"Después de todo lo que he pasado, la acogida, la pérdida de mis padres y cosas por el estilo, nunca he sido de los que dicen: 'No voy a intentarlo'. Lo utilicé todo como munición".
El magnético actor irlandés Barry Keoghan saltó a la fama por sus papeles en aclamadas películas como "Dunkerque", "The Killing of a Sacred Deer" y "The Banshees of Inisherin". A pesar de una infancia tumultuosa marcada por la adicción a las drogas de su madre y numerosos acogimientos familiares, Keoghan perseveró hasta convertirse en un actor galardonado. Entre sus interpretaciones más destacadas figuran la de un joven marinero civil en Dunkerque, de Christopher Nolan, y su papel en Las banshees de Inisherin, que le valieron nominaciones a los Globos de Oro y los Oscar. Keoghan sigue causando sensación en Hollywood, sobre todo cautivando y shockeando al público como Oliver Quick en "Saltburn", de Emerald Fennell, demostrando su capacidad para evocar un personaje tanto obsesivo como entrañable.
La dedicación de Keoghan a su oficio es evidente en su disciplinado enfoque, que establece paralelismos con su pasión por el boxeo, que le infunde un sentido de la estructura, la rutina y la sencillez. Con un compromiso inquebrantable, Keoghan demuestra que es él mismo el artífice de su propia suerte.
