Cónclave

Tras la muerte del Papa, el Colegio Cardenalicio inicia el proceso para elegir a su sucesor. Una premisa aparentemente sencilla, pero que rápidamente se transforma en una experiencia intrigante, emocionante e intensamente estresante.

La cinta logra retratar de manera impresionante los detalles del cónclave y los intereses ocultos que rodean a cada personaje. Se agradece que la cinta no esté enfocada en un punto religioso, pues a pesar de ser el epicentro de la historia no influye en las acciones de los personajes.

La lucha de egos se vuelve palpable no solo entre los personajes, sino también en las actuaciones de los actores, quienes brillan por las emociones que transmiten más que por los diálogos que pronuncian. Destaca Ralph Fiennes con su interpretación de Thomas Lawrence, entregando una actuación brutalmente convincente que se roba cada escena en la que aparece.

Bajo la dirección de Edward Berger y acompañada por una magistral banda sonora, la película entrega un thriller psicológico que, a primera vista, parece no mostrar grandes eventos, pero que en realidad expone todo: escándalos, misoginia, conservadurismo y, sobre todo, la fe.