En una era donde las historias distópicas y los juegos de supervivencia dominan el panorama de la ficción contemporánea, Alice in Borderland se ha ganado un lugar especial por su intensidad emocional, complejidad filosófica y brutal honestidad sobre la naturaleza humana. Desde su origen como manga hasta su aclamada adaptación en Netflix, esta obra es una inquietante exploración sobre qué significa realmente estar vivo en un mundo donde cada decisión podría ser la última.

El protagonista, Ryohei Arisu, es un joven apático y desmotivado que, junto con sus amigos Chōta y Karube, es transportado de repente a una versión paralela y desolada de Tokio llamada “Borderland”. Aquí, la única forma de seguir con vida es participar en juegos, cada uno representado por una carta de la baraja que determina su dificultad (valor numérico) y su tipo (palo).
En diciembre de 2020, Netflix lanzó la primera temporada de la adaptación live-action, dirigida por Shinsuke Sato. La serie fue aclamada por su ritmo narrativo, efectos visuales impactantes y fidelidad al espíritu del manga. El elenco principal está encabezado por Kento Yamazaki (Arisu) y Tao Tsuchiya (Usagi), quienes ofrecen interpretaciones intensas, humanas y realistas.
La segunda temporada, estrenada en 2022, expandió el universo de Borderland, introduciendo las cartas de figuras y profundizando en los misterios del lugar: ¿Qué es realmente este mundo? ¿Quién lo controla? ¿Y hay una salida?
Visualmente, la serie ofrece una mezcla de escenarios desérticos y urbanos post-apocalípticos, donde la belleza del vacío contrasta con la violencia de los juegos. A nivel emocional, los personajes secundarios —como Kuina, Chishiya o Niragi— enriquecen la historia con tramas paralelas de redención, locura o traición.
Alice in Borderland no es solo una historia de supervivencia. Es una parábola sobre el vacío existencial, sobre cómo reaccionamos ante la muerte y sobre qué nos convierte, al final, en humanos. Con su enfoque brutal y emotivo, esta obra desafía al espectador no solo a imaginar cómo sobreviviría en un mundo sin reglas, sino a cuestionarse si realmente está viviendo en el suyo.
En este mundo, las personas deben participar en juegos mortales para sobrevivir y extender sus "visas", que expiran si no ganan, lo que resulta en su ejecución por rayos láser desde el cielo.
Los juegos están clasificados según palos de una baraja:
♠️ Espadas: pruebas físicas
♣️ Tréboles: trabajo en equipo
♦️ Diamantes: inteligencia
♥️ Corazones: psicológicos o emocionales, los más crueles
Cada juego tiene un nivel de dificultad según el número de la carta. A medida que Arisu participa en estos desafíos, pierde amigos, enfrenta traiciones y conoce a otros supervivientes, como Usagi, una alpinista que se convierte en su aliada.
Durante su lucha por sobrevivir, Arisu descubre que algunos jugadores ya están aliados con el sistema, representados por las cartas de figuras (J, Q, K). Al derrotarlos, el grupo se acerca a la verdad de qué es Borderland y quién lo controla.
El final sugiere que todo podría estar ocurriendo en un estado entre la vida y la muerte, tras un evento catastrófico en el mundo real.
🔹 La alienación moderna
Arisu y muchos jugadores llegan a Borderland después de sentir que su vida en el mundo real carecía de sentido. En este espacio liminal, paradójicamente, encuentran razones para luchar y descubrir su verdadero valor.
🔹 Moralidad y toma de decisiones
Los juegos, especialmente los de corazones, obligan a los personajes a elegir entre traicionar o morir, entre mentir o matar. La historia se convierte en una reflexión ética sobre qué estamos dispuestos a hacer por sobrevivir y a quién estamos dispuestos a perder.
🔹 La transformación interior
La evolución de Arisu, de joven pasivo a líder consciente, es uno de los ejes más potentes de la historia. Lo mismo ocurre con personajes como Chishiya, Kuina o Tatta, quienes enfrentan sus propios pasados mientras se adaptan a un mundo sin reglas.
Alice in Borderland no es solo una historia de juegos extremos y violencia estilizada. Es una poderosa meditación sobre la condición humana, la lucha por encontrar propósito y la importancia de cada elección que tomamos. Con una narrativa visual impactante, personajes memorables y dilemas existenciales profundos, esta obra se distingue como una de las más relevantes del género de supervivencia moderna.
Más allá de la sangre y el suspenso, lo que realmente duele —y también inspira— de Alice in Borderland es esa eterna pregunta:
¿Estamos realmente vivos... o solo existimos?
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