Breaking Bad: Holly

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Al finalizar el recorrido de una de las calles de Albuquerque, se llega a la entrada del colegio secundario local.

Atravesando el parque, en donde jóvenes estudiantes están reunidos en pequeños grupos, se llega al edificio en cuya planta baja se encuentra la oficina de la directora, la profesora Cristina Anderson, quien está sentada en su sillón con rostro preocupado. Del otro lado del escritorio está sentada Skyler White, sosteniendo su bolso con ambas manos apoyado en su regazo, luciendo un tanto incomoda y nerviosa, sentada casi en el borde de la silla, sin apoyar la espalda.

Anderson se inclina sobre el escritorio apoyando ambos antebrazos en el borde:

-Señora White…

-Skyler, llámeme Skyler

-Ok…Skyler…esta es una institución que intenta promover ciertos valores…este lugar se fundó por gente que…

-Señorita Anderson…

-Profesora Anderson, puede llamarme profesora Anderson.

Skyler notó el tono determinante de la directora poniendo distancia e hizo un segundo de silencio, luego prosiguió:

-Profesora: le voy a pedir que se ahorre el sermón. Solo dígame que es lo que hizo esta vez

-No es lo que hizo, es lo que nosotros tenemos que hacer al respecto…Holly esta vez….

-¿Qué…? Por favor vaya al punto, no de vueltas . ¿Qué hizo esta vez…? ¿Molestó a alguien…? ¿Lastimó a alguien…? ¡Por favor dígame que no hay nadie herido!

-No, tranquilícese, nadie salió herido…aunque podríamos decir que si hay “perjudicados” …pero no heridos

-Gracias a dios – Skyler puso su mano en su pecho y entrecerró los ojos al decir esto.

La directora tomó de uno de los cajones del escritorio lo que parecía ser un expediente, lo abrió y extrajo una hoja.

-Señora White, digo, Skyler, no hay heridos. Sin embargo, me temo que esta vez tendremos que tomar medidas más radicales. Ya no podemos seguir tolerando el comportamiento de Holly, esta vez fue demasiado lejos y, yendo al punto, como es que me está pidiendo que lo haga, me veo con la difícil tarea de haberla citado hoy para comunicarle que tendremos que expulsar a Holly.

-¿Expulsar? ¿Cómo? – el rostro de Skyler era de “madre preocupada”

-Si, así es. Ya tuvimos mucha paciencia con ella, esta vez el concejo directivo votó, y se decidió su expulsión. Ya no toleraremos este tipo de comportamiento en esta institución.

-¿Cómo puede ser esto…? ¡no es posible! Entiendo que Holly a veces puede ser un tanto…”problemática”, pero me parece que no deja de ser una excelente alumna, ¿O me equivoco…?

-No. No se equivoca, es cierto, no se equivoca… Holly es una de las mejores alumnas de la escuela, y sobresale en la mayoría de las materias…sobretodo en química y matemática…

-¿Entonces…? ¿Qué me está diciendo…? No comprendo…

-Le estoy diciendo que, a pesar de eso, a pesar de sus excelente calificaciones y su capacidad, Holly….como decirlo…

-¡Ya dígalo de una vez!

-Holly tiene ….hace….no sé cómo decirlo….

-Intente decirlo de alguna forma, porque esto no tiene sentido.

-Holly parece llevar a cabo algunas actividades paralelas dentro del colegio, que dan cuenta de un comportamiento repudiable…es como que…

-¿Cómo que…?

-¡Es como si tuviera otra vida paralela! No sé cómo decirlo...

-Va a tener que ser más específica profesora, porque no puedo entender como este colegio y su “consejo escolar”, decidan de un día para otro , expulsar a una excelente estudiante como es Holly , a ver, ¿Qué puede ser tan terrible que merezca semejante medida…?

-Señora White: ¡Holly estuvo vendiendo droga en el colegio!

Skyler nuevamente llevó una mano a su pecho y entreabrió la boca en un gesto de sorpresa. Se recostó en el respaldo de la silla por primera vez. La directora le extendió la hoja que sostenía y a su lado apoyó una lapicera.

-Este es el consentimiento que debe firmar en donde se la notifica de la expulsión. Allí encontrará una breve descripción de lo que sucedió. Le voy a pedir que la lea, tómese el tiempo que necesite, y que luego firme el papel. A su vez le informo que tampoco podremos recomendar a Holly para que se inscriba en otro colegio, a partir de ahora en más quedamos desvinculados de lo que tenga que ver con su educación. Una vez que me entregue el documento pueden vaciar el Locker con sus pertenencias.

-¿Puede al menos decirme usted que fue lo que paso? Si es tan amable

-Si. El hecho es grave…honestamente yo…en todos mis años de pertenecer al sistema….jamás ví algo similar…

-¿Es tan terrible? ¿Es tan raro que una adolescente venda algo de droga que consiguió por ahí?

-Señora White, Holly no solo estaba vendiendo droga…tenía varios compañeros a los que les pagaba para que lo hicieran…tenía un sistema de “distribuidores”. No solo eso, también encontramos en el jardín, en el invernadero, plantas de marihuana. Es como que…es como si….hubiera puesto en marcha una especie de “organización”, en donde no solo vendía droga, sino que también la cultivaba en este mismo lugar. Yo…jamás vi algo similar…no sabemos cuánto tiempo lo estuvo haciendo, solo sabemos que el jardinero lo descubrió por accidente ayer por la tarde, en un momento que fue a buscar unas mangueras. Por error se tropezó y una puerta “secreta” , escondida, se abrió. Allí había montado un sector en donde estaban las plantas y todo un lugar que parecía….

-¿Qué? ¿Qué parecía?

- Un laboratorio! ¡un laboratorio señora White!

Skyler nuevamente mostró una expresión de preocupación. Luego tomó el documento que debía firmar y la birome. Se inclinó sobre el escritorio y leyó el papel.

La directora la observaba en silencio.

Skyler se detuvo un segundo y exclamó:

-Acá dice que otro alumno, Eduardo Richards , fue quien que señalo a Holly como la que ideó todo esto: ¿Cómo sabemos que no fue él y no mi hija la que planeó todo esto? ¿Y si la están acusando injustamente y Holly es inocente…?

-Señora White, no solo Eduardo la señaló, sino que varios estudiantes son testigos de que Holly era la autora de todo el “sistema”. Los estudiantes confesaron y contaron todos lo mismo.

-¿Y a ellos los van a expulsar también…? Pregunto, porque parece como si Holly fuera la única culpable y tal vez no es así.

-Señora White, Skyler, por favor, se lo ruego, no hagamos esto más difícil. Le pido que firme el documento.

-Ah…ya entiendo…estos otros “testigos”, señalan a mi hija y de esa forma se aseguran su permanencia y evitan la expulsión, ¿es eso…?

-Señora White…

-¿Sabe qué? ¡olvídelo! Firmare su estúpido documento y nos iremos de aquí. Mi hija es una excelente estudiante y una excelente persona, y estoy segura de que todo esto es falso.

Skyler firmó el documento con bronca y se lo revoleó a la directora. Se levantó enfurecida, con ímpetu , y se dirigió a la puerta.

La directora tomó el papel y lo guardó en el expediente, resoplando y con una mueca de fastidio.

Skyler estaba por girar el picaporte para salir de la oficina, pero se detuvo unos segundos. La directora la observó con extrañeza.

Skyler volteó y regresó a su silla, pero esta vez su actitud había cambiado, su mirada también. Busco en su bolso y sacó un cigarrillo.

-Señora White no puede fumar aquí… señora White…

Skyler no hizo caso de la advertencia y mirando fijamente a la profesora le dio una pitada a su cigarrillo. Habló, pero nuevamente, su tono de voz parecía haber cambiado y ser otro.

-¿Sabe que profesora? Me pregunto algo, me lo pregunto a mí misma y se lo pregunto a usted: ¿Cómo piensa que esto se podría ver en las noticias locales…? Me preguntaba eso…imagínese: “droga en colegio local” o “distribución de droga en un colegio” o “alumnos drogados en el colegio mientras los profesores no hacían nada”. ¿Cómo piensa que los residentes locales vean esta noticia?

-Señora White, ¿Qué esta insinuando? ¿acaso se volvió loca?

-Qué problema sería ¿Cierto? Un colegio, tan respetado como este…y de repente sale a la luz que en el mismo permiten que se venda marihuana…que los estudiantes estén drogados en clase…tal vez la comunidad no piense que una inocente adolescente de 16 años es la culpable, tal vez se corra la voz de que los profesores lo sabían y no hacían nada… ¡o peor! Que los profesores estén involucrados…incluso…la misma directora del lugar.

-Señora White ¿me está amenazando…?

-Qué problema sería si incluso si “alguien” se contactara con medios un poco más importantes y la noticia trascendiera a nivel nacional, o tal vez a nivel internacional…¿no le parece…?. Ni hablemos de los padres de los chicos, ya me huele a múltiples demandas esto… ¿tienen buena representación legal en esta “institución”? digo…porque tal vez la van a necesitar…

Un poco después Skyler salió del lugar, esbozando una sonrisa.

A través del vidrio de la oficina se podía ver a la directora rompiendo un papel con bronca y guardando el expediente furiosa en el cajón de su escritorio.

En el pasillo

Holly estaba sentada en un banco del pasillo, apoyando ambas manos en tablón de madera y balanceando las piernas, que no tocaban el piso.

vestía un vestido descosido entero negro, con medias rayadas de rosa y negro que le llegaban a la rodilla y también guantes negros que le llegaban al codo. Su cabello negro estaba revuelto, pero de una manera apropiada. Tenía los ojos delineados y mascaba chicle de manera despreocupada. Por su apariencia parecía salida de una película de Tim Burton.

A su lado estaba Jessica, su mejor amiga, quien vestía con un pantalón de jean ancho medio roto y un buzo con capucha.

-Ahora sí que metimos la pata Holly – Exclamó Jessica con un tono algo preocupado.

-No pasa nada Jessi, no te preocupes

-¿Qué no me preocupe? ¿Cómo podés estar tan tranquila con todo esto? ¡mis padres me van a matar!

-Tranquila Jess, todo va a estar bien, créeme

-¿Cómo queres que este tranquila? Ya llamaron a tu mama, seguro que van a llamar a mis padres ahora… ¡Dios! No sé qué les voy a decir, me van a castigar para siempre. Ya está. Se termino. Estaré castigada hasta el infinito…

-No se van a enterar

-¿Qué…? ¿Cómo sabes eso…?

-Porque mi mama está hablando con la directora.

-Pero tu mamá que…

-Tranquila Jess, mi mamá va a arreglar esto, ella sabe de estas cosas

-¡Pero nos descubrieron Holly! No sé cómo vamos a seguir ahora, todo se desmorono…

-¿Qué cambió Jess? ¿Qué…? Nada, nada cambio.

-¡ahí salió tu mamá!

Skyler se aproximó a las jóvenes y se ubicó delante de ellas cruzando los brazos mirándolas con un gesto de desaprobación.

-Hola señora White – dijo Jessica intentando sonreír forzadamente.

-Jovencitas esta vez sí que la liaron. Jessica vos volvé al aula. Holly: al auto, vamos. Ya. Moviéndose, vamos, vamos.

Skyler y Holly salieron del edificio en silencio. Atravesaron el parque y llegaron al auto. Ingresaron y mientras se ponían los cinturones de seguridad Skyler dijo enojada:

-¿Marihuana…? ¿es en serio Holly? ¿en serio…?

Holly no respondió. Solo se acomodó recostándose en el asiento y apoyando la cabeza en el respaldo.

-Tres días de suspensión. Tres días, y supuestamente porque “tenes una gripe”, y espero que agradezcas que no te expulsaran. Pero esto no va a quedar así jovencita, ahora cuando lleguemos a casa vamos a hablar de esto, y estas castigada. Tampoco pienses que te la vas a pasar de vacaciones esta semana, vas a estudiar y a hacer tareas de la casa.

-Pero mamá…

-“pero mamá” nada, nada ¡Nada!, te repito: agradece que no te expulsaron. Ya no tengo ganas de que volvamos a cambiarte de colegio, este es el tercer colegio en dos años por dios santo, esto no puede seguir así.

Skyler encendió el motor y al mismo tiempo extendió su mano con la palma hacia arriba en dirección a Holly, sin mirarla.

-El celular Holly. Ya, el celular.

Holly buscó en su bolsillo y puso su teléfono celular en la mano de Skyler, quien volteó y le hecho una mirada fulminante.

-El otro Holly, el otro también.

-¿Qué…?

-Vamos niña, no te hagas la tonta y ya dame el otro celular, el segundo.

Holly de mala gana buscó en su otro bolsillo, extrajo un segundo celular y se lo entregó a Skyler de mala gana y resoplando.

Campo de entrenamiento, no muy lejos de allí

El capitán Miller ojeaba un expediente al tiempo que daba unos sorbos a un vaso de su trago.

El suboficial Martinez permanencia del otro lado del escritorio con brazos entrecruzados detrás de la espalda, erguido en postura militar.

Miller tiró el expediente sobre el escritorio y resoplando dijo:

-¿Qué hizo esta vez? dígame Martinez

-Le rompió la nariz a un compañero supervisor señor, a Pérez.

Miller se tomó la frente y bajó la cabeza.

-¿Y como está ahora? ¿Fue atendido?

-Si señor, ya fue a enfermería.

-Ok, hágala pasar Martínez.

Dicho esto, volteó con su silla giratoria para mirar por el ventanal de la oficina. Afuera había grupos de cadetes entrenando, algunos corriendo, otros haciendo flexiones.

Martínez salió de la oficina al tiempo que le hacía un gesto a alguien afuera para que ingresara.

Una mujer joven ingresó y se paró frente al escritorio, en la misma pose erguida de porte militar, firme y mirando al frente.

Miller giró su silla y la observó unos segundos.

-Cadete, descanse. Tome asiento

-¡señor! ¡si señor!

La joven se sentó frente a él.

-Cadete: Martínez me informó de lo sucedido. Antes de tomar una decisión quiero escuchar su versión.

-Si señor: simplemente observé una situación de abuso en progreso y decidí intervenir.

-¿podría describirme esta situación cadete…?

-Si señor: una de mis compañeras estaba siendo molestada por un hombre, que la estaba toqueteando sin su consentimiento. Decidí actuar.

-¿Rompiendole la nariz…?

-Señor…

-Está bien cadete, no diga más, lo entiendo…- Miller le dio otro sorbo a su trago – lo entiendo, pero usted debió reportar esto a un superior, y luego esto me seria informado a mí. Hay una cadena de mando cadete, usted no decide estas cosas ¿comprende…?

-Señor…no había tiempo, tenía que hacer algo…

-No cadete, eso es lo que no termina de entender. Usted no decide estas cosas, usted obedece lo que se le dice ¿Soy claro…?

-¡Si señor!

Miller volvió a tomar el expediente y lo ojeó, luego lo cerró y lo tiró sobre el escritorio nuevamente.

-Cadete, hay dos razones por las cuales no fue expulsada en el acto , la primera es porque tiene muchas chances de graduarse , para lo que faltan dos meses nada más. Tengo reportes de que su desempeño es sobresaliente. Pero no puede operar sin informar a sus superiores, ¿se quiere graduar o no? ¿quiere ser oficial de policía?

-¡Señor, si señor!

-Perfecto, nos entendemos entonces.

-Permiso para preguntar algo señor.

-Si cadete, pregunte.

-¿Cuál es la otra razón…?

Miller volvió a voltear en su silla para contemplar el ventanal pensativo.

-La otra razón tiene que ver con que yo….yo conocía a su abuelo…de hecho en un momento él…

Miller pareció dudar de si seguir hablando o callar.

-Digamos que le debo algunos favores y que el motivo de que hoy yo este acá sentado es por él…o por lo menos tuvo que ver en esto…como sea, su abuelo se destacó como policía y al menos le debo esto, cuidar de usted…es lo mínimo que puedo hacer… entonces, de nuevo, le voy a pedir, o mejor dicho, le ordeno cadete, que no me vuelva a poner en esta situación de nuevo. Espero haber sido claro.

-¡sí señor!

-Bien, perfecto. Puede retirarse cadete, vuelva a su grupo de entrenamiento.

La joven se levantó de la silla de inmediato y se dirigía a la puerta de salida cuando Miller la frenó al decirle:

-Cadete: ¿Dónde está su credencial de identificación…? Debe llevarla siempre enganchada a su camisa, ya lo sabe esto ¿Cierto…?

-Si señor.

-Entonces póngasela.

La joven buscó en su bolsillo y sacó la credencial de plástico. La enganchó en su camisa.

En la credencial se podía leer su nombre: “Cadete Kaylee Ehrmantraut”

Casa de los White

Holly estaba en su cuarto tirada en su cama leyendo un cuaderno y haciendo anotaciones y dibujos en él.

Luego de un rato cerró el cuaderno y se levantó. Corrió la mesa de luz de lugar y detrás de ella había una chapa de ventilación. La desatornilló con la mano y sacó la tapa. allí tenía escondidos unos fajos de billetes y bolsas con marihuana, las revisó y sacó algunos billetes de un fajo los cuales guardó en uno de sus bolsillos, luego volvió a poner todo en su lugar, cerró la tapa y volvió a correr la mesa tapando la rejilla.

Se escuchó que Skyler la llamó para la cena. Holly se apuró a salir del cuarto.

Cenaron en silencio. Cada tanto Skiler le echaba una ojeada a la joven, la cual estaba sentada con un pie arriba de la silla y la cabeza apoyada en uno de sus brazos de manera desinteresada.

-Holly

La joven pareció no escucharla.

-¡Holly!

-¡Que! ¿Qué pasa?

Skyler le señaló el pie arriba de la silla para que lo bajara. Holly resopló y se inclinó hacia el plato revolviéndolo desanimada. Skyler dejó los cubiertos en la mesa y apoyando los codos, entrelazando las manos la miró fijamente.

Holly sabía que se venia “la charla”, el sermon.

-Holly…tenemos que hablar de lo que pasó…¿No te parece…?

-Supongo…no se…

-¡Jovencita!

-¡que pasa mamá! No sé qué queres que te diga…

Skyler se levantó y busco en la mesa contigua su paquete de cigarrillos, encendió uno y se quedo parada, apoyada contra la pared.

-Marihuana…¿es en serio?

Holly se levantó de la silla agarrando su plato con la intención de llevarlo a la cocina.

-Holly, te quedas sentada ahí, me vas a escuchar, ahora me vas a escuchar.

Holly volvió a sentarse. Skyler le dio otra pitada profunda a su cigarrillo como preparándose para lo que iba a decir.

-Holly…yo ya me hice la tonta una vez, ya actué como si nada hubiera pasado una vez…no más…no más…no voy a volver a pasar por esto, no otra vez. Así que lo que sea que hayas armado en tu colegio con tus compañeras lo vas a dar por terminado en este preciso momento ¿me oíste? ¿soy clara en lo que digo? Se terminó. Ya está, lo hiciste, te divertiste ¿fue divertido? Supongo que sí. Ahora bien, lo que sea que hayas ganado de dinero haciéndolo voy a permitir que te lo quedes, de hecho, puedo ayudarte a invertirlo en algo productivo si queres, pero ese grupo, eso que armaste se termina en este preciso momento y no voy a volver a repetírtelo, ¿está claro…?

Skyler apagó el cigarrillo en el cenicero de la mesa. Lo que había dicho la había enojado aún más, de hecho, por unos segundos sintió que vivía un deja vu, sintió que hablaba con Walt. Eso la asusto un poco.

Dio media vuelta y se estaba yendo sin esperar respuesta de Holly cuando algo la detuvo: Holly había empezado a sollozar y su tímido llanto pareció inundar toda la sala.

Skyler volteó y la vio allí, con ambas piernas levantadas y hundiendo la cabeza entre sus rodillas. Llorando. Esto conmovió a Skyler, después de todo esa era su pequeña niña, siempre lo seria, tuviera la edad que tuviera.

Se acercó a ella y la abrazó. Holly también lo hizo. Mientras le acariciaba la cabeza le dijo con ternura:

-Holly…Holly…mi niña, mi bebe….tranquila, todo va a estar bien, no hay nada de que preocuparse. Mamá está aquí ¿ok…? Tranquila, no llores

Holly al escuchar esto pareció que intensificaba su llanto y la abrazó aún más fuerte.

-Ya se. Tengo una idea. Esperame acá, ya regreso.

Skyler salió a paso ligero, se demoró unos minutos y volvió con el teléfono celular de Holly. Se lo entregó, le dio un beso en la frente y se fue a su habitación.

Holly secándose las lágrimas con el antebrazo sujetó el aparato al tiempo que lo encendía.

Un rato más tarde, habitación de Holly

Holly y Jessica estaban hablando por videollamada:

-¿Cómo hiciste para que tu mamá te regresara el teléfono Holly? No lo entiendo ¿te lo robaste…?

-¡No Jess! Ella me lo dio

-Y como …¿Cómo fue…?

-Fácil: hice mi pequeño número de “hija afligida por su historia, que no es culpa de ella, que es inocente” , llore un poco y ya. Listo. Teléfono de vuelta. Yo gane.

-¡ojalá pudiera hacer que mis padres me perdonaran los castigos llorando!

-Mamá no puede verme llorar, increíble pero todavía funciona que lo haga. Siempre funciona, cada maldita vez.

-Hablando de eso, tenias razón, no citaron a mis padres, nada. Cero, ni una llamada ni mensaje, nada. La directora no se comunicó a mi casa. Estuve esperando todo el día que pasara pero nunca pasó…

-¿Viste? Te lo dije.

-Hoy a la tarde hable con las chicas y a ellas tampoco las llamaron. Fue como si nada hubiera pasado.

-Excelente, bien.

-Holly….¿ahora que…? ¿Qué vamos a hacer?

-Seguimos, como siempre, vos lo dijiste recién, que es como si nada hubiera pasado.

-Pero…si descubrieron nuestras plantas, nuestro lugar…aparte ahora nos van a estar vigilando seguramente, y aparte ¿De donde vamos a sacar para vender…?

-No te preocupes por eso Jess, tengo otros lugares.

-¿Qué …? ¿Qué estás diciendo…?

-Que nuestro suministro sigue intacto, no te preocupes. ¿Pensabas que solo cultivaba en nuestro colegio?

-…eeh…si, la verdad que si…

-Bueno, no. Tengo dos lugares más, uno en el colegio de la avenida principal, el Saint Claire.

-Pero Holly ¡Ese es un colegio religioso!

-¿Y…?

Jess largó una carcajada al tiempo que se tapaba la boca con ambas manos. Ambas rieron.

-¿Y el otro lugar?

-Acá en casa…en un escondite. Mamá no lo sabe, ni se va a enterar.

-¡¡Yeah Bitch!!

-Lo del concierto sigue en pie, vamos a poder juntar el dinero.

-La verdad que eso me pone bien, me pone bien, pensé que si esto se cortaba no íbamos a poder comprar las entradas. ¿Qué les digo a las chicas…?

-Deciles que cuando vuelva de mi suspensión nos reunimos donde siempre después de clases.

Al día siguiente: comedor del campo de entrenamiento

Era la hora del almuerzo y todos los cadetes estaban en el comedor. El lugar era muy grande y había mesas largas donde se sentaban para comer.

Kaylee estaba en la fila esperando para servirse su ración, sosteniendo su bandeja vacía. Una vez que la columna avanzó Kaylee se sirvió su porción y se dispuso a buscar un lugar para sentarse. Una joven a lo lejos la llamó levantando la mano.

-¡Kay! Acá, acá

Kaylee sonrió y se dirigió a lugar. Mientras caminaba podía escuchar un poco de murmullo alrededor. Varios de los que estaban allí hablaban por lo bajo. Kaylee sabía que era sobre ella pero seguía su marcha sin detenerse. Esos pocos metros que caminó parecieron una distancia bastante mayor, se sentía la tensión en el ambiente. Finalmente llegó a la mesa y se sentó.

-¡Hey Kay! ¿Cómo estás?

-Hola Mel, todo bien ¿vos?

-Bien bien, y ahora que estas acá mejor

Los que estaban allí sentados junto a las dos cadetes se levantaron para correrse de lugar. Mel los observó con desprecio.

-¡Si! ¡mejor váyanse! ¡más espacio para nosotras!

-¡Mel! Esta bien, no te preocupes, ya esta, no le des importancia

-¡Me enferman estos arrogantes! Con su falsa moral … ¡Si! ¡hablo de ustedes! ¿Qué miran perras? ¿quieren tener un problema?

Mel se paró con enojo al tiempo que cabeceaba en dirección a una mesa contigua que los miraba.

-¡Mel!

Kaylee la tomó del antebrazo para que se volviera a sentar.

-Perdón Kay, discúlpame…es que estos… ¡Sacan lo peor de mí! aparte, vos fuiste la que obró bien, sos la que tendrían que felicitar, pero en vez de eso te miran juzgándote, como si ellos fueran mejores…son unos idiotas

-Mel ya está, no les prestes atención. Comamos.

-Si…tenes razón…

Las cadetes comieron y hablaron un poco de otras cosas, sobre el entrenamiento y sobre lo poco que faltaba para que el curso terminara, cuando de repente en el lugar se hizo un silencio total.

Había entrado el supervisor Pérez al lugar, el cual no parecía tener la intención de querer almorzar. En vez de eso se dirigió a paso ligero en dirección a donde estaban sentadas Mel y Kaylee.

Podía verse en su mirada que iba a atacarlas.

Mel estaba de frente a él y se incorporó para intentar anticipar el ataque , pero Perez, que era bastante corpulento, le dio un empujón que hizo que la joven cayera al piso.

Hecho esto se abalanzó sobre Kaylee, que estaba de espaldas a él.

Con todas sus fuerzas intentó propiciarle un puñetazo pero Kaylee reaccionó y esquivó el golpe al tiempo que se incorporaba.

Pérez cayó de frente sobre la mesa ya que para realizar el puñetazo fallido había utilizado toda su fuerza.

Kaylee quedó ubicada detrás de él y sin dudarlo un segundo le propició una patada en la ingle por detrás, la cual hizo que Pérez cayera gritando de dolor al piso tomándose su entrepierna con ambas manos.

Todos en el lugar comenzaron a reír.

Pérez se incorporó de repente e intentó de nuevo ir contra Kaylee pero varios cadetes se apuraron a sujetarlo y luego se lo llevaron del lugar.

Un oficial se aproximó al lugar.

-¿Qué demonios pasa acá?

El oficial se alejó en dirección a donde los cadetes se llevaban a Pérez del lugar.

Kaylle se acercó a Mel y le extendió una mano para ayudarla a incorporarse.

-Mel ¿estas bien…?

-Si si, estoy bien ¿vos…?

-Bien

Mel se inclinó para limpiar sus pantalones y acomodarse la ropa.

-Supongo que esto va a ser así de acá en más…tendremos que estar con los ojos abiertos Kay

-Si…supongo que si…

Unos días después, patio del colegio

Las cuatro chicas estaban en un sector alejado del patio, ubicadas en unas gradas. Holly sentada unos escalones más arriba, a su costado estaba sentada Jess. Monique y Laura sentadas en el piso.

había grupos de adolescentes reunidos alrededor del patio, pero nadie demasiado cerca de las chicas.

Una profesora que observaba lo que ocurría se acercó a las chicas.

-¡Jovencitas! Ya va a terminar el recreo, tienen que volver a sus aulas.

Holly la miró fríamente. La profesora titubeó un poco, dio media vuelta y se alejó. Mientras lo hacia exclamó por lo bajo sin que nadie la escuchara: “Dios…esa chica me da escalofríos”

-Como les estaba diciendo chicas , no se preocupen por lo que pasó, tenemos suministros para continuar como veníamos

Dijo Holly tranquilamente.

-Yo ya no tengo nada, me quede seca, y hoy me pidieron tres bolsitas – respondió Monique.

-¡Eso es porque te lo fumas todo vos drogadicta! – bromeó Laura. Monique la golpeó suavemente en la pierna.

-¡Callate vos! Como si vos tampoco lo hicieras

Holly se cruzó de brazos.

-Ok. Entonces vos Moni necesitas, ¿Vos Lau?

-Yo estoy bien, todavía no vendí lo que tenía…igual podría reponer algo

-Bien perfecto. Entonces hoy a la noche les voy a dejar a las dos un encargo, donde siempre

-Con respecto a eso… ¿no deberíamos cambiar los lugares..? – exclamó Jessica.

El grupo tenia una serie de lugares en donde Holly dejaba escondidos los paquetes de marihuana y las chicas luego pasaban a recogerlos. Un sistema de entrega.

-Buen punto – dijo Holly.

-Digo…si bien no paso nada, no estaría mal cambiar los lugares por las dudas. No sabemos si nos van a vigilar…o sea…no creo, pero por las dudas – continuó Jessica

-Si Jess, tenes razón. Entonces voy a ver que lugares elijo, que estén cerca de los anteriores. Lo reviso y mas tarde les escribo para decirles donde.

Jessica miró a Holly y cabeceó en una dirección , para advertirle acerca de un grupo de tres muchachos en patineta que se acercaba hacia ellas. Pasaron muy cerca de ellas y uno de ellos gritó de manera grosera:

-¡Hey! ¡”Heinsenberg girl”! jajaja

Los muchachos se alejaron. El que había gritado se quedó unos segundos mirando a Holly de manera desafiante. Holly le clavó la vista sin parpadear hasta que se alejaron.

-Ese es el estúpido de Eduardo – Dijo Jessica

-Es un idiota – agregó Laura

-Si, será un idiota pero bien que te gusta perra – se burló Monique

-¡Callate estúpida! ¿Qué decís?

Monique y Laura comenzaron a golpetearse de manera juguetona y a murmurar cosas. Jessica se acercó a Holly al tiempo que cruzaba los brazos. Holly seguía viendo como los muchachos se alejaban en sus patinetas.

-Dice el chisme que fue Eduardo el que nos delató… al menos eso escuche por ahí

-Si – respondió Holly secamente – lo sé, estoy al tanto.

-¿vamos a hacer algo…?

-Ya lo creo que sí.

-Igual tal vez no es para darle tanta importancia…son unos imbéciles esos pibes, están todo el día en sus patinetas molestando a todos, no creo que haya sido algo personal contra nosotras. Solo les gusta molestar a los demás.

-Eso no es relevante. Pusieron en riesgo toda nuestra operación.

-“Nuestra operación” – dijo Laura burlándose de Holly - ¡Holly! ¿te das cuenta como hablas a veces?

-¡Callate perra! – dijo Jess. Laura comenzó a reír. Holly no le dio importancia.

Holly dio unos pasos alejándose del grupo, todavía mirando en dirección hacia donde los muchachos se habían marchado. Giró la cabeza en un gesto para que Jessica se acercara a ella:

-Jess ¿esos se juntan por las noches en la cancha abandonada de básquet al otro lado de la avenida? ¿Cierto?

-Si…creo que si…¿Por qué…? ¡Holly! ¿Qué estás pensando?

-Nada. No te preocupes.

Holly volteó y se dirigió al grupo:

-Chicas volvamos al aula. Mejor no llamemos mucho la atención estos días, mantengamos un perfil bajo. Esta tarde les escribo para darles las indicaciones de los nuevos lugares.

El grupo se paró y comenzó a caminar en dirección a la entrada del edificio.

Esa misma noche, la cancha de básquet abandonada

El grupo de los tres muchachos estaba pasando el rato en el lugar. Michel no se cansaba de repetir un salto con su patineta, saltaba una y otra vez sobre uno de los bancos rotos del costado de la cancha.

Kevin estaba sentado en el piso con una pelota de básquet vieja , la cual pasaba de mano en mano de manera desganada.

Eduardo estaba cerca de él, fumando un cigarrillo de marihuana.

La situación parecía ser relajada, no había nadie mas en el lugar. Una débil luz de un poste apenas iluminaba el lugar.

Los chicos se paralizaron cuando vieron al otro lado de la cancha una silueta que se aproximaba. Se trataba de Holly.

Los tres muchachos se agruparon rápidamente, Eduardo un poco adelantado.

-Pareces perdida niñita – dijo despectivamente.

Michel se acercó a Eduardo y le susurró al oído:

-Es esa perra loca del colegio, la que vende.

Eduardo solo giró un poco la cabeza asintiendo.

-Tengo algo para ustedes – dijo Holly mirándolos de manera amenazante.

Los tres muchachos se acercaron a ella hasta quedar muy cerca. Eduardo sonreía maliciosamente.

No hicieron a tiempo a reaccionar. Holly le dio una patada en la entrepierna a Michel, que cayo instantáneamente. Luego de hacerlo empujó fuertemente con ambos brazos a Eduardo, a quien tenia justo en frente, este se tambaleó hacia atrás y cayó. Holly se agachó y tomó la patineta de Michel, la sujeto con ambos brazos y con ella le propició un fuerte golpe a Kevin en el estómago, quien también cayó al piso tomándose la panza dolorido.

Holly sujetó el skate por sobre su cabeza y en un movimiento rápido lo partió en dos al golpearlo contra su rodilla. La vieja patineta se quebró instantáneamente.

Holly tiró las partes a un costado.

Eduardo se incorporó rápidamente al tiempo que gritaba:

-¡Estas muerta perra!

Holly metió su mano en el bolsillo de su vestido y saco una bolsa de Nylon que sostuvo frente a Eduardo. Este se frenó de golpe, confundido, sin entender.

-Que…¿Qué es eso…?

Holly le tiró la pequeña bolsa al muchacho, esta pegó en su pecho y cayó al piso. Eduardo la levantó y la inspeccionó.

-Eso es lo que les traía. Es un regalo, solo por esta vez.

-¡Te volviste loca niña! Venis acá , nos atacas y ahora nos das esta mierda ¿Qué problema tenes? ¡Estas mal de la cabeza!

-Esa “mierda”, como le decís, es lo mejor que van fumar en su vida. Es de mi cosecha personal, no van a conseguir nada parecido en toda la zona.

Los otros dos muchachos se incorporaron doloridos y se acercaron a Eduardo. Michel tomó las partes de su patineta con tristeza. Kevin todavía se sujetaba con una mano el estómago con una expresión de dolor.

-Se que fueron ustedes chicos – Holly pasó su mirada por los tres muchachos – se que ustedes nos delataron, se que fuiste vos Eduardo. Y se que lo hiciste porque pensabas que de esa forma ibas a poder librarte de mi ¿eliminando la competencia cierto…? lo que ustedes venden es basura, no se compara con mi producto. Ahora bien, si quieren de verdad hacer esto seriamente pueden vender para mi.

-¿Qué? No se dé que hablas estúpida niña, ¡Estas loca de remate!

-¡Se que fuiste vos Eduardo! ¡Deja de hacerte el idiota!

-¿Qué…?

-Considera esto una visita de cortesía, la próxima vez no voy a ser tan buena, y esa “mierda” es solo una muestra de paz, ya cuando lo fumen me dicen, y si quieren más me avisan. Les hago precio de reventa solo por ser ustedes.

-¡Niña! ¡ya me estas colmando la paciencia!

Eduardo gritó enfurecido, casi salpicando saliva y poniéndose todo rojo.

Holly lo miró de tal forma que el joven se sintió intimidado.

-Ninguna “niña”, tu sabes mi nombre, ¿Lo sabes? ¿Cierto?

-¿Qué? ¡no tengo idea de quien eres!

-Si lo sabes, sabes mi nombre

Eduardo dudó, titubeó unos instantes y luego, con algo de miedo, por lo bajo , dijo:

-Holly…

Holly se acercó a él. Eduardo levantó uno de sus brazos con algo de temor, como si fuera a cubrirse de un posible ataque.

Holly se acercó aun mas y ya, estando a pocos centímetros de su rostro le dio un beso en la mejilla.

El joven no supo cómo reaccionar, solo permaneció inmóvil. Los otros dos tampoco se movieron.

Holly se apartó retrocediendo marcha atrás, los volvió a recorrer con la vista a los tres y dijo:

-Tienes la maldita razón, mi nombre es Holly

Luego de esto se alejó del lugar para perderse en las sombras de la calle. Los jóvenes la siguieron con la vista atónitos hasta que su figura desapareció en la oscuridad de la noche.

Fin del primer capitulo

Nota del autor:

Me llevó bastantes horas escribir este capítulo, intente hacerlo lo más dinámico posible. Lo escribí en tres días y en un principio pensé en hacerlo en formato de guion, pero después me pareció mejor hacerlo de esta manera.

Cuando pasé las diez hojas de word me di cuenta de que me iba a llevar el doble. Al final termino abarcando 24 hojas de word en total.

No se si este tipo de escritos sea de interés en esta página, tal vez no tenga repercusión alguna y pase completamente desapercibido, ¡No lo sé! Ya me enterare.

En el caso de que guste y que me lo pidan en comentarios me comprometo a escribir un segundo capítulo.

Dejé algunas ideas de lado ya que, si ponía todo lo que quería poner, el escrito se iba a extender al doble, unas 40 o 50 páginas, y si bien sé que acá hay muchos cinéfilos de raza que gustan de leer, no se si leer algo tan extenso sea de su agrado.

Me hubiera gustado escribir una secuencia en donde Skyler se encuentra con Ted.

Otra en donde Holly desafía a una profesora en medio de una clase, lo cual resumí en un pequeño fragmento donde una profesora les dice a las chicas que entren a clase y Holly solo la mira fríamente.

Por último, pensé en una escena en donde Kaylee está en una práctica de tiro y un grupo de cadetes la presiona para que apuesten dinero al mejor tirador, resultando ella ganadora y asombrando a los demás.

Deje estas ideas de lado para que no fuera tan extenso el escrito.

La idea de esta secuela repite básicamente lo mismo que pasa en la serie original, en donde se mostraría como Holly va ascendiendo en el mundo del crimen y pasa de ser una adolescente común y corriente de colegio secundario a convertirse en una especie de jefa de la mafia local.

El gancho en este caso es que se trata de una adolescente y a su vez que, como si estuviera ya determinado por el destino, estaría de a poco, repitiendo lo mismo que hizo su padre.

Algo así como si no pudiera escapar de eso y el legado de Walter le corriera por las venas.

Pero seria interesante plantear escenas en donde se podría poner a la joven Holly de 16 años enfrentándose a mafiosos de mayor calibre, que siempre se asombrarían de que se tratara de alguien tan joven.

En este sentido también se repetiría lo mismo que en la serie original, es decir, ir de menos a más. Por ejemplo, en este primer capítulo Holly ya se enfrenta a unos muchachos, luego podría ser a otro individuo de mayor jerarquía, y así. De la misma manera que Walter comienza enfrentándose a Crazy 8, después a Tuco para finalmente terminar enfrentando a Gus.

Espero que les haya gustado

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brujitacinefila
brujitacinefila
 · 20/01/2025
Me encantó, es una gran idea para una secuela, se siente muy real, es como un ciclo que se repite de alguna manera pero esta vez con Holly lo cual mantiene toda la esencia de la serie pero dándole un toque fresco y nuevo <3
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Emanuel Papagni
Emanuel Papagni
 · 06/01/2025
Holly es adolescente y su amiga se llama Jésica. Con esa info, casi escupo la ensalada de frutas. Me llevó a pensar que había olvidado esta actriz, que hoy es adulta, Moira Bryg MacDonald. Esta es una secuela para fanáticos. Una comedia oscura que replica momentos icónicos y los recicla en Holly.
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