Philip Marlowe, Private Eye (1983)

Confiando en su ingenio, instinto, arma y whisky, el detective privado Philip Marlowe resuelve muchos de los peores casos de crímenes de Los Ángeles durante la década de 1930. Su estilo es sarcástico, sus métodos no son ortodoxos, las mujeres adoran su encanto, su intromisión es odiada por la policía local, su billetera a menudo está vacía y su cráneo se endurece por los muchos golpes inesperados recibidos en la oscuridad. A pesar de su bajo estatus social, su constante consumo de alcohol y la baja compañía con la que mantiene a Philip Marlowe tiene estándares morales muy altos y un sentido de justicia muy desarrollado. Muchas veces, echa una mano a los necesitados que están en el fondo de la sociedad y también a las damas en apuros con ojos llorosos que pueden darle un beso y una bebida. Las series de misterio del crimen están adaptadas de las historias cortas de Raymond Chandler.