Los pecadores: Por un momento fuimos libres

Quién me iba a decir a mí que este miércoles pasado, cuando fui a ver Los pecadores (2025), iba a salir vibrando y emocionado como hace tiempo que una película en cartelera no conseguía provocarme. No sé si llego tarde a la hora de escribir de esta película, que ya es todo un fenómeno en Estados Unidos, pero necesitaba compartir con vosotros mi sorpresivo entusiasmo. Ryan Coogler, director de películas como Creed. La leyenda de Rocky (2015) o las dos películas de Black Panther (2018-2022), está de vuelta con una película que rezuma cine de Serie B, mezclando distintos géneros cinematográficos que van desde el terror hasta el musical.

Tráiler de Los pecadores (2025), de Ryan Coogler

Los pecadores (2025) supone un antes y un después en su carrera como realizador, teniendo en cuenta que, en los últimos años, como antes he mencionado, se ha dedicado a hacer películas de encargo para Hollywood como las que hizo para Marvel. Pero aquí nos encontramos algo personal, con una historia que se nota que el director llevaba tiempo queriendo explorar y materializar.

Una de las cosas más atrayentes de esta película es que fue rodada íntegramente en celuloide, combinando los formatos IMAX y UltraPanavision de 70 mm. Coogler llegó a consultar a Christopher Nolan y Emma Thomas para hacer frente a este desafío analógico que, como hablaré más adelante, es algo apabullante y que, encima, tiene todo el sentido del mundo dentro de la narrativa del filme.

Se trata de un guion original escrito por el propio Ryan Coogler, con inspiración clara en algunas obras literarias y cinematográficas por las que el director siente admiración: “Me he inspirado en muchos géneros y es una película muy fluida. Hay mucha influencia de los hermanos Coen, empezando por Inside Llewyn Davis (2013)… Sin duda algo de Fargo (1996)… Robert Rodriguez es uno de los grandes. Creo que, a primera vista, sería fácil hacer comparaciones con Abierto hasta el amanecer (1996). Pero, en realidad, está bastante cerca de The Faculty (1998), que es el remake de La Cosa (1982), que es una de mis películas favoritas. Sin duda, mi película de terror favorita”, Ryan Coogler.

A nivel literario, también ha confesado el director que se vio inspirado por la novela de Stephen King: El misterio de Salem's Lot. Pese a haber bebido de muchas referencias artísticas, el director se las maneja para hacer algo personal y rebosante de originalidad. También hay que hablar de la influencia que tiene la música blues en Los pecadores (2025), porque es una de las grandes claves de esta asombrosa cinta.

La película está protagonizada por Michael B. Jordan (por partida doble), Hailee Steinfeld, Miles Caton, Delroy Lindo o Wunmi Mosaku, entre muchos otros. En la Argentina se estrenó el pasado jueves 17 de abril en las salas de cine, un día más tarde que el estreno en las salas españolas. En Estados Unidos está siendo todo un fenómeno a nivel de recaudación y se espera que esté en la carrera para la próxima edición de los Oscar.

Lo tiene todo

En unos tiempos en los que el cine de Hollywood parece verse abocado a caminar en seguro, películas como Los pecadores (2025) se sienten como agua en el desierto. Este eclecticismo que propone Ryan Coogler, llevado a sus máximas, podría haber salido mal en la gran mayoría de ocasiones, pero qué bien que siga habiendo directores que se lancen a la piscina de esta manera. Constata que una historia que bebe tanto del cine de Serie B puede encajar dentro de una producción de 90 millones de dólares. Demuestra que, por dotar a la historia de capas y una complejidad narrativa a la película, no hace que deje de ser menos disfrutable para un público general.

Delroy Lindo en Los pecadores (2025), de Ryan Coogler

Lo vemos en su arranque, en donde Coogler se toma su tiempo para situar a los personajes. Uno tiene la impresión de adentrarse de lleno en el Mississippi de la década de los años treinta. Todo ese vasto paraje se hace totalmente absorbente para uno, debido al formato en que está rodado y al trato que se tiene de la luz en las escenas de exteriores. Es una auténtica pasada y que, si tenéis la oportunidad de verla en una sala IMAX, mejor que mejor.

No obstante, Los pecadores (2025) es una película en la que las escenas de interiores predominan, cobrando incluso más sentido que se rodase en este formato IMAX y UltraPanavision. ¿Por qué? Porque consigue capturar todo lo que está pasando dentro del plano, sobre todo en las escenas donde hay muchísimos personajes compartiendo plano. La escena musical de Sammie Moore es tan electrizante en gran parte por eso. Está increíblemente bien planificada esa escena, en la que el director tira de puro exceso, mezclando distintas épocas en una especie de orgía fantasmal.

Michael B. Jordan al cuadrado

Si en Mickey 17 (2025) tuvimos a Robert Pattinson interpretando dos personajes a la vez, aquí tenemos a Michael B. Jordan haciendo justo lo mismo. Esta decisión de contar con dos hermanos gemelos funciona, sobre todo en las escenas más dadas al género de buddy cop. También es algo que evidencia muy bien las dos caras de la moneda a la hora de afrontar un mismo episodio traumático. Michael B. Jordan está exultante en una de las actuaciones más memorables de toda su carrera.

Michael B. Jordan en Los pecadores (2025), de Ryan Coogler

No obstante, no es la única actuación memorable de esta película en la que deposita la acción en muchos personajes. Quizás la otra estrella más reconocida del reparto sea Hailee Steinfeld, que está totalmente magnética en cada escena que la vemos. Y es que, aunque es un personaje secundario más, consigue ser hipnótica; ya no por el hecho de que sea una persona atractiva, sino porque consigue derrochar mucho carisma, desparpajo y talento actoral.

Dicho los dos actores que más conoce la gente, voy a hablar del que a mí particularmente es el que más me ha entusiasmado y que, como pasa con el personaje de Hailee Steinfeld, pese a ser un secundario, consigue ser el personaje que más brilla en las escenas en las que aparece. Lo de Delroy Lindo no tiene ningún tipo de sentido, y espero que consiga llevarse nominaciones por esta actuación. Está divertidísimo, capaz de sacarte una carcajada en momentos de pura tensión narrativa, y a la vez emocionarte en las escenas con más carga dramática. He dicho estos tres, pero la verdad es que me podría pasar toda la crítica enumerando a actores de este increíble reparto, dado que es una película muy coral. Me recuerda mucho al tipo de reparto actoral de las películas de John Ford, en donde había muchos personajes que asumían una carga narrativa similar.

Un gran homenaje a la historia afroamericana

La metáfora de la que parte para narrar el racismo abrasivo de Norteamérica en la época donde el Ku Klux Klan seguía estando muy presente dentro de la sociedad es original y de la que el director saca mucho partido. No sé si habrá habido una película que mire tan directamente y con tanta visceralidad a la historia del pueblo negro en Estados Unidos. Es por eso que considero que Los pecadores (2025) va a ser una película recordada, ya no solo por sus méritos cinematográficos, sino por ser de las películas que mejor han honrado la opresión del pueblo afroamericano.

Miles Caton en Los pecadores (2025), de Ryan Coogler

Y para concluir, no podía olvidarme de quizás lo más “acojonante” de esta cinta: la banda sonora. El blues es el corazón de esta película en la que no se para de homenajear a las innumerables figuras del género. Uno entra en puro éxtasis con el uso que se hace de la banda sonora, compuesta por Ludwig Göransson. Captura a la perfección las entrañas y la explosividad de esta película que se coloca como la mejor película de lo que llevamos de año. No puedo deciros más que vayáis a verla.