El Reflejo de Jinx: cuando lo que tocas se hace pedazos

Arcane es una serie famosa, sobre todo por el personaje de Jinx, una genio en su universo y gran combatiente. Representó la esperanza para la gente de Zaun, pero yo creo que soy como ella por la otra cara de su moneda. Desde niña, fue comparada con su hermana mayor, quien le dio su amor y apoyo. Jinx quiso corresponder a esto, quería ser útil y demostrar que podía ayudar a los demás, que los quería y daría todo por ellos.

Yo siempre intenté demostrarle a mi madre que la quería, que quería sanar sus heridas, pero la realidad, al igual que con Jinx, fue otra. Con cada paso que di, me alejé más de mi familia, y al intentar arreglar las cosas, solo empeoré todo. Lastimé a los demás y recibí el odio de quienes más admiraba. Recuerdo cuando Vi le dijo a Jinx que no era su hermana, un momento que quebró aún más su alma. Desde ese momento, Jinx se convirtió en lo que intentaba esconder: la mala suerte. Alguien que solo causaba dolor a su alrededor, de modo que todo lo que tocaba se rompía.

Al igual que Jinx, intento ayudar a mi padre o a mi abuela, pero lo único que logro es hacerles daño con mi presencia. Aunque no lo quiero así, solo causo problemas en donde voy. En cada casa en la que he estado, siento que llevo la "mala suerte". Mi mayor deseo es huir de todo, encontrar un lugar donde no cause más daño.

Cuando Jinx trabajó con Silco, ella se vio atrapada en un ciclo de desesperación. Aunque era una persona capaz y brillaba con sus invenciones, sus decisiones no siempre eran las correctas. Jinx fue empujada a hacer cosas que no quería hacer, pero sentía que si lo lograba, podría finalmente encajar en algún lugar. Silco representaba una figura de autoridad para ella, alguien que le ofreció un propósito y un sentido de pertenencia en un mundo que siempre la había rechazado. Sin embargo, a medida que Jinx comenzaba a trabajar con él, las consecuencias de sus acciones se volvieron cada vez más catastróficas. Las misiones que ella llevó a cabo con Silco no solo causaron caos en Zaun, sino que también intensificaron el conflicto dentro de sí misma. Por cada error cometido, se alejaba más de sus principios, perdiendo un poco de la niña inocente que una vez fue.

Vi intentó salvarla, pero Jinx ya había pasado demasiado tiempo en el caos, tanto fuera como dentro de su mente. Caitlin, una mujer perfecta en todos los sentidos, representaba todo lo que Jinx no podía ser: equilibrada, hermosa, y con una vida aparentemente perfecta. El contraste entre Caitlin y Jinx solo agravaba sus inseguridades. Cada vez que veía a Caitlin, Jinx sentía que su propia oscuridad y defectos la consumían aún más. El amor que Vi le tenía no parecía suficiente para salvarla, porque Jinx no podía dejar de verse como un monstruo, una persona incapaz de ser amada.

Ese odio hacia sí misma fue lo que la llevó a cometer uno de los actos más desgarradores de su vida: matar a Silco. La figura que en un principio representaba su salvación, terminó siendo su perdición. Fue una acción desesperada, un intento de controlar su propio destino. Sin embargo, este acto consolidó aún más su imagen de "mala suerte", la cual siempre había tratado de esconder. La bomba que lanzó simbolizaba el caos en su mente, la explosión de emociones reprimidas que finalmente destruyeron todo lo que quedaba de Powder.

Después de la muerte de Silco, Jinx tocó fondo. Estaba completamente rota por dentro. En ese momento, la vida pareció perder todo sentido. Pero, por casualidad, encontró a Isha, quien le dio una pequeña chispa de esperanza. Isha le mostró que no todo en el mundo era dolor y destrucción. Le enseñó a ver el mundo de manera diferente, a reconocer que podía ser más que solo "la mala suerte". Jinx por fin sintió lo que era ser amada, no por su poder o lo que podía hacer, sino por quién era realmente. Cuando liberó a la gente de Zaun, por un momento, sintió que había hecho algo bien, algo que podía ser apreciado. Fue como si, por primera vez, Jinx pudiera vivir sin causar daño, aunque ese sentimiento fuera fugaz.

Yo intento hacer lo mismo cada día para que las personas me quieran más. Ayudo en distintos trabajos o cuido a mis primos, para intentar aminorar el dolor que traigo conmigo, aunque no siempre salga bien. Fue una Jinx decidida a acabar con todo hasta que Ekko la convenció de que aún hay algo que hacer por los demás. Cuando estuve en una situación parecida, aunque parezca raro, quien me convenció de lo contrario fue mi perrito. Él estuvo allí, con su mirada, diciéndome que sin importar qué, él me querría. No puede hablar, pero no lo necesita para hacerme entender que quiere que lo siga cuidando. Él puede ser mi razón para seguir adelante, así como Ekko tampoco necesitó muchas palabras para convencer a Jinx con su compañía.

Al final, Jinx se sacrificó, pero hay muchas teorías que dicen que podría estar viva. Dicen que huyó en el dirigible que tanto admiraba desde niña, a encontrar paz sola, recorriendo el mundo, sin estar cerca de los demás para no seguir hiriéndolos. Eso es algo que aún no hago, pero también anhelo: escapar en un velero, recorrer todos los mares que pueda, tan lejos, donde las cosas no se hagan pedazos a mi alrededor.