Como entrenar a tu dragón  

Suena fácil de entender ¿no? pues no lo es ¿serías capaz de imaginar la era vikinga? si tu respuesta es sí, tenemos que rediseñar un poco esa definición estereotipada que quizás puedas tener, primero, no te restrinjas al imaginar toda clase de dragones, es ciencia ficción, que no se te olvide, imagina a grandes hombres corpulentos con hachas y mazos tan gigantes que podrían aplastar la cabeza del ser vivo más grande existente y lo hacen, oh si, claro que lo hacen, ahora quiero que pienses en como vivirías en esa época; porque no es enfrentarte contra mamuts, sería vivir rodeado de bestias que podrían desgarrarte, aniquilarte, quemarte y hasta arrasarte antes de que tu cerebro procese la velocidad a la cual una feroz bestia de aproximadamente 2.5 metros de largo se dirigió hacia ti como un bólido. Puedo suponer que piensas en la era más terrorífica que pueda haber, sobrevivir con el único objetivo de protegerte a ti, de hacer de tu aldea un lugar mejor, de tus ovejas, tu ganadería, todo esta hecho para ser despedazado y aun así vives con el plan de ser fuerte y poder luchar como los mejores.

En un mundo tan cruel y lleno de restricciones como el nuestro, aparece Hipo o Hiccup para los que prefieren el ingles, Hipo es un joven intrépido, animado, dispuesto a morir por su aldea en manos de un dragón luchando valientemente acompañado de los mayores, pero a comparación de todos los demás, no es corpulento, suele usar más su inteligencia para hacer armas de combate pues es consciente de sus deficiencias físicas (ALERTA DE SPOILERS).

La cinta empieza mostrándonos a Hipo en medio de un ataque de dragones a su aldea y desde el principio se nos da a entender que no es de mucha ayuda, pues se nos presenta incluso como una persona que empeora las situaciones dicho por los mismos personajes a medida que Hipo se adentra en la aldea para ayudar con un ingenioso lanzador a distancia para herir a dragones pero rápidamente es descartada por los miembros de su alrededor, puede ser un peligro inminente y sin duda es un arma que en manos incorrectas puede funcionar más mal que bien y parece ser que las manos de Hipo eran las menos deseadas. Esto no lo desanimo y logró utilizarlo en batalla contra el dragón más temido, un Furia Nocturna, una bestia nunca antes vista por la aldea, sus ataques eran veloces y de un color violeta enceguecedor, y su cuerpo era desconocido por todos, su velocidad era tan impresionante que podía arrasar con el que fuera antes de que pudieran ser capaces de entender la magnitud del daño.

Hipo encontró que la furia nocturna tapaba las estrellas a medida que pasaba y logró con su artefacto de guerra, herirla y atraparla entre las redes que eran desplegadas al impacto. Nadie creyó la fantasiosa historia, el pobre Hipo ¿atrapando un furia nocturna? ¿Quién creería tal historia? pues Hipo emprendió búsqueda al cuerpo malherido del dragón para acabarlo, y lo hizo, halló el cuerpo de la furia nocturna, la bestia indomable nunca antes vista, fue descubierta por el y antes de matarla vio en los ojos del dragón una bestia que solo buscaba compasión mas nunca atacarlo; esa mirada bastó para que Hipo la dejará libre pero la furia nocturna no pudo escapar, el impacto de una de las gigantes bolas de hierro habría impactado contra su cola, dejando la mitad únicamente intacta.

De allí ambos entablaron una relación que iba más allá de cualquier especie, no hacía falta hablar el mismo idioma o pensar lo mismo, una mano en la frente o una mirada bastaba para entenderse mejor que cualquier idioma hablado, pues no hay conexión más grande que aquella que se forma desde el interior. sin prejuicios, sin perjudiciales, solo con una única intención, comprenderse y encontrarse para ser mejores con ayuda del otro y así fue, ambos lograron imponer en la aldea que los dragones solo defendían su territorio, más nunca buscaron matar por la mera satisfacción de una sed de sangre descontrolada.

Chimuelo (el furia nocturno) era un ser incomprendido, al igual que los dragones, al igual que tu o yo, no estamos exentos de ser más que seres buscando un complemento, alguien que con una mirada, no haga falta decir palabras, una persona o mascota que sin decir nada, sea capaz de calmar nuestras almas con un suspiro. Eso es la cinta, un amor puro que puede todo, puede ser mágico, puede ser travieso, loco, inimaginable pero que sobre todo es real, una conexión tan sincera y profunda que solo sea fruto de una mirada…

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