Hay vida cinéfila más allá de las plataformas de streaming -que concentran la mayoría de las ofertas mainstream de cine y series, proponiéndonos una suerte de algoritmo en base a lo que vemos- y en las salas de cine actualmente se exhiben dos películas maravillosas que se posicionan entre lo mejor del 2025 y merecen ser disfrutadas en pantalla grande: Un pastel para dos, de Maryam Moghaddam y Behtash Sanaeeha, y Misericordia, de Alain Guiraudie.
Un pastel para dos: una comedia trágica sobre la soledad y el amor tardío
Un pastel para dos, la nueva comedia trágica de los directores iraníes Maryam Moghaddam y Behtash Sanaeeha presenta la conmovedora historia de Mahin (Lili Farhadpour), de 70 años, quien vive sola en Teherán desde que murió su marido y su hija se marchó a Europa, y sufre de soledad. Una tarde, un té con amigas la lleva a romper su solitaria rutina y a revitalizar su vida amorosa tras conocer a un hombre con el que vive un encuentro inesperado, imprevisible e inolvidable.
Un pastel para dos conecta con la raíz emocional de los espectadores y produce una sensación mágica al hablar de temas universales desde una mirada fresca y desprejuiciada. Los miedos a no encontrar un compañero amoroso con quien pasar el tiempo y no ser sujeto de deseo se ven encarnados en Mahin, tan inquieta como entrañable en su búsqueda de la felicidad.
Más sorpresas deparan al espectador cuando Un pastel para dos da un giro brusco a su historia de amor idílica y la convierte en un cachetazo de realidad amarga. Fantasía que muta en frustración, una imagen real que ayuda al crecimiento de la protagonista, una mujer iraní empoderada que lucha contra los encorsetamientos de la sociedad machista y opresora en la que vive.
La película no está exenta de censuras, ya que los directores iraníes Maryam Moghaddam y Behtash Sanaeeha fueron acusados por las autoridades iraníes de divulgar "propaganda contra el régimen", "ofensa a la moral pública" y de exhibir la película sin autorización oficial . Además, se les prohibió viajar al extranjero y se les confiscaron los pasaportes en varias ocasiones, impidiéndoles asistir a estrenos internacionales y visitar a familiares. El 1 de marzo de 2025, ambos fueron juzgados por el Tribunal Revolucionario de Irán. La comunidad cinematográfica internacional, incluyendo figuras como Pedro Almodóvar y Juliette Binoche, expresó su apoyo mediante una petición que reunió más de 3.200 firmas, solicitando la retirada de los cargos y la restauración de su libertad de expresión .
Un pastel para dos. Opinión: Muy buena.
Dirección y guión: Maryam Moghaddam & Behtash Sanaeeha.
Productores: Etienne de Ricaud, Peter Krupenin, Gholamreza Moosavi, Behtash Sanaeeha, Christopher Zitterbart.
Elenco: Lili Farhadpour, Esmaeel Mehrabi, Mohammad Heidari.
Fotografía: Mohamad Hadadi.
Montaje: Ata Mehrad & Behtash Sanaeeha.
Sobre los directores
Maryam Moghaddam nació en Teherán. Es actriz, guionista y directora. Se graduó en la Escuela de Artes Escénicas de Gotemburgo, Suecia. Ha trabajado en diversos teatros suecos y ha protagonizado películas iraníes como Closed Curtain (2013), de Jafar Panahi y Kambuzia Partovi, ganadora del Oso de Plata en la 63ª edición de la Berlinale. Behtash Sanaeeha nació en Shiraz. Tras finalizar sus estudios de arquitectura, comenzó a escribir guiones y a dirigir cortometrajes, documentales y comerciales. Su primer largometraje, Risk of Acid Rain (2015), fue seleccionado en más de treinta festivales internacionales. Behtash y Maryam iniciaron su colaboración coescribiendo el guion de Risk of Acid Rain (2015). Su película Ballad of a White Cow se estrenó en competencia oficial en la Berlinale 2021. Fue vendida por Totem Films a más de 40 distribuidores clave y exhibida en festivales de primera categoría en todo el mundo.
Misericordia: una obra maestra con el encanto de los clásicos de Hitchcock
Alain Guiraudie (El desconocido del lago), regresa con un thriller agudo, siniestro y, al mismo tiempo, sutilmente divertido. Ambientada en un otoñal y boscoso pueblo de su región natal de Occitania, Misericordia sigue las erráticas peripecias de Jérémie (Félix Kysyl), un panadero desempleado que ha vuelto a su pueblo tras la muerte de su querido ex jefe, dueño de una panadería. Permaneciendo mucho tiempo después del funeral, el aparentemente inofensivo Jérémie empieza a insinuarse con naturalidad en la vida de la familia de su mentor, incluyendo a su bondadosa viuda (Catherine Frot) y a su hijo rabiosamente enojado (Jean-Baptiste Durand), mientras forja una amistad cada vez más sorprendente —y finalmente beneficiosa— con un cura local curiosamente alegre (Jacques Develay, el gran ladrón de escenas de Misericordia).
En el mundo discretamente carnal de Guiraudie, la violencia y el erotismo estallan sin previo aviso, y el comportamiento criminal puede parecer una extensión natural del deseo físico. El director sigue explorando un interés particular en la relación de los cuerpos tullidos con aquellos más hegemónicos en una conjunción de conductas que oscilan el placer y la lascivia y que terminan siendo determinantes para entender las aspiraciones y secretos de los personajes.
Misericordia guarda el encanto de las mejores películas de Alfred Hitchcock con un misterio sólido que se presenta generoso, protagonistas extraños habitando un pueblito que -más allá de sus paisajes de bosque encantadores- tiene una energía siniestra y una trama que crece a fuego lento hasta el estallido del conflicto, momento para el cual la película se desarrolla en un perfecto equilibrio entre el suspenso y la comedia negra. Sobre el curioso nombre que Guiraudie eligió para su película se esconde una clave que puede ser la entrada para tentar a más de un cinéfilo que hasta acá no se haya convencido de ir hasta el cine y pagar una entrada. “Para mí, la misericordia trasciende el perdón. Tiene que ver con la empatía, con entender a los demás más allá de cualquier moralidad. Se trata de tender la mano a los demás. Es una palabra antigua que ya no usamos mucho y que encaja bien con la película por su atemporalidad y sobre todo con el sacerdote, que resulta ser uno de los ejes principales de la trama”, sostuvo el director en una apreciación certera sobre la virtud que engloba su nueva gema de intriga. Una de las películas más fabulosas del 2025.
Sobre el director
Alain Guiraudie es un director, guionista y escritor francés nacido el 15 de julio de 1964 en Villefranche-de Rouergue, Francia. Se destacó por su estilo singular, explorando la sexualidad, la identidad y la marginalidad en sus obras cinematográficas. Su cine combina el realismo con elementos oníricos y un enfoque provocador. Entre sus largometrajes se encuentran Du soleil pour les gueux (2001), Pas de repos pour les braves (2003), Voici venu le temps (2005), El rey de la evasión (Le Roi de l'évasion, 2009), El desconocido del lago (L'Inconnu du lac, 2013, Premio a la Mejor Dirección en la sección Un Certain Regard de Cannes), Rester vertical (2016, Competencia oficial en Cannes) y Viens je t’emmène (2022).
Misericordia. Opinión: Excelente.
Dirección y guión: Alain Guiraudie.
Elenco: Félix Kysyl, Catherine Frot, Jean Baptiste Durand, Jacques Develay, David Ayala, Serge Richard, Tatiana Spivakova, Elio Lunetta, Sébastien Faglain, Salomé Lopes, Philippe Auzuech, Luis Serrat, Marinho de Oliveira.
Vestuario: Khadija Zeggai.
Peinados y maquillaje: Michel Vautier.
Música original: Marc Verdaguer.
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