Closer: la pretensión hecha película Spoilers

En 2004 se estrenó Closer, una película plagada de estrellas y que dio mucho de qué hablar. Protagonizada por Jude Law, Natalie Portman, Julia Roberts y Clive Owen, cuenta la historia de dos parejas que se intercambian y vuelven a intercambiarse, en medio de traiciones y corazones rotos. En su momento al público le gustó y dividió a la crítica. Sus defensores dijeron que era una película sumamente erótica y profunda que reflexionaba sobre las relaciones interpersonales y derribaba prejuicios sociales. Pero en realidad esta no es más que una cinta pretenciosa que solo se sostiene por la hegemónica belleza de sus protagonistas.

Uno de los grandes fallos de Closer es el guion, que es la pieza fundamental para que una película funcione. Pretende ser innovador y disruptivo, pero está completamente vacío de contenido. La película aborda temas como el amor, la infidelidad y la verdad, pero se limita a mostrarlos de manera cínica y superficial. En lugar de explorar las motivaciones detrás de las acciones de los personajes, simplemente los presenta como impulsos básicos. Un ejemplo del vacío de contenido del guion se da después de que Jude Law y Julia Roberts se besan por primera vez y ella lo rechaza. Él le dice “me arruinaste la vida”, “lo superarás” le responde. Es algo completamente artificioso y sin sentido.

En cuanto al casting, sostengo que el casting de Julia fue completamente erróneo. A pesar de su belleza indiscutida, no se desempeña como el personaje sexy que pretende ser. Se la ve incómoda en su rol y desentona del resto del reparto. A su vez, la actuación de Natalie Portman, que fue elogiado por muchos, me pareció hasta grotesca. Ella es hermosísima, tiene una belleza cautivadora, pero hay un problema: no es sensual. O, mejor dicho, no lo es cuando lo intenta tan desesperadamente. Su desempeño no es más que un montón de gestos con la boca abierta y una mirada que intenta ser penetrante, pero termina siendo lo menos orgánico del mundo. Ella fue más sexy con doce años en El perfecto asesino o en su rol de Padme en Star Wars. ¿La similitud en estos dos personajes? Fue sexy sin forzarlo.

Por último, en esta película se puede ver una falsa complejidad emocional. Se pretende ofrecer una visión compleja de las relaciones humanas y abordar temas como: la incapacidad de los personajes para conectar emocionalmente, identidad y vulnerabilidad, la naturaleza del poder y la manipulación, el amor, la infidelidad y el deseo… pero no resulta ser más que una presentación de conflictos superficiales. Son cuatro personas, felices en sus relaciones, que por mera calentura recurren a la infidelidad y después, por simple inmadurez, terminan peleándose y gritándose, diciéndose frases que pretenden ser profundas y complejas pero que no son más que una sucesión de frases hechas vacías de contenido.

Dudo que esta película hubiese tenido la misma acogida si se estrenara en 2025, por dos motivos: mostrar como trasgresor y erótico elementos que ya fueron explotados hasta el hartazgo y subestimar al público poniendo sobre la mesa temas de conversación aparentemente complejos, pero superficiales al final.