"Better Man: Ningún inútil, nada más y nada menos que un gran líder de escenarios" Spoilers

Robert Williams, más tarde conocido como Robbie, es un jovencito que vive con su familia en Inglaterra. El chico se siente poco apto para cualquier cosa, lo que supone un problema tanto para su autoestima como para la delicada edad que atraviesa. El joven disfruta de cantar los clásicos de Frank Sinatra y sus compinches, junto con su padre, Peter Williams, o Conway, un “showman”, que pulula por antros para sacarles sonrisas amplias a comensales. Tras la desaparición sin rastro de aquella figura admirada, la posibilidad de unirse a una banda juvenil musical se erige como la gran chance de Robbie, que deberá evitar que sus demonios fagociten su gran potencial.

“Better Man”, dirigida por Michael Gracey, director de “The Greatest Showman", y productor de ”Rocketman", y escrita por el propio Gracey, junto a Oliver Cole y Simon Gleeson, nos presenta una biopic del cantante y compositor Robbie Williams. Desde el inicio una particularidad sorprenderá a propios y ajenos: El protagonista es un mono creado con CGI. Ello se debe a lo expresado por el propio artista a que él se siente un poco menos evolucionado que otras personas. Lejos de ser una rareza molesta, por el contrario, resulta ser una interesante forma de adaptación del personaje.

El film se erige como un drama -,aunque no reniega del humor-, con fuerte presencia del musical. A lo largo de toda la historia, que abarca desde los inicios del susodicho en el conjunto “Take That”, hasta su carrera solista, somos testigos de varios números musicales, de canciones relevantes en la vida de Williams, desde “Angels”, “Rock DJ”, “She Is The One”, hasta la propia “Better Man”. Si hubiera que destacar una secuencia es precisamente la que contiene a “Rock DJ”, cuya interpretación, en el escenario de una gran ciudad, es magistral.

Mientras van sonando los temas que marcaron su vida, el hombre debe lidiar con los excesos, problemas y dilemas que atraviesan su existencia. Las noches eternas tras cada espectáculo podrán saciar parcialmente su sed de falsa paz, pero su procesión interna eventualmente hará mella en él. El ego, el tremendo ego se mezclará con esa sensación de sentirse poco bueno para nada, con la mirada ajena como costal de sus traumas. Pero, el mencionado sabe de su potencial, sabe que puede triunfar en un mundo designado para pocos, aunque deberá reaccionar a tiempo y reconocerse frente al espejo, antes de quedar sumido en tinieblas de las que es muy díficil salir. Quizás por ello lo vemos como un primate, como representación de todo ello, pero, cabe la pregunta, ¿Es él el que verdaderamente está menos evolucionado respecto del resto?

La familia juega un papel importante en Robbie. La abuela es una figura fundamental, cariñosa y presente, siempre dando en la tecla de lo necesario. Por su parte, la madre apoya, en tanto que la relación más conflictiva es con su padre. La ausencia repentina de la figura paternal golpea fuerte a cualquier alma, y Williams no iba a ser la excepción. ¿Puede ser subsanada la cobardía del abandono? ¿Más aún cuando el “regreso” se da, en circunstancias de lucro? El apego familiar, junto con el posible perdón, son claves para reconstruir un vínculo roto, aunque sea de a pedazos, desde el inesperado adiós. De todas formas, la mano de la redención está disponible para cualquier ser humano, y si Peter Conway se anima a estrecharla, hay una esperanza muy factible para su espíritu.

“Better Man” obtuvo una nominación como Mejores Efectos Especiales, en los últimos Oscars. Tal vez el “efecto” hubiera sido una mención como Mejor Director o Mejor Película, ya que este largometraje tiene y tenía todos los galones para competir de igual a igual o incluso con más mérito que las últimas películas en boga. Aunque ya sabemos como es la Academia. Al fin y al cabo, todo es subjetivo, ¿No?.

El propio Robbie Williams narra la cinta en off, mientras que las canciones según el caso son cantadas tanto por él como por Adam Tucker, en buena forma. Jonno Davies le pone gratamente la voz y la captura de movimiento al protagonista y Carter J. Murphy es la voz del personaje principal en su versión más infantil. El elenco incluye a Steve Pemberton como el papá de Robbie, Alison Steadman como la abuela, Kate Mulvany como la madre, Damon Herriman como el manager de Take That, Raechelle Banno como Nicole Appleton, entre otros.

De aquel chico que comía pasto y barro tras caerse cuando jugaba al fútbol, a ser un artista exitoso, creativo y millonario hay un solo paso: El más díficil de todos, el de abrazarse a si mismo y acallar esas voces inevitables que en ningún caso definirán la esencia de la persona actual y por ser.

Puntaje: 8 de 10

Guillermo Bruno

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