El guardaespaldas de la primera dama (1987)

Jay Killian (Charles Bronson) había sido un agente del Servicio Secreto que protege al presidente, pero para la inauguración del presidente recientemente elegido, es asignado a la Primera Dama, Lara Royce (Jill Irlanda). Lara, una dama perpetuamente indignada, arrogantemente feminista, inicialmente odia a los killian metódicos y seguidos de reglas, por lo que hace todo lo posible para evitarlo y no tener en cuenta sus procedimientos de seguridad. La historia se complica cuando se realizan intentos repetidos sobre la vida de Lara. Finalmente, el sacudido Lara decide confiar en los instintos y métodos de precaución de Killian, y la pareja se embarca en un viaje difícil y a menudo peligroso a través del país, con los asesinos cerca de sus talones.