Mi nuevo trabajo de psicólogo en un ministerio empezó decepcionante, con pocos pacientes. Eso luego cambiaría y me vería atestada de personas contándome sus problemas laborales y familiares, pero ese día, no atendí a nadie y pude salir temprano a ver Everything Everywhere All At Once a la función de las 3:50 P.M.
La película trata de una migrante china llamada Evelyn (Michelle Yeoh) que tiene una lavandería con problemas de impuestos y una hija lesbiana, y que prontamente se ve envuelta en problemas del multiverso cuando va a la auditoría de su negocio.

Lo más sorprendente de la película es observar las diferentes rutas que puede tomar tu vida. Como decidir algo deja otra opción de lado, como un accidente puede cambiar tu destino, como hay ciertas personas que vemos tan constantes que nos es extraño imaginarnos un mundo sin ellos, pero ese mundo también existe, en esas constelaciones de posibilidades que no se tomaron.
En ese entonces estaba de casi algo a distancia (terrible situación) con une chique argentine que también tenía problemas con su madre, así que fue una experiencia emocionante salir de la película y poder hablar por horas de lo buena que era. Fue uno de los buenos momentos de la relación que, cuando la distancia nos explotó en la cara, luego recordaría con ternura.
Un tema importante de la película, yo diría uno de los más importante, refiere al tema de la identidad.
Quienes somos, qué queremos ser, a donde vamos. Cuando tomamos una decisión, se abre un portal a un camino y se cierra otro.

La parte más impactante para mi fue la idea de aún tener oportunidades aunque no seamos la mejor versión de nosotros mismo. Como a veces, no ser la mejor versión de nosotros mismos es de hecho lo más beneficioso, porque tenemos entonces oportunidad de explotar ese potencial.
Evelyn puede salvar el multiverso porque es la versión más mediocre de sí misma, aquella que tiene más oportunidad de aprender. Aquella que todavía es lo suficientemente abierta para entender un poco más a su hija, que no está completamente cerrada con la seguridad de haber logrado algo en su vida. Aunque llegar ahí le costó claro, para eso fue el viaje en el que se embarcó en la película.

La película también trata de como hay oportunidad para mejorar, para crecer, aunque sea doloroso enfrentarse con los objetivos no logrados y los sueños rotos.
Lo he pensado muchas veces a lo largo de mi carrera. Pensar en dejar la psicología y dedicarme a otra cosa, y lo peor es que tengo pocos años de graduada. Desde antes de la película, la idea de los multiversos, de aquello que se deja de lado cuando se cambia de dirección, me lleva toda la vida intrigando.

Creo que la película me marcó tanto porque liberó algo de presión de mi parte, por siempre escoger ser la mejor versión de mi misma. La película propone que eso no es necesario para salvar al mundo. Como es importante el simplemente entrar en sintonía con las personas a tu alrededor, tomarte la oportunidad de acercarte al otro, y empezar de nuevo, con más calma. Encontrar un momento para estar con esas personas importantes, y no dejar de lado el hecho de que a esta vida se viene básicamente a existir.
No existe algún propósito más allá de aquel que queramos darle. Y aunque a veces las relaciones o las carreras no funcionan, siempre tenemos la oportunidad de aceptar lo que nos pasó y seguir descubriendo lo que hay para nosotros en el camino.
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