¿Qué tan útiles pueden ser tus demonios para hacer el bien?
'Misántropo' la nueva película de Damián Szifrón, llegó a los cines. Una idea que surgió desde antes de 'Relatos Salvajes' y que no siguió siendo desarrollada hasta que se decidió situar la historia en Estados Unidos, ya que la idea cuadraba por todas partes por la complejidad de su trama. Una trama que como explicó el mismísimo director era muy difícil de suceder en Argentina y que lograría que la película perdiera todo tipo de coherencias.
En la noche de Año Nuevo en la ciudad de Baltimore, 29 personas murieron luego de ser asesinadas con mucha precisión por una persona que no dejó siquiera un rastro. Eleanor Falco una joven policía que a pesar de ser un poco retraída cuenta con muchísimo talento a la hora de deducir casos, es reclutada por el agente especial del FBI Geogffrey Lammark, para integrar el equipo que dejará todo por descubrir que es lo que está pasando y quien está detrás de estos asesinatos.
'Misántropo' se puede analizar desde dos puntos de vista muy diferentes. El principal y el que el Szifrón busca resaltar, es el hecho de por sobre un caso policial, algo mucho más profundo. El poder entrar y descubrir qué es lo que pasa en la mente de un asesino de ese tipo, ¿cuál es la razón que lo incentiva a hacerlo?
Pero también, se puede analizar desde el punto de vista más clásico. Un policial de drama y suspenso, que presenta, como bien venimos hablando, el asesinato a 29 personas y un culpable que se esconde bajo las sombras, sin dejar rastros. Si bien esta observación también es válida, es muy evidente que fue la elegida para muchos críticos estadounidenses a la hora de analizarla, logrando que claramente no sea bien recibida.
La película como género policial combinando suspenso y drama se queda un poco a medio camino. Especialmente rondando ya por el final, donde después de tanta buena construcción en la historia desde su introducción y conflicto, el desenlace deja un poco que desear, a nivel personal.
La realidad es que 'Misantropo' expone una clara crítica social a los Estados Unidos y el afán popular de que cualquier asesinato masivo es provocado por alguien de color, de otra religión, etnia o demás. Donde el juzgar por las apariencias físicas predominan antes que los motivos o el cuestionamiento de por qué pasó lo qué pasó.
Si bien Ben Mendelsohn como Shailene Woodley estuvieron bien, el arco de Eleanor, sobre todo su pasado y esa vinculación que será clave para descubrir al asesino y sus razones, por momentos me pareció poco creíble y sin mucho desarrollo. Sin entrar en spoilers, sentí que la manera en la que presentaron su conflicto personal no fue de la forma que uno imagina eso y sinceramente me dejó con sabor a poco.
Desde ese punto de vista de la crítica la película está muy bien lograda y deja que el espectador se quede pensando y analizándola después de verla. Porque la realidad es que los clásicos thriller policiales norteamericanos nunca abordan críticas hacia sus prejuzgamientos. Sin embargo, desde el punto de un policial, la película fue un poco más de lo mismo y tal vez un poco olvidable.
Advertencia: la película contiene escenas consideradas como trigger warning. Recomiendo verla con discreción
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