difícil de creer. Me especialicé de tal manera para que se viera que poseo un talento nato que solo un mago puro podía poseer. Desde entonces, las cosas solo mejoraron. Tuve mi puesto en el Wizengamot. Mi vida solo representa una cosa: “Perfección”.

Incluso cuando apareció ese niño Harry Potter, lo vi como una oportunidad. “Voldemort ha vuelto”. Así es, niño, volvió. Un mago con tanto poder no puedo ignorarlo. Estar de su lado solo va a ser provechoso. Solo así les demostraré a aquellos que me hicieron pasar terribles años en Hogwarts lo lejos que puedes llegar siendo mestiza. Por eso le envié esos dementores. Solo así demostraría mi lealtad al señor tenebroso, de una manera discreta

Petulante mocoso, nacido con riqueza y sangre pura, prefirió juntarse con una sangre sucia y un pobreton, Está claro que los nacidos con estatus no tienen idea de su valor

LIGHT

Ilumina y aumenta su visibilidad — ¡sé el primero!

Comentarios 21
Tendencias
Novedades
comments

¡Comparte lo que piensas!

Sé la primera persona en comenzar una conversación.