Capítulo 2 - Una selección “justa”.
Hermione platicaba muy animada con sus invitadas de esa tarde, en la pequeña terraza de su departamento de Londres.
Ginny, Fleur y Victoire tomaban té de frutas rojas y galletas de miel, mientras que Dominique, James, Rose, Albus, Hugo y Lily “jugaban” adentro de la casa.
- ¿Y por qué no ha venido Louis?
- Uy tía Hermi, con eso que en septiembre entra a Hogwarts, él y papá no se separan ni un momento, pareciera que no se verán nunca más, no recuerdo que papá se pusiera tan exagerado cuando yo entré al colegio o cuando lo hizo Dominique, pero como es “su niño”...
De pronto, en la cocina se escuchó un gran estruendo que hizo que las chicas saltaran de sus asientos.
- ¡¡POOM!!
- ¡¡Ahhh!! ¡¡Cuidado!!
- ¡¡No James!! ¿Qué hiciste?
- Le eché el polvo que dijiste Rose.
- ¡No! Yo te dije que les echaras más harina y los metieras al horno… ¡¡Pero en el otro bowl!!… No en ese traste de aluminio, no se puede meter eso al microondas.
- ¡Ya basta! Esto es un desastre, tu madre va a matarnos cuando vea su cocina.
- Pues mira Dominique, le diremos que fue culpa de la negada virtud de chef de James.
- Pues tú no pareces muy buena cocinera Rosie.
- No defiendas a tu hermano Albus, esto no tendría porque haber explotado, lo he hecho varias veces, diles Hugo… ¿Verdad que siempre preparo panecillos en este horno muggle?
- Pues sí, pero a mamá no le gusta que lo hagas sola, dice que es peligroso.
- ¿De qué lado estás Hugo? ¿Del de los niños o del de tu adorada hermana?
- Del que no le vaya a tocar castigo cuando entre mamá…
- Seguro tendremos que limpiar todo esto como muggles hermanito, mamá no va a ayudarnos con magia.

Las chicas entraron corriendo a la cocina tras la explosión y encontraron a Rose y a James completamente cubiertos de un polvo blanco y con los cabellos bastante chamuscados, además de varios trastes e ingredientes diversos regados por el suelo o proyectados en las paredes y el techo.
- ¡James! ¡Rosie!... ¿Qué pasó aquí?
- Ehh, bueno creo que metimos el recipiente equivocado al horno mamá, lo siento.
- Dominique queguida, ¿no se supone que debegrías cuidag a tus prigmos?
- Oui mamá, pero fue un error de cálculo… James cogió otro traste y no el que Rosie…
- Aquí no se trata de echarle la culpa a alguien jovencitos, el problema es que no deberían estar jugando con el horno sin la supervisión de un adulto y eso lo sabes muy bien Rose Weasley. Ahora limpien todo este desastre, quiero mi cocina impecable.
- Ah Hermione, yo les arreglaré las cejas y los cabellos a Rosie y a James, pero creo que lo haré hasta la noche en casa de los abuelos.
- Pero mamá, eso puedes hacerlo ahora…
- Sí, podría hacerlo, pero creo que si conservan esa imagen el resto del día aprenderán mejor la lección, además no pienso quitarle la oportunidad a tu padre y a tu tío Ron de que vean a sus angelitos chef “chamuscados”.

Las vacaciones eran temporadas verdaderamente divertidas en la unión de familias Weasley-Potter-Granger y anexos, tomando en cuenta que, excepto Charlie, cada Weasley tenía por lo menos un par de hijos, las casi diarias reuniones familiares resultaban grandes fiestas.
Hasta ese año sólo Ted, Victoire y Dominique asistían ya a Hogwarts y ese septiembre iniciaría Louis (hermano menor de Victoire y Dominique), pero los demás nietos todavía estaban pequeños y su lugar favorito era “la casa de los abuelos”.
Arthur y Molly Weasley llegaron a pensar que la Madriguera se quedaría muy sola el día que Ginny se casó y se fue a vivir a Grimmauld Place (aunque Percy y su esposa Audrey edificaron su hogar en un anexo de la casa), pero en realidad nunca fue así, todos sus hijos se habían dedicado a llenarlos de nietos, por lo que, desde Ted y Victoire (los mayores), hasta la pequeñita Roxanne de un año (hija menor de George), llenaban la casa de risas y travesuras, conservando a la Madriguera como “el mejor de los hogares del mundo mágico” (expresión que Harry siempre repetía).
El verano se fue “como agua”, Teddy recibió sus TIMOS (sin hacer mucha fiesta por su “Insatisfactorio” en Pociones) y el 01 de septiembre se acercaba rápidamente.
- Teddy, mañana iremos al Callejón Diagon con Bill y familia a comprar lo que requieren para el colegio, coméntalo con tu abuela.
- ¿Y no podemos ir por nuestro lado Ginny?
- Teddy mi cielo, no porque Victoire y tú hayan decidido no dirigirse la palabra, significa que no puedas convivir con los demás miembros de la familia.
- Ya sé, pero es incómodo.
- Además Louis quiere tu asesoría para algunas cosas, no seas pesado.
- Sí, tienes razón, le prometí acompañarlo a la tienda de mascotas y a las túnicas de Madame Malkin con Bill porque no quiere ir solo con Fleur, perdona mi actitud, no sé que me pasa.
- Bueno en efecto, generalmente no eres así ahijado, pero todos los adolescentes pasan por esa etapa, cierto Gin…
- Claro amor, tú fuiste insoportable a los 15 años…
- Ah pero no te puedes quejar de mi comportamiento en sexto grado ¿eh?, mejoré mucho, fue ahí cuando nos hicimos novios por primera vez.
- Ehh, podemos evitar el tema Harry… se ponen extremadamente melosos cuando empiezan a hablar de eso.
- Ay mocoso, ya caerás y entonces seré yo quien te tache de cursi Teddy Lupin…
- ¿Cursi yo? ¿Se te olvida que tengo “algo” de licántropo en las venas?
- ¿Y a ti se te olvida que tienes muuucho de Tonks? Y tu madre con su dulzura logró domar a Remus de un modo que nadie podía creer, así que mejor no hables “lobito”.
- Bueno ya chicos… ¿Ted hay algo que no esté en la lista y que vayas a necesitar?
- Ehh sí, otro telescopio, el mío sufrió un accidente antes de vacaciones, digamos que cometí el error de llevarlo a la cabaña de Hagrid y sin querer lo puse en su sillón y bueno, tu compadre dejó caer su pequeño cuerpo sobre él.
- Vaya, supongo que hablamos de una “pérdida total”.
- No tienes idea de qué tan total…
- Por cierto Gin, tenemos que llevar un día de estos a Albus a visitar a su padrino, creo que tiene fácil tres meses desde la última vez que fuimos a ver a Hagrid al colegio.
- Pues ojalá Victoire no se entere que vas al colegio porque va a organizar una “firma de autógrafos” para que sus amiguitas conozcan a su famoso tío…
- ¡Teddy!
- ¡Lo siento Ginny, lo siento!, no he dicho nada, perdón.
Al otro día desde temprano los Potter y la familia de Bill y Fleur se encontraron en el Caldero Chorreante. Después de saludar a Neville y Hannah, atravesaron los tabiques que abrían paso al Callejón Diagon.
El recorrido incluyó la visita obligatoria a la librería Flourish y Blotts, la tienda de calderos, la de pergaminos y plumas, las túnicas de Madame Malkin, la tienda de instrumentos mágicos (donde Ted repuso su telescopio), la tienda de animales mágicos donde Louis escogió a “Zombie”; un hermoso y singular gato bizco de pelaje gris y cola esponjada, la visita a Ollivander para escoger la varita de Louis y la parada obligada en Sortilegios Weasley.
- Oye sobrino y ¿no había un gato con ojos normales?
- Pues sí, todos los demás eran normales tío George, por eso me gustó Zombie, porque es diferente y nadie más lo quería.
- Sabes Bill, hermano, ya tienes una Ravenclaw, una Gryffindor y algo me dice que tendrás un Hufflepuff… ¡surtido rico!
- Pues no estaría mal si Louis queda en esa casa, estaría protegido dos años por Ted y cuando Ted salga del colegio, Louis sería como su sucesor.
- Claro tío Bill, yo te garantizo que le heredaría todos mis dominios, je, je…
- Mmm… entonces mi hermano en realidad no heredaría mucho que digamos…
- Vicky pensé que estábamos en tregua.
- Oh sí, lo olvidaba, tengo que ignorar tus comentarios tan atinados.
- No tengo ganas de discutir, mejor voy a saludar a Ron a su tienda de Quidditch. George ¿Cuánto te debo por mi “Kit Weasley”?
- Nada Teddy, sabes que tienen cuenta abierta en Sortilegios Weasley, sólo promete que no estrangularás a mi sobrina antes de Navidad y con eso me doy por bien servido.
- Entonces mejor cóbrame, no puedo hacerte esa promesa.
El 01 de septiembre llegó y ese día Harry y el pequeño James acompañaron a Andrómeda a la estación de King’s Cross para despedir a Teddy. Ahí se encontraron de nuevo con los Weasley Delacour. Bill parecía verdaderamente afligido ante el hecho de tener que despedir a sus tres hijos en el andén 9 ¾.
- Queguido, los vamos a veg en Navidad, son tregs meses solamente.
- Fleur no te hagas a la fuerte, anoche lloraste varias horas… Es que es difícil Harry, ya me entenderás cuando te toque que Lily entre al colegio y James y Albus aún estén ahí.
- Te entiendo perfecto, todavía faltan dos años para que este diablillo suba al Expreso por primera vez y ya se me hace nudo el estómago sólo de pensarlo.
- Y yo recuerdo muy bien querido Harry, cuando trajimos a mi Teddy su primer año, Ginny tuvo que ir a buscarte porque te ibas a ir corriendo de tras del Expreso.
- No me lo recuerdes Andrómeda, es que tu nieto siempre ha sido una de mis grandes debilidades, je, je, por cierto cambiemos de tema porque ahí vienen, ya acomodaron sus baúles y mascotas.
- Papá el gato de Louis y la lechuza de Teddy no se agradaron, tuvimos que colocar las jaulas muy separadas. Yo me voy a llevar a Electra cuando entre al colegio.
- Oye pero Electra es “mi lechuza”, mejor te compramos la tuya cuando sea el momento hijo.
- Mmm… ¿y me podré llevar a Kreacher?
- ¡Hey, momentito enano! Si Harry no permitió que yo me lo llevara, y eso que he insistido desde hace 6 años con lo mismo, dudo que te lo deje a ti, James.
- Ni a Electra porque es mía, ni a Kreacher porque su hogar en Grimmauld Place y no Hogwarts, así que los dos pueden ir cambiando de planes. Anda James, despídete de Ted y de tus primos, el Expreso está a punto de partir.

Los 4 chicos se despidieron y abordaron el Expreso de Hogwarts en busca de los lugares en los que pasarían el resto del día, hasta su llegada al colegio.
- ¿No vienes con nosotros Teddy?
- No por el momento Louis, yo soy Prefecto y tengo que iniciar el viaje en el compartimento de los prefectos, pero tal vez después los visite.
- Ay mira, no te preocupes Lupin, no nos va a pasar nada si no te apareces por nuestros lugares, puedes estar el viaje completo con tus “amiguitos”.
- ¡Perfecto Victoire! En realidad no tenía muchas ganas de estar sentado frente a ti. A ustedes dos los veo en la cena, suerte con la ceremonia de selección Louis.
Ted dio un gran bufido, el cabello se le tornó rojo intenso, dio la media vuelta y a grandes pasos se perdió por el pasillo del Expreso de Hogwarts, dejando a los hermanos parados frente a un compartimento vacío en el que entraron y se acomodaron.
- Vicky no es justo que por tu culpa nosotros no podamos pasar un rato tranquilo con Teddy.
- Pues si tantas ganas tienes de estar con él, ve a buscarlo Dominique.
- No es eso flaca, pero nosotros siempre nos hemos llevado bien, no nos vayas a poner entre “la varita y la pared”, no se trata de elegir entre estar con él o estar contigo.
- Está bien, tienes razón, les prometo que intentaré controlar esta situación. Louis si te tranquiliza que Ted esté aquí puedo ir a buscarlo más tarde.
- Es que me tiene muy nervioso lo de la ceremonia de selección y Teddy me iba a contar de cómo lo eligió el sombrero.
- Bueno pero eso te lo podemos contar también nosotras chaparro.
- No, pero ustedes no me entienden porque no son niños.
- ¡Ya! Quieres palabras de hombre a hombre… Mira no nos compliquemos, vamos a esperar un rato y para que Vicky no pase un mal momento, seré yo quien vaya a buscar a Teddy, para que venga a contarte del sombrero y las casas ¿vale?
- Insisto en ir yo Dominique, creo que le debo una disculpa a Lupin.
- Como quieras Vicky, pero piénsalo, puede resultar peor.
Al cabo de una hora, después de surtirse del carrito de golosinas que dejó maravillado y más relajado a Louis, su hermana mayor salió del compartimento en busca de Ted Lupin.
Aunque no de muy buena gana, la hermosa adolescente fue en busca de sus amigas Montserrat y Niccole para que la acompañaran y se dirigió al primer vagón del tren, donde se ubicaban los compartimentos de los Prefectos.
La chica arrebataba miradas a su paso ligero y delicado, caminaba como flotando sobre una nube.
Victoire Weasley era, sin duda, la estudiante más hermosa de todo Hogwarts y no era para menos, tenía la combinación genética de la belleza de Veela de su madre y la galanura de su padre (que alcanzaba a distinguirse en Bill pese a las cicatrices que el ataque de Greyback le había dejado en el rostro años atrás).
Ligeramente pecosa, cabellera larga y rubia, de expresivos y grandes ojos azul profundo, cejas pobladas, largas pestañas, labios carmesí, nariz pequeña, alta, delgada y con un cuello de cisne que le daba un porte muy especial, Vicky era el sueño de la mayoría de los chicos y la envidia de muchas de las estudiantes de las diferentes casas del colegio.
- ¡Hey Davis! Estaba a punto de salir de aquí para ir a buscarte, ¿Cómo estuvieron esas vacaciones?
- Bien amigo, gracias por preguntar… Oye Ted, creo que te buscan ahí afuera, en el pasillo está Vicky Weasley con esa amiga suya de cabello cortito, muy guapa y la otra que siempre está con ella.
- ¡Uy viejo! je, je, la de pelo cortito se llama Monse, cuando quieras te la presento, es muy agradable, no como su pedante amiga… dudo que Victoire me esté buscando, de hecho dudo que lo haga el resto de su vida, no me soporta.
- Pues insisto, mira viene directo para aquí…
Ted se levantó de su asiento algo extrañado para verificar lo que su amigo Davis le decía, en eso la puerta del compartimento se abrió y se encontró de frente con Vicky y sus amigas.
- Ehh, hola chicas, Victoire ¿Qué se te perdió por aquí?
- Hola Ted, no se nos perdió nada, Vicky vino a buscarte.
- Pensé que habíamos quedado en que vería a tus hermanos en la cena y a ti, tal vez en el año 2020…
- Lupin no vengo a discutir, al contrario, vengo a pedirte una disculpa por lo de hace rato, no debí agredirte y bueno, por favor acompáñame a ver a Louis, está nervioso y quiere que vayas con él.
- ¿Estás hablando en serio?
- ¿A caso me estoy riendo?
El muchacho no pudo evitar poner los ojos y el cabello color lila como reacción, lo que provocó la inevitable risa de los presentes, incluida la misma Victoire, así que al percatarse de su cambio involuntario decidió relajarse un poco ante la situación.
- Está bien, vamos, yo le prometí a tu hermanito que le contaría de la ceremonia, no sé porque tiene la idea de que el sombrero seleccionador “quema las cabezas” cuando te lo colocas, ese cuento seguro se lo dijeron tío Ron y el profesor Longbottom cuando le platicaron la aventura del sombrero y Voldemort en la Gran Batalla. Regreso al rato Davis, yo te busco.
Pero Teddy no regresó, una vez en el compartimento de “sus primos”, estuvo platicando con Louis largo rato, explicándole que el sombrero no se incendiaba al colocarlo en los estudiantes. También estuvo bromeando con Dominique cambiando de forma su nariz y el color de sus cejas, hasta platicó de muy buena gana con Vicky y sus amigas, por lo que el final del viaje lo alcanzó ahí.
- Chicas debo dejarlas ahora, tengo que reunirme con los demás Prefectos. Louis te veo abajo para llevarte con Hagrid, los de primero llegan al Castillo por el lago, ¡Ah! y por tus cosas no te preocupes, las encontrarás después de la cena en el dormitorio de la casa en la que quedes seleccionado.

Hogwarts lucía tan majestuoso como siempre, todas sus torres tenían las luces encendidas (incluyendo la torre de Astronomía que había sido habilitada de nuevo unos años atrás) y el sendero que llevaba desde la verja de entrada hasta la gran puerta de roble del Castillo, estaba iluminado por pequeñas esferas danzarinas de luz ligeramente azul que flotaban a modo de valla.
Los estudiantes bajaron de los carruajes y pronto se concentraron en el Gran Comedor para saludar a sus compañeros y ubicar las mesas de sus diferentes casas.
Ted acompañó a Dominique a la mesa de Gryffindor y se despidió de ella regalándole la gracia de lucir sobre su frente un par de cuernos antes de retirarse de la mesa, ya que este truco era el preferido de su “prima”.
Mientras daba vuelta hacia la mesa de los Hufflepuff y sacudía la cabeza para deshacerse de sus cuernos, desvió ligeramente la vista al frente, a la mesa de los Ravenclaw para ubicar a Victoire, quien, para asombro del Metamorfomago, lo estaba siguiendo con la mirada.
En cuestión de minutos la mesa de profesores estaba llena al igual que las 4 largas mesas de las diferentes casas. La Directora Minerva McGonagall subió al pequeño estrado central para iniciar la ceremonia de bienvenida de la noche.
- Bienvenidos jóvenes magos y brujas de Hogwarts. Un nuevo ciclo escolar da inicio hoy y todo el personal del colegio estamos muy contentos de tenerlos de nuevo aquí y de recibir a los chicos de nuevo ingreso. Justamente quiero ceder la palabra al profesor Filius Flitwick, para que dirija, como cada año, nuestra ceremonia de selección.
Las puertas del Gran Comedor se abrieron dando paso al pequeño profesor que guiaba al grupo de temerosos alumnos de primer grado, quienes se detuvieron en el pasillo central mientras Flitwick se acercaba a una gran silla de madera colocada junto al estrado de la Directora.
Con un ágil movimiento de su varita, el mago convocó la aparición del Sombrero Seleccionador, que una vez ubicado sobre la silla, empezó a entonar una singular canción…
Año con año Hogwarts abre sus puertas,
Desde hace mucho todo es normal,
Pero este año los estudiantes de las 4 casas
Van a tener algo diferente en qué pensar.
Inteligencia e intuición de Ravenclaw,
Valentía y coraje de Gryffindor,
Justicia y lealtad de Hufflepuff,
Astucia y orgullo de Slytherin.
Todas las casas tendrán que dar lo mejor,
Todos los estudiantes deberán esforzarse más,
La Copa de las Casas este año será especial
Y los puntos acumulados no será lo único que contará.
Los alumnos de primer grado probablemente no entendieron nada de la canción, pero el resto de los jóvenes quedaron un poco intrigados ante los versos del sombrero, quien después de los aplausos recibidos, inició su importante tarea anual justo con el primer nombre de la lista de Flitwick:
- Aberson Yuliana… - ¡Ravenclaw!
- Agnon David… - ¡Slytherin!
La lista se consumió al cabo de aproximadamente 32 nombres, de entre los cuales el penúltimo era Weasley Louis. El rubio de 11 años elevó el mentón y a paso firme tomó asiento. El sombrero seleccionador apenas había rozado sus cabellos cuando gritó sin titubeo:
¡Justicia, corazón y lealtad!… ¡Hufflepuff!
Ted Lupin dio un brinco de su asiento y estalló en vitoreos junto con los demás miembros de la casa, Louis corrió sonriente hacia “su primo” y se ubicó a su lado en la mesa, recibiendo las palmadas y caricias en el cabello que le daban los amigos del Metamorfomago.
Un nombre más y la ceremonia finalizó, la Directora volvió a tomar la palabra para recordar a cada uno de los jefes de las Casas (Flitwick, Sprout, Slughorn y Vector), dar los avisos de entrega de horarios, visitas a Hogsmeade, torneo de Quidditch y las acostumbradas prohibiciones reguladas por Argus Filch.
- Antes de finalizar mi discurso y dar inicio al banquete de bienvenida, quiero retomar un poco lo que nuestro querido Sombrero Seleccionador mencionó en su canción de esta noche.
Como todos saben, las 4 casas regulan puntos anuales en sus relojes contadores de gemas, las que aumentan o disminuyen con sus aciertos y sanciones. Estos puntos son los que designan a la casa merecedora de la Copa al final del ciclo escolar.
Pero este año esos puntos sólo serán parte de la manera en la que las casas aspirarán a la Copa, ya que estamos celebrando los 1020 años del colegio y queremos hacerlo con algo especial.
Cada mes se publicará en las salas comunes un “reto” diferente que consistirá en diversas pruebas con las que se evaluarán desde conocimientos, habilidades, destrezas, creatividad, etc. y las casas deberán organizarse para competir por ser las ganadoras mensuales.
Las bases de cada mes serán diferentes y el modo de calificar a los ganadores también, pero se les informará con tiempo. Mucha suerte a todos y recuerden que el trabajo en equipo les hará aprovechar las características que distinguen a cada casa. Sin más bla, bla, bla… ¡Qué comience el banquete!
Como era costumbre las mesas se llenaron mágicamente con charolas llenas de diversos panes, legumbres, jamones, quesos y platillos de pavo, res y pescado, además de jarras de agua, leche y zumo de calabaza.
- ¡Wow! ¿De dónde sale tanta comida Teddy?
- De las cocinas, están en las áreas bajas del Castillo, cerca de nuestra sala común y son territorio de los Elfos, por ahí llega Kreacher cuando viene a visitarnos.
- ¡Oh! Todo se ve delicioso, no sé por dónde empezar.
- Te recomiendo que te prepares un gran emparedado con el pan de tomate, el puré de papa y el estofado de res, con un poco de ese provolone que está delicioso.
- ¡Mmm! Suena muy bien, pero creo que me haré dos…
- ¡No Louis!... no te llenes del todo porque falta lo mejor… al final del banquete ¡aparecen los postres!
- ¡Genial!... Ted… ¿Entonces esto de los retos no se hace cada año?
- No, esta vez es diferente, parece que tu año de bienvenida será intenso, pero ya verás que nos vamos a divertir, sólo espero que con esto de la competencia de casas tu hermana no intente matarme.

Al final del banquete los Prefectos guiaron a los alumnos de primero a sus dormitorios y nuevamente Louis caminaba a un costado de su primo que los llevaba a la sala común de Hufflepuff.
Ted Lupin siempre se había caracterizado por ser una mezcla de simpatía y responsabilidad, hecho que demostraba en ese momento, para impresionar a los alumnos de reciente ingreso, iba luciendo un par de brillantes ojos amarrillos, larga cabellera platinada y una singular cola de primate, la cual dejó asomar debajo de la túnica una vez que habían salido del Gran Comedor y estaban lejos de la vista de los profesores.
La sala común de Hufflepuff era un lugar muy acogedor, una especie de bodega muy cerca de las cocinas del colegio.
A ella se tenía acceso a través de un cuadro de un paisaje campirano muy hermoso, donde una bella pastorcita controlaba el acceso. En su interior se apreciaban muchos colgantes amarillo con negro, estandartes de tejones, enormes y cómodos sillones y puffs de todos los colores, mesas de diferentes tamaños y una peculiar chimenea redonda y amarilla. El lugar estaba rodeado por varias puertas redondas como tapas de barriles, que eran accesos a los túneles subterráneos que llevaban a los dormitorios. Los Prefectos y los alumnos de primero llegaron al cuadro de entrada.
- Compañeros espero que se hayan aprendido el camino, es fácil, pero una vez aquí el acceso a la sala común de nuestra casa depende de su manera justa de ver las cosas. Les presento a “La Pastora”, ella es la vigilante del cuadro que da acceso a nuestra sala común y para lograrlo deberán contestar al planteamiento que les haga, sólo una respuesta justa la hará abrir la puerta. Buenas noches Pastora, traemos a los de primero.
- Buenas noches Prefectos: Si un amigo te comparte la mitad de una pieza de pan y una vez hecho esto, accidentalmente se le cae su mitad en el lodo… ¿Qué procede?
- Mmm… Procede lo mismo que él hizo conmigo, compartir la mitad de mi mitad de pan con él…
- Es una acción justa, pueden pasar.
- Vamos chicos, les enseñaré la sala y los llevaremos a sus dormitorios.
- ¡Wow Teddy, este lugar está genial!
- Sí, nuestra sala común es verdaderamente cómoda y acogedora Louis.
- ¿Todas las salas comunes son así?
- No, pero ésta es la que más me gusta. La de Slytherin no la conozco ni me interesa. La de Ravenclaw no me gusta, es una especie de sucursal de la biblioteca combinada con la sala de trofeos, un poco seria y fría a mi gusto y la de Gryffindor está muy bien, pero no es tan cómoda como la nuestra, tiene un estilo más clásico. Aquí la verdad estamos mucho más relajados.
Bien chicos síganme, los llevaré a su dormitorio, es por esta puerta, ese túnel va directo a su cuarto y las chicas sigan a July por favor.
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