3096 DIAS...

Una historia escalofriante..

¿Qué significa 3096 días? es una de las historias mas perturbadoras que he podido percibir, no por su efectos especiales, no por presupuesto, sino por llevar la historia de una niña raptada y sufrida que vivió un suplicio día por día 08 años con un raptor el cual le impedía los derechos mas elementales de un ser humano.

No es una película comercialmente rentable de hecho, no es siquiera atractiva para ciertos críticos a los que no les gusta el cine de realidad.

Sin embargo, ponemos en relieve la frase celebre: “La realidad supera a la ficción”. Para denotar un análisis sobre aspectos relevantes de nuestra historia a continuación.

La sinopsis que oferta JUSTwatch es clara: “Basado en el caso de la vida real de Natascha Kampusch, la niña austriaca que fue secuestrada y mantenida en cautiverio durante ocho años. El 2 de marzo de 1998, Natascha, de diez años, iba camino del colegio en Viena cuando fue secuestrada por Wolfgang Priklopil, un técnico de telecomunicaciones en paro de 36 años, que la raptó y la ocultó en un zulo de seis metros cuadrados, oculto bajo una puerta acorazada y bajo el garaje de su casa. Fue el principio de uno de los casos policiales y mediáticos más comentados de la última década.”

Pero, no es solo contar la historia, porque ¿Cuáles son los efectos que causa en la población una historia como esta?, ¿Cuál es el trauma que procesa el secuestrador en esta historia? ¿Sufrió realmente Natascha Kampusch el síndrome de Estocolmo?

Antes de responder tales inquietudes, es necesario que dividamos esta historia en semi partes que la constituyen en el todo. Lo primero es que ya establecido que es una historia real, en escena se busca vincular el personaje la representación mas fiel de los hechos, sin embargo, es posible que en las mismas se omitan detalles trascendentales que arrojen luz sobre el comportamiento del secuestrador como el razonamiento de la víctima.

Observada por un capanga social; la niña que comúnmente viaja con destino a su escuela simplemente un día no puedo llegar, pues comenzó en una primera etapa a ser criada por un individuo que la preparaba para ser su esposa del futuro, cohercionandola y controlando sus pensamientos con frases que retumbaban en su cerebro logrando con esto un estado de sumisión a plazo.

La joven que representada en la actriz Antonia Campbell-Hughes y que dicho sea de paso rebajo su cuerpo para este papel a una condición alertadora, muestra en las escenas un manejo de inteligencia por lo que deduzco en su espectro físico y mental una lucha por la supervivencia. La búsqueda nunca se detuvo en conjunto con una investigación abierta y permanente.

El por su parte en la escena se ve en la entrada que su madre es controladora a altos extremos, que lo menosprecia y menoscaba, En la película estos datos no quedan especificados si fueron reales o invenciones del guion para llenar con escenas espacios vacíos o buscando el modo de tratar justificar las acciones subsecuentes como raptor, dado que el siendo único opresor se suicida al verse descubierto cuando por fin Natascha reunió fuerzas para escapar 3096 días después, en este caso en el filme no vemos contacto de la victima con la madre del raptor y por tanto concluimos que esto podría ser una hipótesis sobre la causa y efecto de este hombre de 36 años querer cohesionar a una joven mujer tanto como lo hacia su madre. Sin duda alguna sabemos que después de llegar al desenlace se abrió una investigación que arrojo luz sobre todo lo sucedido en aquel presidio al que fue sometida Natascha.

El secuestrador siguiendo la línea grafica del filme, manifestaba la representación de los jóvenes cuyos padres limitan su acceso a la vida real impidiendo conocer el mundo por sus propios medios sino mas bien bajo la estricta supervisión y mentoría de una madre impositiva, reacia y radical. ¿Qué habría sido de la figura paterna de este individuo...?

La criminalística arroja ciertas características del perfil del secuestrador tales como frialdad, alta peligrosidad, insensibilidad, agresividad, egocentrismo, indiferencia afectiva y la manifestación de conductas antisociales, Al disponer totalmente de la libertad, la integridad y la vida misma de la víctima, el delincuente exhibe violencia, con objeto de demostrar su fuerza y su decisión de destruir, frente a la desprotección de la víctima. El secuestrador asimila los padecimientos, súplicas y ruegos del secuestrado como si se tratara de hechos aislados, con una aparente insensibilidad, y suele utilizarlo para controlarlos, someterlos y lograr su objetivo final.

De acuerdo a la biografía Wolfgang Přiklopil y según sus compañeros de trabajo, era misógino, y no había tenido muchas relaciones directas con mujeres. De adolescente había sufrido acoso escolar, y según estudios psicológicos, puede haber sido causa de una perturbación en el cerebro.

Tal como nos lo preguntamos en el inicio, los efectos que si bien no son asqueantes son dramatizados muy certeramente las vivencias que según la propia victima narro a los medios que revivió sus vivencias.

La misma Natasha revelo en algunas entrevistas que no sufría de síndrome de Estocolmo, pues en el fondo tenia clara la división mental de que ella no pertenecía al circulo en el que estaba sumergida, sin embargo en varias declaraciones se le escucha decir que tuvo relaciones sexuales voluntariamente, que el llevaba de en cuando en vez algún vestido, y un bizcocho para el cumpleaños, la continuo instruyendo en la lectura y le siguió enseñando cosas medianamente realizables, sin embargo, aquí nos preguntamos si no fue mas que un comportamiento adquirido como método de defensa para poder coexistir con el esbirro que contenía frágilmente en sus manos su vida y libertad, pues duraba días sin comer, sin ropa, sin poder ducharse, en un sótano sucio, descuidado, oscuro, encerrado, aguanto palizas, dolores, maltratos, aberraciones, vejámenes de un individuo que no conocía mínimamente la conciencia humana y todo esto siendo de niña, adolescente y posteriormente ultrajada sexual e intelectualmente.

Las escenas no son claramente obscenas, cuidan la dramatización de la sobreactuación, manejan tiempos y espacios distribuidos en un proceso cronológico, el final del victimario suicidándose al final de la trama solo revela la cobardía y tozudez de un individuo que quiso proyectar sus terribles inicios vivenciales en una niña que aquella mañana de 1998 tuvo la mala suerte de haber sido su víctima.

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