Navidad, Navidad, dulce Navidad
Alegría de este día que hay que celebrar ¡hey!
Navidad. Para algunos, tiempo de paz, amor, familia y reconciliación. Inicio de la temporada de descanso para muchos, en la cual se abre un paréntesis cuasi mágico de la rutina. Los niños esperan a Papá Noel, y algunos adultos -un grupo selecto podríamos decir- se preparan para encarnar durante ese paréntesis a este personaje. Esta historia es sobre ellos. Sobre esas personas que cuando llega diciembre están listas para “salir a la cancha” a interpretar nuevamente a uno de los personajes más queridos de la historia de la cultura occidental: Papá Noel.
Todo el año es Navidad, es sobre ellos, “sobre los protagonistas de la farsa, sobre los explotados del sistema, sobre los mercenarios de la actuación. Una película sobre seres angelicales.”

Un poco sobre el estilo de Frenkel.
Antes de continuar con la reseña me gustaría contarles un poco sobre Néstor Frenkel, director argentino que desde 1999 produce, escribe y dirige, en la mayoría de los casos junto a su esposa Sofía Mora, documentales con la marca característica de su productora Vamos Viendo.
¿Por qué me detengo acá antes de continuar hablando sobre la película? Porque Frenkel tiene un estilo muy particular de narrar, una forma específica de hacer documentales que lo caracterizan, y hacen, como el mismo dice, que no entren dentro de las categorías típicas de hacer documentales.
Entonces ¿qué tipo de documentales nos vamos a encontrar? Generalmente Frenkel nos presenta personajes sencillos. Que están ahí, en la sociedad. Que todos identificamos. Son historias singulares que de alguna manera representan algo de lo colectivo, de lo cultural; algo propio del ser argentino.
En los últimos años, realizó varios documentales entre los que podemos mencionar: Amateur (2011), El Gran Simulador (2013), El Mercado (2014), Los Ganadores (2016), Todo el año es Navidad (2018), Los Visionadores (2021), y Después de Un Buen día (2024), la última de su producción que analiza el fenómeno detrás de la película Un Buen día (2010) considerada la peor (para mi una de las mejores claro que sí) película argentina, que si no la viste te dejo acá mi reseña sobre la peli. Planazo para este verano: ver un Buen día en grupo y después ver el documental de Frenkel. Pero bueno, volvamos al tema que aquí nos convoca.
Navidad, Navidad, llega Navidad…
Campanas por doquier resuenan sin cesar
Proclaman con placer que hoy es Navidad
Los niños aquí están, no dejan de cantar
De este día de amor y buena voluntad
Todo el año es Navidad es un documental del año 2018 que, como mencioné más arriba, nos presentará a través de diferentes entrevistas a un grupo muy particular de personas. Son seres que al llegar diciembre sacan del ropero sus trajes rojos y blancos, sus botas altas negras, los cintos con hebillas anchas, y los gorros, para encarnar a Papá Noel. Algunos de ellos, modifican su aspecto; otros lucen con orgullo sus largas barbas blancas naturales. “Jamás me afeité” exclama uno de ellos, mientras otros pasan por duros rituales estéticos para parecerse a ese viejito angelical que trae regalos. “La belleza duele”, dice luego de cubrir su cabeza con decolorante para tener el pelo blanco como la nieve.

El punto de partida, el disparador.
El documental nos muestra un mundo que, si bien nos es ajeno a la mayoría de las personas, de alguna manera es muy cercano. Hay un mercado construido alrededor de la Navidad; el negocio detrás de la magia o mejor dicho, el negocio que hace que la magia aparezca. Mundo distante y cercano al mismo tiempo ya que accedemos al resultado final. Vemos a Papá Noel en el shopping, o recorriendo en el camión de los Bomberos Voluntarios las calles de algún pueblo o barrio; lo que ignoramos o que quizás no queremos preguntarnos, es quién es ese ser que está ahí sentado horas y horas en el sillón rojo, rodeados de duendes y niños, escuchando los pedidos navideños y tomándose fotos. Quiénes son esos seres que, con 30 grados, se visten como si estuvieran en el Polo Norte.
Frenkel cuenta en una entrevista que el disparador para el documental, fue la llegada de un correo a la casilla de Spam de alguien que se presentaba como "el verdadero Papá Noel.” Ahí la curiosidad se disparó y comenzó la investigación sobre quiénes son esas personas, qué hacen de su vida, y cómo es que llegaron a ser Papá Noel.
A lo largo del film conoceremos aproximadamente a una docena de Papá Noeles: cada uno con su estilo particular, con una historia que contar y una mirada diferente sobre qué es ser Papá Noel para ellos.
Algunos son más “famosos” que otros, ya sea porque son la cara de una marca famosa de bebida cola, o porque han sido convocados por importantes centros comerciales para estar durante la temporada. Son trabajadores que combinan en sí mismos, la magia, lo profano, lo bizarro, la farsa. Todo eso son estos seres entrevistados por Frenkel en este documental de una hora de duración.

“Conocé a Papá Noel”
Frenkel utiliza en este documental, para que podemos acceder a la vida de estas personas, el recurso de la entrevista, recurso antropológico por excelencia. El dispositivo queda completamente develado, ya que la película intercala momentos de entrevistas clásicas podríamos decir, en la cual el director arma la escena y coloca a los Papás Noeles en un sillón, con la cámara fija en un trípode y les va haciendo preguntas desde detrás de la cámara. Es un registro que, si bien plantea cierta distancia, al mismo tiempo cada espacio que se le da a estos personajes hace que se sienta una cercanía con cada uno de ellos. Nos identificaremos con unas historias más que otras, pero en sí escucharemos atentamente a cada uno de ellos.
Así Frenkel crea en esta documental un registro distante, pero cercano al mismo tiempo que permite que las personas se abran. No es un documental en primera persona; no es la narración clásica de una determinada situación, tampoco un documental de protesta, social. Es otra cosa. Hay un juego de perspectivas constante.
Desde un trabajo cuasi antropológico el director deja que las personas se abran y compartan su historia, generando así empatía con los personajes.
La película genera risas, extrañamiento y mucha identificación y registro del período navideño. No busca juzgar ni criticar a estos seres; sino más bien mostrarnos el detrás de escena. Lo bizarro, lo mágico, lo rancio, lo tradicional, lo cómico y lo conocido. Creo que esta es una de las cosas que más me gustan de las películas de Frenkel: la posibilidad de ver con otros ojos aquellos que nos rodea y ver los hilos que sostienen las construcciones sociales. Las bases que sostienen la cultura de los espacios que vivimos, las tradiciones.

Te super recomiendo este verano, que te des una vuelta por la filmografía de este director que, si te gustan este tipo de documentales no te va a defraudar.
Si no viste Todo el año es Navidad, te cuento que está disponible para ver online de manera gratuita en la plataforma Cine.ar
Te dejo además por acá el trailer.
Qué la disfruten! Si ya la viste, dejame acá abajo tus impresiones y comentarios.
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