A dos metros de ti

Cuando reflexiono sobre “A dos metros de ti”, lo primero que viene a mi mente es el momento en que lloré profundamente por la muerte de Poe, el mejor amigo de Stella.

Fue la primera película que logró conmoverme profundamente. A pesar de que inicialmente no tenía grandes expectativas, su desarrollo me impactó enormemente, especialmente por la muerte de Poe y el desenlace de Stella y Will.

Es importante mencionar que existe una versión literaria de esta historia, aunque nunca me atreví a leerla. Solo pensar en el dolor que podría ocasionarme me disuadió, prefiriendo quedarme con la experiencia de la película. Aunque solo la he visto una vez, el recuerdo de la escena en la que Poe fallece me impidió volver a verla, ya que en mi segundo intento esa memoria fue suficiente para quebrarme emocionalmente.

Uno de los momentos más emotivos para mí fue cuando Will organizó todo para que Stella pudiera admirar las luces de la ciudad. Al obsequiarle sus caricaturas y el dibujo que había hecho de ella, era evidente que se estaba despidiendo, un gesto que marcaba su resignación ante su futuro.

En ocasiones, me cuestiono por qué me afectó tanto la muerte de Poe. Reflexionando al respecto, recuerdo que él y Stella compartían una amistad sincera y sólida, construida en medio de la adversidad. Ambos se brindaban apoyo mutuo, y ese tipo de vínculo es invaluable. Imaginar que algo similar podría ocurrirle a un amigo cercano mío es devastador. La personalidad carismática y entrañable de Poe hizo que su partida fuera aún más dolorosa.

Una frase que quedó grabada en mi memoria es aquella que Stella expresa con gran intensidad: “Necesitamos ese contacto de la persona que amamos, casi tanto como necesitamos aire para respirar. Pero nunca entendí la importancia del tacto, su toque. Hasta que no pude tenerlo”. Este fragmento ilustra el vacío que deja la imposibilidad del contacto físico y cómo, al conocer a Will, Stella comprendió cuánto anhelaba algo que no podía permitirse.

Considero que es una película que, a pesar del tiempo transcurrido desde que la vi, dejó una huella significativa en mí. Me enseñó a reflexionar sobre los valores esenciales de la vida, como la importancia de apreciar los pequeños momentos con las personas que no están frecuentemente a nuestro lado. También me ayudó a comprender el valor de la amistad, a valorar a los amigos y a estar presente para ellos, brindándoles apoyo en todo lo que necesiten o emprendan, ya que nunca sabemos cuándo será el final de ese vínculo.

Como expresó Stella en una de las frases más impactantes de la película: "Necesitamos el tacto de la persona que amamos, casi tanto como el aire para respirar". Aunque pueda parecer trivial, estas palabras reflejan la profundidad de lo que significa perder a alguien importante en nuestras vidas. Su ausencia deja una herida que no se cierra con facilidad y nos lleva a experimentar la constante sensación de que los necesitamos siempre, como si fueran el aire que nos permite vivir.

El final de la película fue otro momento que me conmovió profundamente. Las palabras de despedida de Will, “te amo”, marcaron la última vez que lloré mientras veía esta obra. Este desenlace encapsula la intensidad de una historia que, aunque dolorosa, permanece imborrable en mi memoria.

Puntos de luz

Ilumina y aumenta su visibilidad — ¡sé el primero!

Comentarios 20
Tendencias
Novedades
comments

¡Comparte lo que piensas!

Sé la primera persona en comenzar una conversación.

18
20
0
0