Everything Everywhere All At Once: La razón para salir de Netflix

5 de jul. de 2022
Muchas veces, antes que ir a una sala de cine, preferimos quedarnos en nuestra casa y maratonear una serie por la cantidad de plataformas que tenemos acceso con gran facilidad, pero esta nueva entrega de A24 es imperdible.

Everything Everywhere All At Once, que está actualmente disponible en todos los cines de Argentina, es una historia extraña y fascinante, difícil de explicar, pero es sinceramente una experiencia inigualable por la cual recomiendo salir de la comodidad del sillón.

Me resulta una tarea complicada encontrarle género a esta obra, la sobresaliente está encargada por los Daniels (Dan Kwan y Daniel Scheinert), quienes anteriormente dirigieron otros audiovisuales, entre ellos el videoclip de “Turn Down For What”, en donde se puede ver marcado su estilo, a lo largo del video hay varias similitudes con la película a través de este tipo de comedia y batallas.

Como dije anteriormente, la premisa no es muy amigable: trata de una anciana inmigrante china protagonizada por Michelle Yeoh, la cual se va a encontrar envuelta en una aventura fuera de lo común. Cuando una ruptura interdimensional altera su realidad, ella sola podrá salvar el mundo explorando otros universos que se conectan con sus vidas pasadas.

Sin dudas, en esta ambiciosa propuesta encontramos algo nuevo. Pero además de esto, es un largometraje super creativo, dinámico y divertido: aborda una comedia muy absurda, llena de caos con peleas de artes marciales y a pesar de todo ello logra una emotividad enorme.

Me parece increíble como todas estas rarezas graciosas que encontramos en el filme, que son muchas, logren emocionarte de un momento a otro. Es muy curioso cómo una escena con dos rocas logra hacer reír a la audiencia y luego hacerla reflexionar, es un viaje excepcional.

En mi opinión el punto más fuerte de la cinta es el guion y su desarrollo. A pesar de su complejidad en el relato y la cantidad de saltos en el espacio, la narración no deja de ser una estructura clásica. Es uno de esos guiones a los cuales no se les puede encontrar un error, es impecable.

La película se convirtió rápidamente en una de mis favoritas, y por supuesto, en la mejor del año por ahora. Está realizada de forma excelente y muy original, tiene una infinidad de aspectos positivos (desde el sonido que acompaña perfecto a la imagen, el extraordinario guion, el dinámico montaje, las actuaciones y la propia dirección). No se encuentra algún error con facilidad y por momentos parece perfecta. Es recomendable para cualquier persona y es una verdadera razón para ir al cine.