Nos han enseñado como monstruos seres terribles, de aspecto físico desagradable, agresivos, defectuosos, imposibles de razonar o mostrar una pizca de sentimientos a pesar de algunos tener una forma muy parecida a la de los humanos, seres llevados por su instinto de depredador buscando devorar o aniquilar humanos sin control alguno y la mayoría de ellos teniendo una fascinación por damiselas de belleza indudable, que terminan siendo rescatadas por un apuesto caballero notablemente perfecto y quien además da fin a la vida del monstruo. Al menos esto es lo que muchos hemos visto en las películas, series, comics, novelas, etc.
Pero ¿Qué pasa si eso no viene de un ser tan terrible?, ¿Qué pasa si todo eso viniera de un mismo ser?, de una misma persona, ¿Qué tan perfecto podría ser lo bueno sin lo malo?, la industria del entretenimiento esta llena de esta dualidad pero suelen expresarla de forma individual, ¿Qué tan leal es esto a la realidad?.
Fue desde muy temprana edad en el que empecé a escuchar este otro ser que habita en mi, mi propio pequeño Pepe grillo, pero ¿es realmente la voz de mi conciencia?, ¿es mi voz?, ¿realmente soy yo?, fueron de las primeras preguntas que me hice y fue sencillo tratar con ella, nadie me entendía mejor, ni siquiera mi mejor amiga ¡y eso que vaya si que me conoce!, empezó de una manera sutil, conversaciones inocentes, pensamientos sin fuerza, pero esto no se mantuvo, eventualmente, esa voz, se hizo cada vez mas fuerte, ahora los pensamientos sutiles eran realmente agresivos, destructivos, críticos y desoladores. Cargo con mi propio monstro y así como yo muchos. Cuando vi por primera vez El Club de la Pelea (1999) yo tenia 22 años y como algunos, quede fascinada, no solo me parece una obra maestra cinematográfica, no solo fue el hecho de que la selección de casting no pudo ser mas acertada, no, es una película que te lleva a pensar, a contradecirte, a indagar y también a empatizar, todos estamos cansados de sentirnos oprimidos, obligados a seguir las normas de un sistema que no pidió permiso para colocar este peso sobre nuestros hombros, nos cansamos, nos frustramos y sentimos que no avanzamos. Eso viene de tu monstruo que acá la discusión no es si tiene o no razón, es aceptar que esta ahí, no es bueno ni malo a menos que tu así lo permitas, ¿Qué tanto poder le vas a dar?, serás como el protagonista de esta película que sin darse cuenta estaba tan sumergido en su oscuridad que no se dio cuenta de que su dualidad se había salido de control, tanto que no fue capaz de verlo hasta que ya estaba por ser tarde.
Mi monstruo no tiene manos ni piernas, tiene voz, una voz que imita perfectamente la mía y que retumba en los ecos de mi mente, una voz que aprovecha el mas mínimo descuido y que en parte es ella quien te escribe estas letras, no fue hasta hace poco que decidí aceptarla y eso le quito fuerza, desde pequeños nos educan sobre lo bueno y lo malo, y tu monstruo es el contrario de la posición que decidas dar de cara al mundo, pero una cosa si es cierta y es que no hay el uno sin el otro, esto mi querida dualidad no lo entendía, su propósito no era sobrevivir, eso estaba muy en claro con solo ver el tipo de pensamientos que arrojaba al azar a ver cual de todos hacia mas daño. Su propósito siempre ha sido dominar y me pregunto ¿para que?, ¿Qué pasa si toma el control de mi?, iría totalmente en contra de lo que soy o al menos esa fue la respuesta que encontré, soy sobreviviente de mi monstruo, de esta voz arrasadora, sobreviví xq la escucho y la descarto, es por esto que hoy te puedo decir que los monstruos si tienen sentimientos, hoy está acá conmigo, es una amiga, la descarrilada que también forma parte de mi historia y sin vergüenza te cuento que es una parte de lo que soy, cuando le di el reconocimiento que merece, se convirtió en una buena aleada.
Los monstruos no vienen del exterior, no es la profesora que te reprueba, ni tu jefe explotador, no es la señora con la que discutiste en el mercado, ni el tutor de tesis que no te ayuda y aun así espera los créditos, tampoco es el gobierno corrupto, ni tu vecina chismosa, esas son situaciones que se presentan en la vida de todos, pero no todos tenemos los mismos monstruos, el monstruo habita en ti, tiene una esencia particular solo para poder coexistir en ti y es el que te puede cegar a la hora de tomar buenas decisiones, el que te llena de miedo a tomar nuevas oportunidades, el que no quiere cambios aunque sean buenos, el que te desanima y te hace sentir mediocre a pesar de que te esforzaste para lograr algo, el que te hace decir no puedo, queda de ti reconocer que el monstruo vive en ti, ya que no puedes pelear con algo que no existe, si lo haces reflejar podrás saber como atacar.
Úsalo de aleado y no como enemigo, creas o no es una parte de ti, no somos totalmente buenos ni totalmente malo, el pensar de forma horrible no te hace cruel, tu controlas el poder que le das, tu tienes todo el control, recuérdalo siempre.
Nos estamos leyendo.
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