Con amor, Simon - Un personaje con un gran secreto que guardar.

Una persona común, en un barrio común, con una crianza común, con un destino marcado por el pasado, con oportunidades autogestionadas, con apodos infundidos y con un secreto que hace especial cada segundo de mi vida porque, literalmente, podría cambiar el mundo (bueno, en realidad mi mundo) para siempre.

Me representa el personaje de Simon en esta obra de arte de película porque recoge, a grandes rasgos, las fases de una personalidad bastante parecida a la mía mientras me rodeaban de amigos, empezaba una etapa crucial de mi vida y mientras todo el universo conspiraba y desde que nací lo hacía para que yo tenga que cargar con un secreto que me rompía por donde a cada momento y que me aliviaba de vez en cuando. Sencillamente soy normal y típico dentro de mi vida completa.

Simon, al igual que yo afronta su realidad con optimismo, se enfoca tanto en describir aquello que le sucede como algo típico que no tiene tiempo para lamentos, no se queja cuando se ve a través de los ojos de los demás y nunca reprime un sentimiento de empatía porque reconoce que el mundo está roto y cada persona enfrenta su infierno en diferentes medidas. Al igual que Simón yo tengo un enorme secreto y no se puede dar a conocer a la ligera. Todo mi mundo cambiaría si eso pasa. Cada espacio de esta reafirmación de identificación donde mencione a Simon estaría perfectamente reemplazado por el pronombre “yo” y sería igual, ¿De acuerdo?

Simon, identifica cada punto fuerte de su vida y se sumerge tanto en ellos que no repara en que tiene un secreto, se siente preso de todo lo que ocurre en su mente y por eso huye. Simón habla desde el corazón y reporta que todo en su vida es normal y vaya que lo es. Todo es normal.

Simon se hace acompañar de amigos que van desde etapas tan cruciales y de mucho tiempo que casi es como estar con él mismo pero en otra piel y al mismo tiempo ha conectado con otras personas, recientemente, que se sumaron sin requisitos claros a su aventura de vida, en ambos tipos de amistad confía lo suficiente como para entregarle cualquier momento, su tiempo, su amor incondicional, su fuerza, sus debilidades, su corazón, sus dinero, su paz, su vida inclusive, pero jamás les entregaría este secreto que me invade, esta verdad tan evidente que podría destruir mi mundo cercano, esta afirmación tan inconsistente como incoherente y morirme si algo así se sabe.

Yo soy intenso, externo y futurista. Cuando tengo una idea la cumplo y trato de que se haga lo necesario para que se cumpla sin más, cuando comparto con alguien le dejo ver toda mi naturaleza hasta cierto punto que sólo limita este secreto que tengo y me encanta el futuro, no hay nada como sentarte a pensar en la universidad, el próximo año de escuela o tu trabajo soñado casado con la mujer que ya pintó mamá en tu cabeza y todo mientras te dejas caer en el receso de la escuela compartiendo, a veces sólo y a veces con esos amigos incondicionales, los sueños que tengo. Me encanta el conteo regresivo y considerar que tengo la vida más plena conferida a una persona.

A todo lo anterior, yo, Simon, tengo algo que no me deja avanzar, que no me deja tocar el umbral de la confianza, que no me deja ser auténtico, que me obliga a disimular, mentir, obligar, desilusionar, combatir y hasta aceptar que no hay fuerzas para seguir cuando el punto límite traiciona aquello que más amas en el mundo entero: la idea de la verdad y la resistencia consistencia a ser tú mismo, sin tapujos y sin condenas.

A través de una ventana simbólica Simon observa sus pensamientos cumplirse y todo se vuelve mágico y se transforma al instante en lo ideal, no hay nada que me ate a esta realidad, ya no hay límites, hay amor infinito, hay cantos angelicales de verdad y hay armonía en todos los espacios de mi vida. Cuando se abre esa ventana en mi mente todo resuena fuerte, todo es claro y, aunque no es pase así en la vida real, siento que todo estaría solucionado si pasa.

Mi mundo está lleno de comprensión, pero medida y condicionada a pensamientos de familia nuclear, mi realidad se basa en brindar ayudas y recibir reconocimientos, en amar y ser amado, pero todo fuera de mi secreto. Al igual que Simon yo tengo un enorme secreto que puede cambiar mi mundo completo y aun así lo sobrellevo. Es posible que otras personas lo sepan y llevo pensando mucho tiempo esto, mi madre me lee y sabe que algo no anda bien y si ella es la causante al 100% de esta situación pues es normal que no sepa, que me lea y entienda que no estoy bien pero que ella no tiene la culpa, no del todo.

Con temor me acerco a casi contarlo y coqueteo con la idea de que todo seguirá normal si mis amigos cercanos lo saben, si mi esposa que me apoya lo sabe, si mis suegros y mis cuñados y todo ese mundo lejos de mi cercanía lo sabe y así entenderá que soy de esta manera porque las raíces que conocen de mí no son realmente un árbol fijo, no son fuertes, no son creíbles o imaginables, no son extrañas, no son extensas, no son eternas… no son reales. Y con eso Simon podrá explicar lo que siente y alejarse de todo esto que lo acribilla en cada momento, que lo detiene en cada encuentro comprensivo con su familia, que lo ata al pasado y que no lo deja avanzar hacia la paz, la confianza profunda y esa identidad que necesita construir y comunicar para poder seguir siendo. Todo en coqueteo, todo en calma, todo en simpleza, pero al final, todo eso en nada para que no se conozca lo que es ni tampoco quién será cuando dé a conocer este secreto enrome.

YO SOY SIMON.

Con comentarios oportunos, con una respuesta rápida a cualquier comentario sobre cualquier tema y sobre la capacidad de ofrecer mis pensamientos a cualquier causa me muevo. Apartando a todos mis amigos de comentarios sobre parecidos o secretos de nosotros mismos me muevo. Desviando cada mirada incómoda sobre una situación parecida me muevo. Desconectando las muestras obvias de mi enorme secreto me muevo. Con una autopercepción tan guardada como modesta me muevo. Con la vista distantes mientras me concentro en todo menos lo real me muevo. Sin necesidad de estar aquí me muevo. Sin ser o existir realmente en toda mi capacidad me muevo. Sin mí me muevo. Sin moverme, me muevo. Vías cruzadas de carretas simbolizan aquello que se llama rumbo en mi vida y que no puedo disimular. Hoy hay formas de expresar lo que siento, pero no son opción porque mi secreto es enorme.

Simon se distrae con canciones y distrae a todos con éxitos de siempre y música variada para que no se concentren en que hay una consistencia, en que hay una conexión, en que debe haber un sentido lógico para el de las historias de sus amigos cercanos (en este caso yo). Mis amigos se distraen creyendo que soy más interesante de lo que soy, más extravagante, más atípico, más especial y único, tanto como para que no sepan que mi secreto es enorme y que me haría más común de lo que soy para perderme y que se enteren. Me aterro a cada momento de compartir con ellos porque ya esas cosas de sexo, finanzas, desagravios, extroversión, cosas malas y desasurdo ya no hacen eco en los oídos de mis padres, pero algo tan simple como mi enorme secreto podría causar un mal muy grande en ellos, en mi vida, en todo.

Mi mundo está lleno de historias y cada una cuenta sus hechos, hay besadores en los bancos escolares, hay patinadores, productores, consejeros, vecinos, amores, hay cantantes, hay asalariados y emocionales explosivos, hay quienes guardan rencor y quienes promueven el amor libre, el que toca la guitarra y la que no sabe escribir bien, defensores de su identidad y gallardos tradicionalistas, abusadores y defensores de los débiles, un director y muchos seguidores, exitosos, fracasados, gente que cae bien y los que no, metiches y respetuosos, calvos y con frondosas cabelleras. En mi mundo hay de todas las historias y yo he sido, consciente o inconscientemente, un poco de todo eso mientras guardo mi enorme secreto.

YO SOY SIMON y me admiran por ello, ¿Si cuento mi secreto perderé esa admiración?

Esta duda me arropa todos los días, en cada segundo compartiendo con mis amigos y mis padres y mis allegados. Ya he luchado mucho por ganarme la confianza construida en un 96%, ya me he entregado y vendido bajo la idea de lo que soy y nada más, mi nivel de integridad no es sólo un compromiso personal, es una imagen que se construye sobre la base de lo que todos y todas a mi alrededor ya saben, pero ¿Y si digo mi secreto y todos ya no me ven igual? No quiero perder lo que me hace único ante las personas que no me importan, imagínense perder eso antes los que sí. Así de grande y destructivo es mi secreto. Al igual que Simon yo tengo un enorme secreto y no se puede dar a conocer a la ligera.

Mi secreto se nutre de comentarios que rozan mi realidad y yo esquivándolos, se basa principalmente en mi familia haciendo comentarios sobre ello y yo alejándome en silencio y sintiendo incomodidad, se fortalece cada tanto que tocan el tema en la televisión mientras estamos en familia y se muere en cada mirada muerta, imaginaria o real, de un monumento de personas que me siguen todos los días. A pesar de esto, todos confían en mí y no los culpo, me vendo como ese afrodisiaco que te ayuda siempre, ese buzón de quejas con ética de compartir información, el cofre del tesoro mejor resguardado y la caja fuerte que nunca nadie abrirá y en todo eso se pierde todo el mundo de “Dime lo que presumes y te diré de lo que careces” y así soy: Simon carece de la mayor confianza “la confianza en sí mismo”, carece de alguien a quien le pueda confiar su secreto, carece de una ayuda siempre, no tiene ética para quien pueda recibir su secreto y no es fuerte para el mismo aceptar que tiene un secreto enorme. Al igual que Simon yo tengo un enorme secreto y no se puede dar a conocer a la ligera.

YO SOY SIMON y amo la música de fondo para todo porque me distrae de mis pensamientos. Me ayuda a enfrentar mis episodios de altas y bajas, aunque no sea bipolar. Y entre tanto también soy Blue jejeje. Gran giro, ¿No?... ¿No?

A veces me siento que, por mi secreto enorme, estoy atorado en una rueda de la fortuna. De pronto estoy en la cima del mundo y después estoy hasta el fondo, una y otra vez todo el día, porque gran parte de mi vida es genial, pero nadie sabe mi enorme secreto que no se puede dar a conocer a la ligera.

YO SOY SIMON y por supuesto que he tenido arranques bien medidos y cautelosos para dar a conocer mi secreto, por supuesto que una que otra persona lo sabe y por supuesto que he alejado a esas personas de mi vida de tal forma que nunca podrán venir a perturbar a mi familia con esa información porque me aseguré de eso en una realidad tan interconectada sí que sé guardar un secreto y desconectar con todo el mundo. Hay decepciones en cada persona, pero confirmo que no han sido suficiente como para alejarlas de la forma en que lo he hecho y confío en que sus vidas le dieron el consuelo necesario. Nunca esperé comprensión de su parte, pero sí que encontré muchas sorpresas incluso de personas con mi mismo secreto y que lo llevaron tan bien que sus vidas son prácticamente funcionales con ello y no los envidié, sólo los compadecí.

Lo más loco que me pasa con todo esto es que no tengo que morir si lo cuento, se ha hecho grande por la connotación y el morbo que causa porque estoy convencido de que, aunque no sea en este tiempo preciso, si lo cuento mi familia (padre y hermana) lo aceptarán, que mi madre no tendrá opción porque fue la causante, que la otra parte de la familia ya lo insinuado y que todo mi mundo se cae a pedazos por un miedo irracional que viene de mí por mi secreto pero que en el fondo sé que lo puedo arreglar pero que no he podido. Simon es apoyado por su familia; una madre liberal, un padre comprensivo y emocionalmente maduro, un espacio de trabajo y de amigos cercanos realmente tolerantes y abiertos y finalmente una mente propia que se adapta a todo.

Mi secreto es una carga que ocurrió a mediados de mi vida: 12 años con 7 meses para ser exactos y justo ahora estoy camino a los 25. Mi secreto se vino construyendo desde hace mucho y fue evidente en pequeños detalles: esos viajes vacacionales a casa de padrinos bastante generosos y amorosos bien parecidos, un tío que era como un padre, un desarrollo personal y académico incoherente para con mis raíces propias, un estilo de vida diferente al resto, un pensamiento de lejanía marcada, un espacio de rencores imposibles de sobrevolar y una pizca de pistas de entrometidas personas con comentarios que apuntaban a la verdad y a que yo me diera cuenta. Y al final funcionó.

Simon se refleja en las canciones porque cuentan historias completas de una vida en fragmentos, aprendió sus letras porque significaban un espacio compartido sin la rutina y sin la realidad de antes. La música cuenta mi historia, cada parte de ella, cuenta cuando me enamoré por primera vez, la buena experiencia de mi primer beso y la mala también de los consecuentes, la vez que casi muero y en las que morí por vivir, esa vez que me encontré a la chica más hermosa del mundo y cuando ella misma me rompió el corazón y cuando se fue y las veces que estuve superándola y las veces que me quemé o que perdí el rumbo, cuentan cuando perdí la virginidad y cuando la recuperé por un amor perdido. La música me motivó a sentir y ser y gracias a ella sigo vivo y planeo así mantenerme.

YO SOY SIMON y mi cabeza es un cementerio donde están enterrados miles de escenarios donde cuento todo y se sabe todo y mi vida se destruye o prospera y si hubiera un guía de turistas por ese panteón sólo habría 3 minutos de recorrido por los escenarios positivos y 3 años por los negativos. Así de enorme es mi secreto y no se puede dar a conocer a la ligera.

Mientras todos se perdían en sus propias historias a las cuales nunca juzgaría de ligeras porque cada mundo es complejo en realidad, yo me perdía en conocer a profundidad lo que había pasado, pero sin investigar bien porque estaba feliz con el secreto pero que podría destruir todo mi mundo si se sabía. Buscar patrones de consistencia en casos conocidos o en casos confiados ha sido mi tarea de toda la vida y aun así no he podido construir un juicio lógico para lo que sea hizo y las fuentes primarias de información no me dan la confianza suficiente para construir una historia que tenga coherencia o que haga el más mínimo sentido de lo que pasó. Estoy condenado a no saber nunca nada y por eso tengo miedo de contarlo porque no sabría cómo explicar lógicamente este enorme secreto.

Mi vida es lo suficientemente bendecida como para agradecerle a cada instante a ese a lo que todos consideran como Dios, por tanto, de lo bueno que se ha manifestado en mi vida. Este secreto es merecedor de ocultarlo y lo único que no perdono es el deterioro mental que me ha causado el hecho de tener que ocultarlo poque no se puede dar a conocer a la ligera. Es posible que haya una línea invisible que debo atravesar para formar parte de todo y encontrarme contando esto y que todo sea más fácil y sólo debo cruzarla y ya.

YO SOY SIMON y una posible respuesta a no querer contar mi secreto sea que no creo justo para algunas personas que han entregado lo que yo considero “tanto” a mí que no puede ser justicia el hacerlo. Quisiera que otros secretos justos o con menos pesos se puedan expresar sin temor y que tengan la misma connotación para así sentirlo más justo y suave este enorme secreto. También podría ser como algo que guardo para otro momento, más adelante y que espere justo ese espacio de tiempo donde sea más común y que lo pueda contar sin temor y sin culpa y que lo sepan quienes necesiten saberlo y así liberarme de este enorme secreto.

Es realmente antinatural el cómo Simon maneja este secreto, es como vivir con ello sin que le afecte y saber en lo más profundo que cuando lo acepte sea tan simple y elocuente con su forma de ser hasta el momento que no va a necesitar de hacerlo extravagante, extrovertido o incandescente, sólo será como él siempre ha sido y de forma tranquila. No necesito que mi vida cambie en radical cuando lo sepan todos, sólo necesito que lo acepten como yo y que sigan confiando en mí, me sigan queriendo y que puedan mirarme como siempre sin cambiar nada en su estilo de darme amor y yo en mi forma de expresar la reciprocidad.

Cuando estuve a punto de estar confiado en avanzar con todo y no volver a mencionar mi secreto, no sé cómo pasaba, pero la vida me enviaba a esa persona tan rota con un poco de esperanza que podía usar para desahogarme en cierto punto y contar esto que me sorprendía y me asfixiaba cada tanto. En medio de confianza de secretos mayores con toda esa gente que llegaba a mi vida, les contaba mi secreto y sus caras hacían un gesto de inconformidad y de empatía vacía mientras seguían absortos en creer todo ese caos significaba un abandono de mi personalidad y no confianza luego de tanto tiempo y creo que todo eso estaba en mi mente porque esperaba una reacción diferente y por complacerme cambiaban de actitud, pero nunca sentí que fuese autentico y que me juzgaban como merecía en realidad. Dime lo que piensas, lo profundo, lo interno y cuando ya lo sepa todo puedes alejarte o acompañarme y luego todo será natural de nuevo.

Tengo miedo de que lo sepan y lastimar de manera intensa a todos, que lo sepan y que me lastimen todos o que ya no confíen en mi persona porque lo que he construido tiene un precedente tan de mi pasado que puede reconfigurar todo lo que he sido todo este tiempo, miedo a perder todo e incluso a mí, miedo a que desaparezcan de mi vida más personas importantes por el hecho de sacar a la luz algo que he ocultado, miedo a que entren en estado de negación y no quieran aceptar la realidad y es uno de mis mayores miedos. Quiero contarlo y que sepan que no habrá nada diferente, que sepan que soy yo y seguiré siendo el mismo hijo, hermano, esposo, padre, profesional, amigo, primo, yerno, cuñado, sobrino y persona. Juro que no cambiaré nada de aquí en lo adelante y que tampoco cambiaría nada de lo que ha pasado. Estoy aquí, existo y yo podré siempre estar a la orden para todos y quiero que sigan confiando en mí.

Quiero que mi madre sepa que tiene descargo de culpa completo por todo lo que me pase, que tendré que atravesar todo sólo, aunque sea la que causó todo. Sigo siendo yo y quiero respirar y ser yo y nadie más que yo.

SOY SIMON y por supuesto que lloré cuando se lo contó a su padre porque es lo que más temo. No quiero desviaciones del mensaje, quiero que me ame y que sepa que no hay nada en mí que quiera cambiar porque, aunque no sea su hijo, el siempre será mi padre.

Y al final no soy completamente Simon porque no me he hartado de esto, no estoy preparado para contarlo y por supuesto no estoy preparado para que lo sepan quienes faltan por saberlo.

Puntos de luz

Ilumina y aumenta su visibilidad — ¡sé el primero!

Comentarios 34
Tendencias
Novedades
comments

¡Comparte lo que piensas!

Sé la primera persona en comenzar una conversación.

48
34
1
4