Viaje a la felicidad perdida (1985)

Carrie Watts vive el ocaso de su vida atrapada en un apartamento en la década de 1940 en Houston, Texas, con una nuera controladora y un hijo picoteado por gallinas. Su mayor deseo es volver a visitar, solo una vez antes de morir, Bountiful, el pequeño pueblo de Texas de su juventud al que todavía se refiere como "hogar". El problema es que su hijo Ludie está demasiado preocupado por su salud como para dejarla viajar sola, y su mezquina nuera Jessie Mae insiste en que no tienen dinero para derrocharlo en boletos de autobús. Esto provoca intentos de "escape" todos los meses que coinciden con la llegada del cheque del Seguro Social de la Sra. Watts. La Sra. Watts finalmente escapa con éxito y hace un último viaje a casa.