¿Podré respirar sin tí?, ¿Esto es, necesidad o amor? - Final (in)feliz.

-¿Final feliz?, ¿Amor verdadero?-

Esas cosas no existen, bueno…..

Al menos para estos dos protagonistas era así.

Quien diría que tarde o temprano eso estaba por revertirse, pero hey, esto no es una historia feliz, de amor, cliché… O bueno un poco si.

Está es la historia de Mateo y Milena, ambos con M, ambos, de lo que ellos mismos denominan, “mundos diferentes”, pero que sin saberlo se unen y descubren que tienen más cosas en común de lo que creen, pero ¿Eso que tienen en común, será suficiente? ¿Eso en común, qué es realmente?

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Milena; Una chica feliz, digamos la más alegre del instituto. Ella era literalmente la chica perfecta de cualquier chico, todos querian salir con ella, se llevaba bien con todos y siempre irradiaba luz.

Su vida esta planeada… se graduaría con honores de la secundaria (aunque faltarán aún dos años), estudiaría medicina, saldría con un universitario y todo iría bien, obviamente una chica como ella no podía ir mal.

O bueno se suponía que debería ser así.

Basto un año para que eso cambiará y el responsable tiene nombre y apellido: Mateo Rider.

Mateo; Un chico callado, egoísta, un poco agrandado. No le interesa nadie, pero él si es interesante para los demás, en especial para las chicas del instituto, pues era jugador de fútbol americano, algo que subía su estatus de popularidad, además, ser el chico callado e inteligente provocaba mayor misterio. A él realmente eso no le importaba, solo quería graduarse para irse a la mierda de ese lugar, específicamente de su padre.

Él tuvo dos intentos de s#ici#io. Lo sigue intentando, pero aún no se anima a dar el paso final. Una vez fue en la bañera, en la siguiente utilizó una soga, pero su hermano lo encontró.

Así que así es Mateo, su vida no tiene sentido.

O bueno, tenia.

Vio su esperanza en una chica totalmente opuesta a él, llamada: Milena Brian.

~~~ Comienzo;

- Uff Mateo y Milena….? Mmm como decirlo?

- Una explosión.

- Exacto. Un artefacto o una máquina que sabes que en cualquier momento va a detonar.

- Y provocar una catástrofe.

- suspiro cansado - Si, eso mismo. Una catástrofe. -

Bueno, eso es lo que piensan los amigos de él sobre su “seudo relación”.

- Está enamorado…..

- No lo está, solo es depresivo y piensa que hay una salida, una esperanza en ella.

- Ella lo está.

- Si, ella sí. Él no.

Y eso piensan las amigas de ella.

¿Que grupo de amigos/as está en lo cierto? Mejor dicho… ¿Hay alguien que tenga razón?

Eso no lo saben ustedes, no lo sé yo, no lo saben ellos, ni siquiera Mateo y Milena.

~~~~ “Juntos”

Mariposas y rosas. Eso es lo que siente ella mientras él toma su mano al entrar al instituto. Ignorando completamente las marcas en sus brazos.

Paz. Eso siente él.

- Hoy tengo física, no hice el trabajo. Nose que voy a hacer si me preguntan algo - sonríe mientras balancea sus manos juntas.

- Yo tengo práctica. No me interesa mucho lo que diga el entrenador si te soy sincero.

Se ríen, o bueno ella lo hace. Él la mira, respira profundo y camina.

Todos en el instituto lo saben. Creo que hasta ellos mismos lo saben pero no hacen nada al respecto.

Ambos se lastiman.

- Bueno, me voy - suelta su mano sin más, ella se queda mirándolo - No quiero llegar tarde a clase de literatura. - Desaparece por el pasillo dejando a una Milena tragando saliva fuerte y cambiando su mirada a una más triste, en la entrada del instituto.

Todos la ven, pues ella es hermosa y muy llamativa, pero no es solo eso, no es por ser atractiva e hipnótica que la observan, sino…. Que lo saben, saben que se está rompiendo, la que solía ser una chica carismática y positiva, ahora respira, se alegra, ríe y vive cuando está junto a su novio. Pero… cuando él se va, nada tiene sentido.

Es como si, en un principio, cuando están juntos, el cielo estuviera azul brillante, el sol en su máximo esplendor, el verano sintiéndose en el ambiente. Y cuando se separan el cielo azul comienza a desaparecer por las nubes grises y oscuras que la opacan, las ráfagas de viento entran por las puertas y calan los huesos de los que por allí caminan. Ella se siente así, negativa, oscura.

Camina desviando la mirada de aquellos que la ven con lastima. Ella no entiende que fue lo que pasó, que fue lo que cambió. Observa a sus amigas, que le sonríen con lastima desde lejos, se acercan.

- Hey Mile, cómo estás? Hace mucho no te vemos, no fuiste a la pijamada del sábado. - dice Leía mientras caminan a su lado.

- Ah.. es que estuve ocupada.

- Hace tres sábados que estás ocupada - está vez habla Mía, quien no deja pasar sus excusas.

- Sh Mía -

- Es que, sinceramente, no podía salir. Mi madre últimamente está encima de mi todo el tiempo y también quedó con Mateo, saben que él quiere salir siempre los sábados.

- Si, lo sabemos, pero y tú?

Milena la mira deteniendo sus pasos.

- Yo qué?

- Digo, siempre dices lo que a él le gusta, pero y tú? Que te gustaría? No quieres estar con nosotras tu también? Él está con sus amigos los viernes por la noche, podría estar contigo, y así el sábado vienes con nosotras. ¿No crees? - Leía trata de escarbar en lo poco que queda de su antigua mejor amiga.

- No lo sé…. - desvía la mirada al suelo.

- Mile tú tienes que poder hacer lo que quieras también - sigue Mía levantando suavemente el mentón de Milena - Escucha, nosotras este sábado nos reuniremos en casa de Leía, nos gustaría que vengas. Te extrañamos de verdad.

Milena sonríe asintiendo a sus amigas, quienes le sonríen y toman su brazo para caminar rumbo a clase.

Pero ella en realidad no lo sabe. Se siente confundida, extrañará a Mateo el sábado, pero también quiere estar con sus amigas.

~~~~Por otro lado…

- Hey viste como te miro Gina?

- Estoy seguro de que le gustas.

Esos son Ryan y Liam, amigos de infancia de Mateo.

- Sí, la ví - miro de reojo hacia donde esta la susodicha y le sonrió de lado.

¿Por qué lo hace? Ni siquiera él lo sabe. Es todo parte de un mismo juego; mantener el estatus.

Tenía novia, sí. Eso incrementaba su orgullo. ¿La quería? Por supuesto que sí, Mile era extraordinaria.
Pero.... ¿La amaba?
No. Tal vez en algún momento se lo planteó, pero él sabe cuál es la respuesta. Si "amor" significaba "paz" entonces sí, se podría decir que Mateo se sentía pacífico a su lado, en su zona de confort, además tenerla cerca era adictivo.
Si pasaba mucho tiempo sin ella, recurría a las auto lesiones. ¿Eso es amor?
La respuesta es clara. No.
Es necesidad.
Mateo necesita a Milena a su lado para no sentirse solo y vacío otra vez.
Eso es, necesidad.

Pero quién podría decir que no es amor, si se conocieron, tuvieron citas, se besaron, tuvieron sexo y se dijeron "te quiero". Él final feliz estaba ahí.
¿Que fue lo que pasó entonces?, ¿Había, realmente, un final feliz?, ¿Eso, acaso, existía?, ¿Por qué no se sentía como un final feliz?, ¿Acaso amar es necesitar al otro al punto de no poder estar bien sin él/ella?

Mateo dejo de pensar y en el momento en que Romina, la porrista del equipo, se sentó sobre sus piernas, volvió a la realidad.

- ¿Quieres venir a mi casa hoy? Mis padres no están - masajea sus hombros con intimidad.

- No lo sé.... No soy un chico tan fácil - Mateo apoya sus manos a los lados de la pierna de la chica encima suyo.

Él es consciente de que Milena está en el salón de enfrente, que probablemente ya lo había visto o alguna de sus amigas lo hizo. Pero él sabía que ella no haría nada, y eso le gusta, saber que él tiene el control.

- En los baños después del partido no decías lo mismo.
- Bueno, me agarraste desprevenido.

Ambos acercan sus bocas peligrosamente.

- RIDER.

Esa voz la conocía bien.
Mia. La amiga de su novia.

Romina se levanta de encima suyo y vuelve a su sitio mirando mal al par de muchachas en la puerta del salón.

Las miro con la mirada cansada, mientras escaneo el físico de ambas. Nada mal, pero no mejor que Milena.

- Si?

Ambas se acercan a mi escritorio haciendo que mis dos amigos huyan, pareciera que botaran humo de sus cabezas. Se ven sexis enojadas. Tenía que admitirlo.

- ¿Que mierda crees que estás haciendo? Sabes bien que nuestro salón es en frente y que Milena te puede ver, podrías no ser tan escandaloso con tus infidelidades. -
Mía no se guardaba nada. Leía permanecía a su lado, sabe que su amiga lo tiene todo controlado.

- ¿Ella les dijo que me reclamarán?

- Ella no tiene por qué saber las estupideces que haces a sus espaldas .

- ¿Y quién dijo que era a sus espaldas? Ustedes mismas lo dijeron, sé que ella está en el salón de enfrente y sé que perfectamente puede verme.

Ambas me miran desconcertadas, hasta veo terror en sus ojos.

- ¿Que clase de persona de mierda eres?

- Bueno, para empezar soy el novio de su amiga. Y si ella quiere decirme algo que venga y me lo diga, que no envié a sus perritos guardianes al rescate. -

Me levanté dispuesto a buscarla. Ambas chicas siguiéndome por detrás. Una vez en su salón, la visualizo mirando por la ventana.

- Milena - digo fuerte y claro, ella voltea, tiene los ojos llorosos. Prueba de que sí, me había visto con Romina.
- Ven conmigo.

No espero a que me siga y me dirijo al patio trasero, dónde no hay nadie, sé que ella me sigue, siempre lo hace.

- ¿Que pasa? - pregunta una vez que estamos solos.

- Tú dime. ¿Por qué mandas a tus amigas a decirme lo que vos no te animas?

- No es eso, yo no les dije nada. - me mira a los ojos con terror.

Me pone mal verla así, antes me miraba con luz, ahora solo hay miedo.

- Ven aquí - extiendo mis brazos hacia ella, quien inmediatamente se deja envolver en ellos - Lo siento.

- No tienes qué sentirlo. Sé que con ellas solo juegas, conmigo vives. - mira directamente a mis ojos.

Puedo ver sus pecas desde acá y wow, me había olvidado lo hermosa que es.

- Exacto, tú me haces vivir - rozo mi nariz con la suya - Si tú no estás, mi mundo se cae - apoyo mi cabeza en la de ella y ambos cerramos los ojos dejando que el viento nos envuelva.
- Viste mis brazos, cierto? - ella asiente - Bueno, eso ocurre si no estamos juntos, no respiro sin tí. Este sábado ven a mi casa - le sonrió mientras acaricio su cabello.
Ella asiente, totalmente hechizada por los ojos verdes de Mateo.

Milena sabe que es su culpa que Mateo se lastime a si mismo, y ella no quiere eso.
Mateo no puede estar sin ella, aunque no hablen, aunque se queden mirando el techo de su habitación, acostados en el patio, escuchando música en la cama. No le importa, él la necesita constantemente.

Mateo dice. Milena obedece.
Milena no lo vé. Mateo desaparece.

¿Que pasara con Mateo cuando Milena no lo pueda ver más?
¿Que pasara con Milena cuando Mateo se recupere o encuentre a alguien más?
¿Ambos saldrán heridos? ¿O uno solo? ¿Quién?

Al fin y al cabo. Mateo y Milena tuvieron su "final feliz"; son novios, se quieren, se necesitan.... Tanto al punto que no pueden respirar sin el otro. (Literalmente)

Por dentro ambos lo sabían, no podían vivir sin el otro, pero si ese día llega, ¿Que pasaría?, ¿Se asfixiaron en la ausencia de “amor”?, ¿Acaso deberían seguir juntos, aunque eso signifique cargar con el peso del otro?. ¿Es, realmente, una relación de amor?, ¿O es una dependencia emocional?

Se aman, pero se odian, su dependencia es disfrazada de amor, ya que así, es más fácil entender.

Si ambos supieran que su “unión”, “su relación”, los consume en vez de salvarlos…. ¿Seguirían en el mismo lugar?

Cuando leemos o escuchamos “y vivieron felices para siempre” es mentira. No existe un final feliz, existe un final. Pero, ¿Feliz? De eso nos encargamos nosotros, pero no siempre será feliz. Sino lean a Mateo y Milena, ambos provienen de lugares diferentes; una alegre y radiante, el otro oscuro y soberbio, tuvieron citas, se reunieron por “amor”, oficialmente son novios….. ¿Y ahora? En ese “final feliz” se destruyen, apagan la luz del otro/a, llevan al otro/a a hacer cosas que no haría. Si quieren leer un final feliz, bueno es ese. Son novios, se quieren. Final feliz. Pero en el fondo se detestan, aunque no puedan vivir sin el otro.

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