Thomas, un pequeño niño de 7 años, vive con sus padres en un suburbio de una ciudad lejana. Es muy inteligente y un poco introvertido. Una noche, sus padres llegan tarde del trabajo, pero esta vez el padre de Thomas traía algo en sus manos: una pequeña caja. —¿Qué hay en esa caja, papá? —pregunta el pequeño. —¿Por qué no la abres, hijo? —responde el papá. Thomas, emocionado, corre a abrir la caja. Lentamente y con un poco de temor, asoma su cabeza y descubre un pequeño gatito. —¡Gracias, papás! —dice emocionado, abrazando al gatito.
Luego les pregunta: —¿De dónde lo sacaron? —La verdad fue algo muy extraño, hijo —comienza a explicar su papá—. Veníamos en el auto por la carretera cuando de repente una niebla muy densa nos impidió ver el camino. De pronto, el auto brincó como si hubiera arrollado algo. Frenamos inmediatamente y, al bajarnos, vimos a este gatito. No tenía ninguna herida, así que quizás solo estaba cerca de otra cosa. No podíamos dejarlo allí, así que decidimos traerlo. Tenía un collar que dice NORUS. Creo que ese es su nombre. Tal vez alguien lo abandonó en medio de la nada. Aunque Thomas quedó asombrado por la historia, no le dio mucha importancia. Solo podía pensar en que tenía un nuevo amigo, su primera mascota.
Con el paso de los años, Norus y Thomas compartieron todo tipo de momentos: cuando Thomas aprendió a andar en bicicleta, cuando se cayó, mientras veían una película, cuando le tenían miedo a los truenos, o cuando le rompieron el corazón. En cada cumpleaños, Navidad o Año Nuevo, allí estaba Norus, como un amigo inseparable.
Pasaron 15 años. Thomas se mudó a otra ciudad y, por supuesto, llevó a Norus con él. El gato también había cambiado: ahora era más maduro, más lento, más dormilón y menos juguetón.

Pero, siendo ya mayor, Thomas empezó a notar conductas un poco extrañas en Norus. Una noche, salió al jardín y vio que Norus estaba con otros gatos, y lo que le llamó la atención fue que parecían tener una especie de conversación, como si pudieran entenderse entre ellos. Cuando Thomas se acercaba, los gatos se dispersaban y Norus entraba en la casa, lo cual le dejó una sensación extraña, pero decidió no darle mucha importancia.
Una noche, Thomas se levantó en la madrugada por unos ruidos extraños en la cocina. Bajó en silencio y, al asomarse por la puerta del jardín, no podía creer lo que veía: allí estaba Norus, mirando las estrellas y hablando. ¡Sí, Norus estaba hablando! Thomas, impactado y aterrorizado, corrió a su habitación. Norus lo escuchó y salió tras él.

Encerrado en su cuarto, Thomas intentó usar el celular, pero no había señal. De repente, escuchó que Norus estaba del otro lado de la puerta. —¡TE ESCUCHÉ, Norus! —gritó—. ¡No sé si esto es una pesadilla, pero te escuché hablar! ¿Qué eres? Norus decidió responder:
—Es cierto, Thomas. No estás loco y tampoco estás soñando. Es real. Pero no te haré daño. Somos amigos. Sal de ahí, te espero en la cocina y te explicaré todo.
Una vez que Thomas recobró el valor, decidió salir de su habitación. Al bajar a la cocina, vio a Norus sentado encima de la mesa, junto a su computadora y una página de internet abierta. La pantalla le pedía que se sentara y le contara la verdad. —Lo que estás a punto de escuchar será difícil de creer —le dijo Norus—, pero realmente no soy un gato. Soy algo llamado "Shadow", y no soy de este mundo. Venimos de otra dimensión, muy diferente a esta. Decidimos tomar esta forma para parecernos más agradables a ustedes, los humanos.
Al principio, nuestra verdadera forma resultó aterradora para ustedes. Llegamos hace miles de años, cuando unos científicos en nuestro mundo experimentaron con la materia oscura, lo que provocó que se abrieran portales dimensionales por todo el planeta, trayendo cosas muy malas: agentes del caos que se alimentan de destrucción y muerte, a los que llamamos "Abbisals".

Nuestro mundo no pudo enfrentarlos, así que varios de nosotros decidimos escapar a través de uno de esos portales. Pensamos que si esas criaturas entraron en nuestro mundo, también podríamos salir. Llegamos aquí hace unos 1500 años a.C., y desde entonces hemos convivido con los humanos, formando lazos de amistad y protección. Pero, con el tiempo, nos dimos cuenta de que algunos Abbisals nos siguieron y también llegaron a este mundo, dispuestos a destruirlo. No podíamos verlos, pero nosotros sí. Por eso creamos algo llamado la "Legión de Shadows". Trabajando en las sombras, hemos luchado durante siglos contra esas criaturas.
Los Abbisals pueden tomar forma humana e influenciar en ustedes, generando guerras, discordias, muerte y caos, fortaleciendo su poder y llevando a la humanidad a la destrucción. Pero también creamos un arma: tú, Thomas. Por eso estás aquí. Los Shadows vivimos muchos años porque, cuando uno muere, reencarna en un nuevo gato, con todos sus recuerdos y habilidades. Sin embargo, con cada reencarnación, nos volvemos más débiles, hasta que llega nuestro último momento.



Thomas, en el pasado, ya nos conocimos. Algunos humanos también reencarnan, aunque no recuerdan su vida pasada. Tú me dijiste que te buscaría y que sabrías que eras tú cuando te viera a los ojos. Ese día, supe que eras tú. Me dijiste que estabas cerca de encontrar la debilidad de los Abbisals, y que si lograbas conectarte con tu vida pasada, podrías terminar con su amenaza. Thomas, en shock, no podía creer lo que escuchaba. Él era solo un hombre común, y ahora resulta que debe salvar al mundo. Norus le dice: —Sé que es mucho que procesar, Thomas, pero ya no hay tiempo. Los Abbisals ya se han fortalecido y se mostrarán en la próxima luna llena para atacar. Si no hacemos algo, acabarán con este mundo, como hicieron con el mío.
Thomas lo piensa unos minutos, respira profundo y dice: —Está bien, Norus. ¿Qué debo hacer?
Norus lo acuesta en su cama y le pide que tome una moneda que él guardaba. Otros gatos se reúnen a su alrededor. —Cierra los ojos, Thomas —le dice Norus—. Concéntrate. Siente la piedra en tu mano. Recuerda esa sensación, esa que quedó de tu papá después de ser atacado por los Abbisals.
Thomas grita y, de repente, se detiene. abre los ojos, mira a su alrededor y
dice -Norus, puedo recordarlo todo- -Si, lo logramos- Thomas se levanta, corre a la cocina, toma
un papel y lápiz y le dice a Norus -Antes de morir pude matar a un Abbisal, pude descubrí su
debilidad, la electricidad, sus cuerpos no soportan cargas altas de electricidad, -Muy bien,
tenemos 24 horas antes de que ataquen, hay que informar a los otros Shadow en todo el mundo
de que se preparen, hay que hacer armas que puedan matar a estás cosas, de repente los gatos
alrededor de Thomas empiezan a transformarse en su forma real, -Manos a la obra- dice Norus.
17 horas después Norus, y el resto de los Shadows preparan un arma, con ayuda Thomas
fabrican un arma con Grafito, un mineral que es un gran conductor de electricidad, están listos
para contraatacar, se preparan para la guerra, empieza a anochecer, los Shadows de todo el
mundo saben que llegó la hora, los Abbisals atracaran, el sol se oculta, la luna empieza a salir,
los Abbisals se manifiestan, seres malignos, horrendos y enormes, por fin se muestran antes los
humanos, con ganas de destruir todo a su paso, los humanos aterrorizados empiezan a correr y
esconderse, pero los Abbisals huelen el miedo, no hay donde esconderse, a la distancia pueden
verse a ellos, no tan grandes como los Abbisals pero armados para defender a la humanidad,
quienes fueron gatos por miles de años compartiendo con los humanos ahora se levantan como
Shadows para luchar a su lado y salvar a este mundo, en una guerra como nunca se había visto
antes.
Está historia continuará...
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