Ed Harris desarrolló una carrera destacada, sostenida por la disciplina teatral y una presencia constante en el cine estadounidense. Tras sus primeros trabajos escénicos en Nueva York, obtuvo reconocimiento con The Right Stuff y consolidó su rango en Glengarry Glen Ross, Pollock y Apollo 13, combinando rigor interpretativo y profundidad de carácter. Su labor como director en Pollock evidenció su interés por el relato biográfico, mientras que su trabajo televisivo —especialmente en Westworld— amplió su experiencia en narrativa prolongada. Su enfoque se centra en la precisión y la construcción dramática sostenida.