Prometía una nueva visión sobre la mitología de los Autobots y Decepticons, pero terminó siendo una de las entregas más criticadas por su narrativa ridícula, su abuso de efectos especiales y su desarrollo de personajes incoherente.
Lo Bueno:
Si hay algo que Michael Bay sabe hacer bien, es ofrecer un espectáculo visual. The Last Knight no es la excepción, con efectos especiales de primer nivel, CGI impresionante y escenas de acción que, aunque saturadas, están bien ejecutadas técnicamente. El diseño de los Transformers es impresionante, con detalles meticulosos en cada robot. En especial, Optimus Prime y Bumblebee lucen fenomenales en pantalla, y los nuevos diseños, como el de Megatron y los Caballeros de Cybertron, son visualmente atractivos. La película intenta dar un giro más profundo a la historia de los Transformers, conectándolos con el Rey Arturo y la mitología medieval. Aunque el resultado es cuestionable, la idea de explorar el pasado de los Autobots en la Tierra podría haber sido interesante en mejores manos. La música de Steve Jablonsky sigue siendo uno de los puntos fuertes. Sus composiciones refuerzan la sensación de grandeza en la película, especialmente en escenas clave como la batalla final.
Lo Malo:
La narrativa de The Last Knight es un desastre absoluto. La película intenta conectar demasiados elementos sin cohesión: la leyenda del Rey Arturo, la existencia de los Transformers a lo largo de la historia, la aparición de una nueva amenaza y la lucha entre humanos y Autobots. En lugar de crear una historia emocionante, la trama se siente fragmentada y sin sentido. Se introducen conceptos como la "Orden de los Witwiccans" y el bastón de Merlín, pero nunca se desarrollan de manera satisfactoria. La película está plagada de agujeros argumentales, y muchas de sus escenas carecen de lógica o motivación.
Optimus Prime: En la mayor parte de la película, Optimus está ausente o actúa como villano bajo el control de Quintessa. Su "lavado de cerebro" se resuelve de manera ridícula cuando Bumblebee simplemente le habla.
Cade Yeager (Mark Wahlberg): Su papel es irrelevante y su arco de personaje es inexistente. Pasa de ser un mecánico en Age of Extinction a un "caballero elegido" sin explicación coherente.
El humor en la película es una de sus peores facetas. Chistes fuera de lugar, personajes que parecen salidos de una caricatura, y diálogos que rompen cualquier intento de seriedad. Si bien la acción es impresionante visualmente, hay un abuso de explosiones y caos que terminan agotando al espectador. La película parece estar más interesada en mostrar explosiones que en contar una historia coherente. Con dos horas y medio minutos de duración, la película se siente interminable. Su ritmo es irregular, con escenas innecesarias que alargan la trama sin aportar nada de valor.
Lo Regular:
Optimus Prime es decepcionante, su diseño y presencia en pantalla siguen siendo impactantes. La escena en la que lucha contra Bumblebee podría haber sido más significativa si estuviera mejor desarrollada. Aunque la acción es exagerada, algunas secuencias, como la batalla final y la persecución en la carretera, no logran ser para nada entretenidas. Los diseños de los nuevos Transformers, como los Caballeros de Cybertron, son interesantes. Sin embargo, la película no les da suficiente desarrollo.
Conclusión:
Transformers: The Last Knight es un desastre narrativo disfrazado de espectáculo visual. Aunque sus efectos especiales y diseño de sonido son de calidad, la historia incoherente, los personajes desperdiciados y el abuso de acción sin sentido la convierten en una de las peores entregas de la franquicia.
La película intenta expandir la mitología de los Transformers de manera ambiciosa, pero fracasa en su ejecución. Su guion es confuso, su humor es estupido y su duración excesiva la hace difícil de disfrutar.
En definitiva, Transformers: The Last Knight es un ejemplo de cómo una franquicia puede perder el rumbo cuando prioriza el ruido sobre la sustancia. Una película que podría haber sido grandiosa pero que terminó siendo un caos sin sentido y nada perfecto.
Mi calificación es un 2.5/10.
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