Los espacios liminales son una herramienta poderosa en el arsenal cinematográfico, ya que les permiten a los cineastas explorar temas complejos y crear una sensación de inquietud y desorientación en el espectador, así como también explorar temas complejos de identidad, transformación y existencialismo. Estos espacios existen entre dos estados, como entre el mundo real y el mundo de los sueños, o entre la vida y la muerte. A menudo se representan como espacios de transición o intermedios, donde los personajes están suspendidos entre dos mundos o dos identidades.

Stalker. La zona es una película de ciencia ficción de 1979 dirigida por Andrei Tarkovsky. La película gira en torno al viaje de tres hombres: un escritor, un científico y un guía, que se aventuran en una zona enigmática y traicionera llamada "La Habitación", donde creen que sus deseos más profundos pueden cumplirse. A lo largo de la película, Tarkovsky emplea con eficacia los espacios liminales para crear una sensación de ambigüedad, desorientación y transformación.
La Zona, donde se desarrolla la mayor parte de la película, es un espacio liminal. Es un área abandonada y en cuarentena que existe entre dos estados: el mundo ordinario y cotidiano y un lugar donde la realidad está deformada y las leyes de la naturaleza son inciertas. La Zona es también un espacio intermedio, donde los personajes están suspendidos entre sus vidas presentes y el cumplimiento potencial de sus deseos más profundos. La Zona sirve como metáfora de la psique humana, representando los deseos, miedos y ansiedades más íntimos de los personajes.
Una prueba de fe
Tarkovsky usa el espacio liminal de la Zona para explorar temas de fe, existencialismo y el significado de la vida. El viaje a la Zona es largo y traicionero, y los personajes deben navegar a través de varios espacios liminales, como un túnel ferroviario y una cámara subterránea oscura antes de llegar a su destino. Estos espacios se representan como transicionales e intermedios, donde los personajes están suspendidos entre dos mundos, sin saber cuál será su destino. Esta sensación de desorientación e incertidumbre se refuerza mediante el uso de tomas largas y serpenteantes y secuencias de ensueño, que difuminan aún más las líneas entre la realidad y lo sobrenatural.
El espacio liminal de la Zona también sirve como catalizador para la transformación de los personajes. El viaje a la Zona se convierte en una prueba de fe, ya que los personajes deben enfrentarse a sus miedos y deseos más profundos, y el viaje en sí mismo se convierte en una metáfora de la búsqueda humana de significado y propósito. El Stalker, el guía que lleva a los personajes a la Zona, es él mismo una figura liminal, que se encuentra suspendida entre dos mundos: el mundo mundano y la Zona. Su personaje representa la idea del chamán o guía, que puede guiar a otros a través del espacio liminal de la Zona y, en última instancia, hacia la transformación.
Elementos técnicos en Stalker. La zona: contemplación
Los elementos técnicos de la cinematografía, entre los que se inclueyen el uso de tomas largas, el enfoque profundo, los movimientos de cámara lentos, el color y el diseño de sonido, contribuyen a la creación de los espacios liminales en Stalker. La zona. El uso que hace Tarkovsky de estas técnicas sirve para crear una sensación de desorientación y ambigüedad, lo que permite al espectador sumergirse por completo en el mundo de la película y contemplar los espacios liminales representados en ella.
Cinematografía
El uso de la cinematografía en Stalker. La zona juega un papel importante en la creación y representación de espacios liminales dentro de la película. Andrei Tarkovsky emplea diferentes técnicas tales como las tomas largas, el enfoque profundo y los movimientos de cámara lentos, para capturar la sensación de desorientación y ambigüedad que define los espacios liminales.
Tomas largas
Uno de los aspectos más distintivos de la cinematografía de Tarkovsky en Stalker. La zona es el uso de tomas largas. El uso de tomas largas es un aspecto definitorio del estilo de Tarkovsky y juega un papel importante en la creación de una sensación de inmersión en el mundo de la película. El primer plano de la película, por ejemplo, es una toma continua de 7 minutos, que establece el escenario de la película e inmediatamente sumerge al espectador en el mundo ficticio. Mediante el uso de tomas largas, Tarkovsky permite que el espectador pueda observar y contemplar los espacios liminales representados en la película, creando una sensación de quietud y contemplación que es esencial para el tono general de la obra.
Enfoque profundo
Otra técnica utilizada en Stalker. La zona es la cinematografía de enfoque profundo. Esta técnica le permite al espectador observar múltiples planos de acción simultáneamente, y se usa con gran efecto en los espacios liminales de la película. Por ejemplo, en la escena en la que los personajes cruzan un río subterráneo turbio, el enfoque profundo de la cámara permite al espectador ver cómo los personajes luchan por cruzar el río y a la vez visualizar los reflejos de las estructuras circundantes en la superficie del agua. Esta técnica sirve para aumentar la sensación de inmersión del espectador en el mundo de la película, lo que le permite ver tanto a los personajes como al entorno circundante con gran detalle.
Movimiento de cámara lento
Tarkovsky también emplea movimientos de cámara lentos en Stalker. La zona para crear una sensación de contemplación y desorientación. En las muchas secuencias oníricas de la película, la cámara se mueve lenta y fluidamente, creando una sensación de fluidez y ambigüedad que es esencial para la atmósfera general de la película. Esta técnica sirve para transportar al espectador al espacio liminal de la película, creando una sensación de desorientación que es a la vez inquietante y cautivadora.
Color
El uso del color en Stalker. La zona también tiene un significado profundo para la creación de espacios liminales. La paleta de colores de la película es apagada y terrosa, lo que enfatiza la sensación de decadencia y abandono que caracteriza el espacio liminal de la Zona. A medida que los personajes se adentran más en la Zona, los colores se vuelven más saturados, destacando la naturaleza de otro mundo del espacio liminal que habitan.
Diseño de sonido
El diseño de sonido en Stalker. La zona también es fundamental en la creación de espacios liminales. Tarkovsky a menudo emplea sonidos naturales, como el agua corriente o el canto de los pájaros, para crear una sensación de inmersión en el mundo de la película. En la Zona, sin embargo, el diseño de sonido se vuelve cada vez más desorientador, con paisajes sonoros espeluznantes y voces distorsionadas que se suman a la sensación de inquietud que define los espacios liminales.
Espacios liminales en las obras de Tarkovsky
Solaris: aventura espacial (1972)
En Solaris: aventura espacial, Tarkovsky presenta un espacio liminal en forma de un misterioso planeta oceánico que provoca extraños efectos psicológicos y físicos en los personajes humanos que lo visitan. Tarkovsky hace uso de una variedad de elementos técnicos para crear una sensación de inmersión en este espacio liminal, por ejemplo, tomas largas, movimientos de cámara lentos y un diseño de sonido atmosférico y melancólico. El océano en constante cambio y ondulación del planeta sirve como una metáfora visual del espacio liminal que habitan los personajes y desdibuja los límites entre la realidad y la alucinación.
El espejo (1975)
El espejo es una película profundamente personal y experimental que desdibuja las líneas entre la realidad y la memoria. Tarkovsky utiliza una variedad de técnicas para crear un espacio liminal que refleja el paisaje psicológico interno del protagonista de la película. Esto incluye una estructura narrativa fragmentada, imágenes de ensueño y un diseño de sonido evocador que mezcla sonidos naturales con fragmentos de música y diálogo. Los numerosos espacios liminales de la película, incluido un pueblo inundado y una casa en llamas, sirven como representaciones simbólicas del estado psicológico del protagonista, borrando las líneas entre la realidad y la memoria.
Nostalgia (1983)
En Nostalgia, Tarkovsky presenta un espacio liminal en forma de una villa italiana en descomposición, que sirve como metáfora del propio sentido de decadencia espiritual y emocional del protagonista. Tarkovsky emplea una variedad de elementos técnicos para crear una sensación de inmersión en este espacio liminal, entre los que se incluyen tomas largas, cinematografía de enfoque profundo y un diseño de sonido evocador que mezcla sonidos naturales con fragmentos de música y diálogo. Los muros desmoronados de la villa y los jardines cubiertos de maleza sirven como una representación visual de la sensación de aislamiento y alienación del protagonista y crean un espacio liminal que es a la vez inquietante y melancólico.
Epílogo
Ya sea que se utilicen para explorar temas de identidad, transformación o existencialismo, los espacios liminales son un elemento clave en muchas de las películas más poderosas y estimulantes de nuestro tiempo. Las películas de Tarkovsky son conocidas por su presentación inmersiva y profundamente simbólica de espacios liminales, que desdibujan las líneas entre la realidad y el subconsciente. Mediante el uso de una variedad de elementos técnicos, que incluyen tomas largas, cinematografía de enfoque profundo, movimientos de cámara lentos, color y diseño de sonido, Tarkovsky puede crear espacios liminales que son tanto visualmente impactantes como emocionalmente evocadores.
Capítulo 4 - Cruzando el umbral: una exploración cinematográfica de los espacios liminales
Capítulo 3 - Cruzando el umbral: una exploración cinematográfica de los espacios liminales
Capítulo 1 - Cruzando el umbral: una exploración cinematográfica de los espacios liminales
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