"Morbius: el experimento fallido del antihéroe que nunca fue" 

Sistemáticamente, en un universo saturado de capas, dioses, multiversos y trajes brillantes, apareció una promesa distinta: Morbius, el vampiro viviente.

Un antihéroe trágico, condenado por su propia cura, impulsado por la desesperación de salvar su vida a cualquier precio. Sonaba épico. Oscuro. Diferente. Pero cuando la película llegó a los cines en 2022, todo lo que podía salir mal, salió peor.

Basado en un personaje clásico del universo Spider-Man, Morbius tenía potencial para ser el “Venom alternativo”. Un hombre enfermo, genio, que se transforma en una criatura nocturna con sed de sangre. El problema no fue el personaje… fue todo lo que rodeó su historia. Desde el guion plano, la dirección sin identidad, hasta una edición que parecía hecha sin amor, la película falló en su intento de convencernos de que este monstruo merecía un lugar en la mitología moderna del cine de superhéroes.

Lo más trágico no fueron las críticas sino lo que representa: un héroe que nunca llega a ser héroe, ni villano, ni nada. Morbius, interpretado por Jared Leto, es un personaje que transita la historia sin propósito claro. No salva a nadie. No construye vínculos reales. No evoluciona. Su conflicto es interno, pero no se explora. El antagonista, Milo, es simplemente una versión exagerada de él mismo, en una pelea final que no emociona ni impacta.

En un intento desesperado de parecer "oscura", la película se olvida de tener alma. El resultado es una obra vacía, fría, con frases forzadas y escenas que intentan ser épicas pero terminan siendo meme. De hecho, “It’s Morbin’ Time” —una frase que jamás se dice en la película— se volvió viral por lo absurda que fue la campaña de marketing y por cómo el film se convirtió en un chiste universal.

Pero más allá del meme, Morbius representa algo más profundo: el fracaso de un estudio por entender qué hace a un héroe verdaderamente interesante. No basta con un actor popular, efectos visuales oscuros y una historia reciclada. Si el público no siente nada, si el personaje no deja huella, entonces no es un antihéroe… es un vacío.

Morbius falló en todo. En la trama. En la conexión. Y lo más irónico: falló incluso en ser odiado seriamente, porque terminó siendo ridiculizado. Ni siquiera logró que nos importe su destino. Fue un intento de franquicia que murió antes de nacer.

En un mundo donde los superhéroes suelen ganar, Morbius es la prueba de que también pueden fracasar estrepitosamente. No por caer en batalla, sino por no tener historia que contar. Y ese es el peor final que puede tener un héroe: ser olvidado.

Pero bueno, en la vida del cine, creo que todos sabemos que no todo es color de rosas y hay algunos errores..

Entonces amigos míos! me gustaría que me contaran que les pareció. Les gustó? Porque?

Los que no la vieron espero que este artículo no les afecte o le den una visión diferente al filme, pero por supuesto este artículo se basa desde mi punto de vista.

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