Para quienes no saben, mi serie favorita de todos los tiempos es Avatar: The Last Airbender (2005-2008), una serie que la he maratoneado muchas veces, sobre todo ahora, en mi adultes. Para mí, hacer una reseña de esta serie es complicadísimo, porque abarcar la emocionalidad de lo que significa esta trama e historia para mi persona es difícil de resumir en unas hojas de Word. En este sentido, The Legend of Korra no queda atrás, esta serie la vi cuando estaba en la Universidad y también la seguí cuando estaba al aire, es decir, semana a semana veía el capítulo de estreno. Esto fue hace más de 10 años atrás, y este año decidí hacer una maratón de TheLegend of Korra, porque no lo había hecho dentro de todo ese tiempo y la sorpresa que me llevé es que había muchísimas cosas de las que no me acordaba, pude observar con mayor detención el desarrollo de la historia y la construcción de los personajes, y por qué también ha tenido un impacto grande en mi persona. Pareciera ser que este mundo se ha hecho parte de mí y la unión que se ha formado es muy única y llena de emotividad. Así que empecemos.
The Legend of Korra es una serie animada de Nickelodeon que se estrenó el año 2012, sigue las aventuras de (adivinen) Korra, la avatar que sigue el siguiente ciclo después de Aang. Una breve explicación de la construcción de mundo de Avatar: The Last Airbender (de ahora en adelante ATLA) es que el ciclo del avatar tiene un sentido de orden, esto porque el primer avatar (Avatar Wan) obtuvo cada elemento en un cierto orden: primero fuego, luego aire, para seguir con agua y después tierra, logró dominar los cuatro elementos porque se unió con el espíritu de Raava (el espíritu de la paz y la luz), quien por su parte es la responsable de que el avatar se reencarne siguiendo el ciclo y orden que en un inicio de instauró. Korra, por tanto, es un avatar de la Tribu Agua del Sur, su primer elemento es el del agua, luego domina el de la tierra, para pasar al del fuego y terminar con el elemento del aire. El elemento del avatar anterior es siempre el último en ser dominado por el avatar actual, y el más difícil por lo demás. En la primera temporada de Korra, ella intenta aprender a hacer aire control durante toda la temporada, se muestra lo mucho que le cuesta y es al final que logra convertirse en una maestra aire.
Las diferencias fundamentales de esta serie con la de Aang, es que cada temporada (son cuatro) tienen un enemigo nuevo, los que representan diferentes ideologías en desequilibrio. Por ejemplo: Amon en la primera temporada representa el comunismo en desequilibrio, Unalaq en la segunda temporada representa la teocracia en desequilibrio, luego en la tercera temporada se introduce a Zaheer quien representa el anarquismo, y luego está Kuvira, quien representa el facismo. Cada uno de los villanos en The Legend of Korra (de ahora en adelante TLOK) enseñan una lección importante a Korra, quien en el inicio de la serie es optimista, fuerte, testaruda y por, sobre todo, ama ser el avatar. Pero el viaje para ser el avatar en TLOK es muy diferente al que se enfrenta Aang en ATLA, principalmente porque en TLOK se puede ver el desgaste con el que se enfrenta Korra y cómo desde el punto alto que comenzó, llega un punto en donde lo pierde todo en cuanto a su identidad como avatar. En este sentido, uno de mis villanos favoritos de toda la serie es Zaheer, porque al representar el anarquismo, cuestiona todas las reglas con las cuales se constituye el mundo de avatar, principalmente por qué hay un avatar en primer lugar, quien tiene más poder que todos los demás. Sin tener ganas de detallar todo lo que pasa en la tercera temporada, porque mi idea es que se animen a verla, es que Zaheer envenena a Korra y corta su conexión con el estado del avatar, sin mencionar que el veneno casi la asesina. A esa altura Korra ya había perdido a Raava en su pelea final con Unalaq, por lo tanto, no tiene conexión con sus vidas pasadas. A finales de la tercera temporada, Korra es solo una sombra de la joven mujer que alguna vez fue.
Lo que ocurre después es probablemente mi parte favorita de toda la serie, la cuarta temporada se llama “Balance” (“Equilibrio”), Korra se enfrenta con su peor enemigo: ella misma. Sufre de Trastorno por estrés postraumático, predominan en ella sentimientos de culpa, temor, ira y vergüenza por lo que pasó con Zaheer, además de que su proceso de rehabilitación es bastante difícil, tiene que aprender a caminar otra vez, también a volver a entrenar los cuatro elementos, hay que destacar que Korra ya no tiene contacto con Raava y, por tanto, no tiene conexión con sus anteriores vidas, Korra está completamente sola. Y es así como emprende su viaje de recuperación, viaje que la lleva a conocer a Toph (sí, la maestra tierra y amiga de Aang), Toph fue quien inventó el metal control y le dice a Korra que aún tiene veneno en su cuerpo, eventualmente Korra saca su veneno del cuerpo, pero aún no logra sanarse del todo, se da cuenta que la única manera que tiene de hacerlo para derrotar a Kuvira es visitando a Zaheer en la cárcel, porque todo la lleva a su trauma con él. Es, increíblemente, gracias a Zaheer que Korra logra entrar al mundo espiritual otra vez, a través de la meditación y de la aceptación, de que lo que pasó ya fue, no hay nada más que hacer que aceptarlo y usarlo como aprendizaje.
Lo siguiente que ocurre es toda la planificación de la pelea final con Kuvira. Pero la verdad es que no quiero adentrarme en este tema. Quiero hablar de cómo la belleza de Korra recae en esa recuperación, aceptación, y el reencuentro que tiene con ella misma mientras Kuvira se enfoca en ganar la guerra final con su arma destruidora de ciudades y lugares enteros. Creo que el hecho de que Korra tenga Trastorno por estrés postraumático y en el episodio nueve de la temporada cuatro decida enfrentar a Zaheer, el hombre que le causó tanto daño, envenenándola y casi matándola, porque una parte de ella comprende que hay una llave en ese potencial encuentro, algo que puede desencadenar el bloqueo que tiene, y que esa llave es la misma persona que creó ese dolor en primer lugar. Hay algo hasta poético en ello. Korra visita a Zaheer, pero su intención es decirle que ya lo superó, que ya no puede hacerle daño, sin embargo, Zaheer le demuestra que aún le teme y Korra le saca en cara que gracias a él Kuvira ha tomado poder sobre el mundo y es la dictadora más grande que jamás se haya conocido, ante eso Zaheer se da cuenta que sus ideologías anarquistas ya no son de tal relevancia si hay una dictadora libre y ganando la guerra, por ello le ofrece ayuda a Korra, para que detenga a Kuvira. Korra no confía al inicio, pero Zaheer la convence, pues ya no tiene nada que perder estando allí. Y es Zaheer quien guía a Korra al mundo espiritual, una vez más, el lugar al cual no podía entrar ¿Cómo lo hace? Pues acepta lo que le pasó, acepta el hecho de que casi murió, pero sobrevivió y que ese miedo ya es parte del pasado, como también que gracias a ese mismo episodio pudo crecer y aprender cosas sobre ella misma, por ejemplo, con cada caída, aun cuando sea profunda, aun cuando sea dolorosa, aun cuando creas que te ha quitado todo lo que hacía de ti una persona completa, puedes volver a pararte, ser una persona compuesta por tu pasado y tu presente, para volver a comenzar de nuevo.
Para mí, TheLegend of Korra es una hermosa historia sobre recuperación y amor propio, sobre cómo podemos empezar de nuevo cada vez que algo aparece como el fin del mundo. Porque siempre se puede sacar del dolor y la pérdida; amor, calidez, empatía, sobre todo con uno mismo y con tus cercanos. Para mí la temporada cuatro es la mejor, porque culmina con un avatar que está sola, aislada y con mucho miedo, para dar paso a un avatar que se reconecta consigo misma y que logra volver a pedir ayuda y acercarse a aquellos que la hacen feliz. Sin mencionar que el final es en realidad toda una secuencia de las más favoritas. Los y las invito a que vean Avatar: The Last Airbender y The Legend of Korra, de verdad no se van a arrepentir.

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