Una de las escenas mas tristes de Disney y probablemente del cine la encontramos en la película del “Rey león” cuando Mufasa, quién está a punto de caer de un precipicio, le implora a Scar, su hermano, que lo ayude y le salve la vida. Sin embargo, éste lejos de ayudarlo lo arroja al vacío, muriendo al ser aplastado por una estampida de ñus.
Ser testigos de cómo Simba (El hijo de Mufasa), tras llamar a su padre y no obtener respuesta se entera de que está muerto, nos partió el corazón a todos y catapultó a Scar, si no como el peor, sí como el Villano más odiado de la historia, pero alguna vez nos preguntamos: ¿Qué llevó a Scar a cometer un acto tan atroz como el de matar a su propio hermano? Yo sí, y todo se resume a una simple aunque peligrosa palabra. No obstante, antes de llegar a ella debemos conocer su historia.
La recién estrenada película de “Mufasa” nos presenta un pequeño destello de lo que fueron los primeros años de vida de Mufasa y Scar en la tierra (Entonces llamado: Taka). Y es así como nos enteramos de que estos 2 personajes en realidad NO eran hermanos, o por lo menos no de sangre, sino por adopción. De hecho, algo que me impactó fue darme cuenta de que Taka fue quién eligió a Mufasa para ser su hermano y formar parte de su familia, despues de salvarlo de un cocodrilo que estaba a punto de devorarlo.
¿Que Scar le salvó la vida a Simba? ¡Si! Y no una sino 3 veces ¿Por qué? Porque lo amaba, con amor fraternal.
Taka siempre había querido tener un hermano y creyó encontrar en Mufasa al indicado para ocupar ese puesto. Un cachorro de león perdido que solo quería recuperar a su familia y encontrar el lugar del que su madre siempre le había hablado, pero pronto se topó con la cruda realidad.
Desde el principio, la madre de Taka vio en Mufasa (En sus palabras: “Un simple vagabundo”) destrezas y cualidades que lo capacitaban para ser el próximo Rey, como la valentía y abnegación, pese a ser Taka el heredero legítimo al trono por ser el único hijo del Rey de esas tierras.
Esta creencia ligada al estrecho vínculo emocional que se formó entre la madre de Taka y Mufasa, comenzó a sembrar en Taka un sentimiento incómodo que germinó como una semilla hasta convertirse en la maleza de la “Envidia”. El mismo sentimiento que ocasionó la primera muerte registrada en la historia del ser humano, la muerte de Abel, en manos de su también hermano, Caín.
No obstante, este sentimiento no terminó de asentarse sino hasta que Taka descubrió que no solo su madre había preferido a Mufasa, también la leona que le gustaba: “Sarabi”, quién finalmente, pese a los intentos de Mufasa para que se enamorara de su hermano, eligió a Mufasa y se casó con él.
El sentimiento de envidia, junto con el resentimiento que sintió Taka con Mufasa tras responsabilizarlo por la muerte de sus padres, se apoderó de él, acabando con gran parte del amor que alguna vez sintió por su hermano y conduciéndolo a traicionarlo, para luego salvarle nuevamente la vida al ver que el rey león de otro reino que había dado con su paradero gracias a Taka, estaba a punto de matarlo, provocándole la cicatriz a la que luego debió su nombre: “Scar”.
En lo personal, no creo que Taka haya querido matar alguna vez a Mufasa o al menos no al principio. Simplemente creo que no supo cómo manejar el hecho de ver que había perdido todo por “causa de su hermano”. Su familia, su reino, su puesto como rey, su pretendiente (Sarabi) e incluso a su hermano cuando éste se enteró de su traición.
Pos supuesto, tampoco creo que esta haya sido la intención de Mufasa en ningún momento. Él simplemente tenía la madera para ser un líder, un Rey. Fue algo que consiguió sin buscar, no solo de un reino, sino de todos los animales y Scar nunca lo perdonó por ello. Culpó a Mufasa y se Culpó a sí mismo por haberle salvado la vida, pensando que tal vez y solo tal vez, si lo hubiera dejado morir desde cachorro toda la historia habría sido diferente, pero como vimos luego en el Rey León 1, no era así.
Quizás fue por eso que finalmente lo mató y se apropió de lo que creyó que siempre le había pertenecido, porque creyó que para ser Rey lo único que hacía falta era tener sangre real y no ganarse al pueblo, demostrándole que tenía las facultades para reinar y que se interesaba más por las necesidades del pueblo que por las necesidades propias.
Taka falló en “Querer ser Mufasa” en lugar de ser él mismo. Lo que implicaba intentar buscar su propio lugar en el mundo, y entender que aunque tuviera dones y talentos diferentes a los de su hermano, éstos no tenían por qué ser inferiores a los de él, solo distintos. Puesto que al igual que Mufasa él tenía mucho que ofrecer y hubiese podido hacerlo al lado de su hermano, quizás incluso reinando juntos, en lugar de permitir que fueran esas diferencias las que los dividieran.
Había lugar para ambos en Milele, así como hay lugar para todos en el mundo si nos disponemos a encontrarlo.
¡Comparte lo que piensas!
Sé la primera persona en comenzar una conversación.