Reseña sobre 'Dogman': algo falta en el thriller de Luc Besson

Spoilers

Si revisas los comentarios sobre el último tráiler de "Dogman" de Luc Besson te darás cuenta que muchas personas dicen que podría llegar a ser "el joker pero con perros". Después de su desconcertante estreno en Venecia, ahora podemos responder con un rotundo "ojalá". La última aventura de Luc Besson es un desastre tonto que no le hace ningún favor a su talentoso elenco canino ni al actor principal, Caleb Landry Jones.

Al igual que “El árbol de la vida” de Terrence Malick, la película comienza con un toque de sofisticación al introducir una cita. "Cuando un hombre está en problemas, Dios le envía un perro", es un dicho atribuido a Alphonse de Lamartine, un poeta y estadista francés que probablemente se sorprendería ante la idea de que le dieran un perro si no fuera porque ha fallecido hace 180 años (estos fascinantes datos de Lamartine son cortesía de una breve navegación en Wikipedia, que ya parece más investigación que la que se hizo en el guión de Besson, probablemente escrito con crayón). Nuestra figura central es Doug (Caleb Landry Jones), un nombre elegido hábilmente ya que en inglés nos recuerda a "dog" (perro). Si te gustan estos juegos de palabras wildeanos, disfrutarás el momento en que el celoso hermano mayor de Doug, Richie (Alexander Settineri), cuelga una pancarta que dice "In the name of God" (en el nombre de Dios) frente a la jaula de Doug, con G-O-D escrito al revés (tanto Dios como Perro tienen las mismas letras en inglés, solo el cambio de órden hace la diferencia: d-o-g y g-o-d).

Pero espera, ¿por qué Doug está encerrado en una jaula? Bueno, es parte de su historia. Como el Doug adulto, misteriosamente lleno de moretones, ensangrentado y vestido con un desaliñado disfraz de Marilyn Monroe (en un ratito hablaremos de este tema), le dice a la extrañamente vestida psicóloga del centro de detención Evelyn (Jojo T. Gibbs), su infancia estuvo lejos de ser normal. Partiendo de las meticulosamente insulsas configuraciones de entrevista de plano-contraplano del director de fotografía Colin Wandersman, nos sumergimos en un modo flashback mientras Doug relata, con minucioso detalle, su tumultuosa educación. Su padre violentamente abusivo (Clemens Schick) mantenía una jauría de perros demacrados, hambrientos para aumentar su ferocidad durante las peleas de perros. Cuando Doug, a quien le gustaban mucho los perros y no apoyaba las luchas, le mostró a los pobres animales la más mínima ternura, su padre lo arrojó cruelmente a su jaula y proclamó: "¡Ahora son tu familia!" Finalmente, después de un percance inducido por una escopeta que lo deja no solo discapacitado sino también con dificultades para caminar, Doug emplea su extraño susurro de perro, escapa y no vuelve a mirar atrás.

Ahora, en la edad adulta, Doug ejerce cierto grado de influencia local, empleando su escuadrón de perros notablemente intuitivos pero indistinguibles en una variedad de actividades criminales al estilo de los Looney Tunes. Esto atrae la atención de un gángster latino sudoroso llamado El Verdugo (John Charles Aguilar) y un persistente agente de seguros llamado Ackerman (Christopher Denham). Además, los viernes, Doug disfruta de actuaciones en un cabaret drag, un lugar para divertirse y expresarse.

Quizás "Dogman" podría haber sido mucho mejor si Besson no se hubiera sentido obligado a explicar excesivamente cada faceta de la excéntrica personalidad de Doug. Es como si el director creyera que cada aspecto de la personalidad de una persona puede rastrearse claramente hasta una sola causa, tratando la psicología como una ecuación matemática. Doug encuentra consuelo entre los perros porque su padre le enseñó que los perros eran su familia. Cree en Dios porque interpreta la llegada de numerosos perros como una intervención divina, cada uno enviado para aliviar sus problemas. En cuanto a la inclinación de Doug por la vestimenta femenina, se debe a la exposición a revistas femeninas durante su estancia en la jaula, seguido de instrucción en Shakespeare y maquillaje por parte de una trabajadora social/actriz de buen corazón en una de sus residencias. ¿Te das cuenta?

Los elementos visuales y auditivos de la película tampoco cumplen con las expectativas, ya que carecen del estilo característico de Besson. En cambio, se siente anticuado y sin inspiración, con una banda sonora que te golpea en la cabeza con emociones en lugar de realzarlas.

"Dogman" no cumple con sus promesas, lo que deja al público más arrepentido que satisfecho. A pesar de los esfuerzos de su talentoso elenco, entre los que se incluyen los canes y Caleb Landry Jones, la ridícula trama de la película y su torpe narración eclipsan cualquier cualidad redentora. En el ámbito del cine de suspenso, "Dogman" es más un fracaso que una obra maestra.

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