Äkta människor (2012)

En un presente paralelo, el ser humano artificial ha cobrado importancia. Los robots ya no tienen nada de robot. Las nuevas tecnologías y los avances en el campo de la ciencia han hecho posible fabricar un producto -una especie de sirviente mecanizado- que es tan similar a un ser humano real que a menudo puede considerarse un sustituto perfectamente bueno. Los Robots Humanos (HUBOT) también han dado lugar a nuevos problemas y dilemas. Espinosas cuestiones jurídicas han empezado a ocupar cada vez más la mente de la gente y todavía esperan respuesta: ¿Quién es responsable de las acciones de un hubot? ¿Tienen los hubots algún tipo de "derechos hubot"? ¿Se les debe pagar por su trabajo? A medida que un número cada vez mayor de personas establece relaciones con hubots, los límites entre humanos y máquinas se vuelven borrosos. Cuando los humanos hacen copias de sí mismos, que son tan cercanas a la realidad que forman vínculos emocionales, surge la pregunta: ¿Qué significa realmente ser "humano"?