APTOW FACTORY: SUS 10 MEJORES PERDEDORES (PARTE 2)

Estos perdedores que vienen ahora son cada vez más hermosos. No solo su psicología se vuelve profunda, dramática, divertida, sus actores entienden mejor sus personajes. Tal vez sea porque, algunas veces, actúan de sí mismos, o son autobiográficos. Son graciosos sin tener que sobreactuar nada. Lo inteligente de Apatow, en estos casos, es saber acompañar.

5. Mickey Dobbs (Love)

La más encantadora de las comedias que produce Apatow, es mérito de su creador, Paul Rust. Seguramente mucho tengan en común Rust y Gus. El nerd laborioso, ubicado, sensible, que tal vez resulte un valor creativo, hace el camino del héroe para enamorar a la más linda. Con inseguridades, como todos, pero seguro de sí mismo. Gus siempre sintió estar ganando.

La llega de Mickey (Gilliam Jacobs) lo desestabiliza. Es ella la perdedora que carga el verdadero drama. Su belleza delicada, francesa, tiene que convivir con una neurótica californiana. Mickey viste bien aunque esté mostrando que no se preocupa por esas cosas. Solo su andar parece compartir con Britta (Community). Mickey es ácida, inteligente, cruel. También odiosamente hermosa, y autodestructiva.

Ni su trabajo cool ni sus moderadas adicciones parecen ser suficientes. Mickey necesita deprimirse por amor, mientras busca ser, por completo, independiente.

4. George Simmons (Funny People)

Antes que nada, agradecer a Apatow permitirse el Adam Sandler dramático. Tomó nota del comediante que había brillado en Punch-Drunk Love, junto a Emily Watson. Aunque Apatow apuesta a lo seguro, a su ecosistema más conocido: el circuito de comedia en Los Ángeles, desde los antros de stand-up hasta los eventos empresariales.

George es una suerte de caricatura del propio Sandler. Pero sus días están contados por una enfermedad -casi- incurable. Estar por perder la vida lo obliga a mirar hacia atrás. Su éxito y reconocimiento lo hicieron también perderse la vida. Un perdedor sufrido, maldiciendo haber hecho reír a todos tanto, cuando nadie lo hacía reír a él.

A Funny People le sobra la última hora. Tal vez por inseguridad, Apatow reabre el conflicto y lo lleva a un lugar más liviano, familiar, feliz. Hay exceso de comedia y un ruego por la salvación moral. En esta Apatow parece quedarse sin nafta, cuando intentaba correr detrás de Paul Thomas Anderson.

3. Amy Townsend (Trainwreck)

La escena inicial nos muestra un flashback de Amy infante, sentada en el capot del auto familiar, junto a su hermana menor. Su padre les explica con filosofía barata y su muñeca favorita por qué la monogamia es una mentira.

Amy Schumer es arrolladora. Su personaje autorreferencial vive una sexualidad promiscua, excedida en alcohol y burlándose del del amor y el ideal de familia. Pero como vimos su trauma de infancia, entendemos por qué la devoción a su padre. Queremos que se dé una oportunidad con este joven médico. Amy nos tiene conquistados.

Trainwreck es un tratado sobre la crisis de los 30, una innovación de la juventud millennial. Profesionales con buenos trabajos, que disfrutan la diversión sin ataduras ni mayores responsabilidades, a los que la idea de estabilidad les empieza a endulzar los oídos.

Apatow se sube a este tren y acompaña a su conductora de cerca. Colabora en el guion de Schumer y también dirige. Amy es propensa a descarrilar. Pero Apatow está cerca, le indica cómo seguir, le muestra el mapa. Consigue que Amy vaya a la velocidad que quiere, y no chocar.

2. Evan y Seth (Superbad)

El varón, en la adolescencia, es pajero. La cultura y la comedia norteamericana han auspiciado esta idea de perder la virginidad a edad temprana. En la edad del pavo muchas cosas se piensan con el pito, o como muestra la serie animada Big Mouth, el pito nos quiere hablar de muchas cosas.

Apatow es solo productor, pero puso sus primeras fichas al guion de Evan Goldberg y Seth Rogen. Superbad es una buddy movie gonza, divertida, por momentos delirante. Pero sobre todo habla de la amistad con una honestidad preciosa.

Michael Cera y Jonah Hill brillan en un reparto que incluía la luminosidad de Emma Stone, el inolvidable McLovin (Christopher Mintz-Plasse), y el propio Rogen en su carro de policía junto al cínico Bill Harder.

Más allá de la última fiesta, el sexo y la graduación, Evan y Seth viven sabiendo que esa forma de amistad se acaba. Crecer es doloroso, pero perder también.

1. Alison Scot y Ben Stone (Knocked up)

La más ajustada de sus comedias, también es la más emocionante y divertida. El drama de la maternidad no buscada. La tragedia del muchacho opa enfrentando una responsabilidad enorme. Apatow hace su mejor pleno.

El primer reconocimiento es para Seth Rogen, que en Ben concentra lo mejor de su acotado repertorio. El joven que se quedó en la adolescencia puede resultar conmovedor y entrañable. Ben encanta hasta las serpientes. Un oso cariñoso repleto de buenas intenciones, pero que se deja ganar fácil por la vagancia. Los cuatro fantásticos que lo secundan (Jonah Hill, Jay Baruchal, Martin Starr y Jason Segel) podrían tener su propia sitecom hilarante.

Por su parte, en Katherine Heigl todo es luminoso. Su Alison es una periodista con un futuro promisorio. Soltera y autosuficiente, se va enamorando de la idea de criar su bebé con el chico que, por hacerla reír, la embarazó.

Si bien Alison parece tener que bajar sus expectativas, la construcción de ese amor es sincera, creíble. El momento del parto hace transitar un clímax tan emocional como ordinario. También es hermoso ver a los perdedores ser felices.

Gracias por leer mi caprichosa lista. Espero leer las suyas, sorprenderme y discutir. Acá les dejo la primera parte por si a alguien está interesado en repasar. ¡Saludos perdedores!

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