Bacurau: apocalipsis del canibalismo

Introducción a la columna:

Si ver una película es como encontrar una chispa de luz en la oscuridad, entonces ver una película de suspenso es como mirar fijamente en la oscuridad de un abismo. Esta columna se enfoca en películas de suspenso latinoamericanas representativas desde el año 2000, las cuales pueden agruparse en las siguientes tres categorías:

1. Narrativas históricas reflexivas sobre el autoritarismo, como El secreto de sus ojos (Argentina, 2009) y El Conde (Chile, 2023).
2. Escrutinio del frenesí criminal contemporáneo, como La cara oculta (Colombia, 2011) y Nuevo orden (México, 2020).
3. Exploraciones artísticas que trascienden fronteras, como Bacurau (Brasil, 2019) y Trenque Lauquen (Argentina, 2022).

Bacurau: apocalipsis del canibalismo

En la década de 1950, Margaret Mead (1901-1978), una antropóloga estadounidense conocida como la madre de la Antropología, creía que el alucinógeno LSD podría liberar a la humanidad del ciclo de autodestrucción y violencia, y crear una nueva civilización en la Tierra. Hoy en día, algunas películas se comportan como alucinógenos. La película brasileña Bacurau, co-dirigida por Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles, es una de esas películas.

La película narra la historia de un remoto pueblo brasileño llamado Bacurau resistiendo a asesinos estadounidenses. Está dividida en cuatro segmentos: un funeral, una elección, asesinos estadounidenses y un enfrentamiento en el pequeño pueblo. Con su escenografía de naturaleza salvaje, drama rural y persecuciones aterradoras, emana una cautivadora atmósfera surrealista. Combina varios géneros y temas cinematográficos, incluyendo ciencia ficción, thriller, crimen, misterio, western, culto y explotación, mientras también encarna la cultura brasileña del espíritu caníbal.

Sertão

La película establece un espacio-tiempo donde el pasado, presente y futuro coexisten desde una perspectiva cósmica. La transición desde el espacio exterior, la Tierra hasta el pueblo de Bacurau se completa con un solo plano secuencia, acompañado de las suaves melodías de "Não Identificado" de la cantante brasileña de Tropicália, Gal Costa. Con una atmósfera nostálgica, la cámara desciende lentamente desde las nubes hacia el Sertão del noreste de Brasil, una región densa en historia colonial y de resistencia. Un camión de agua viaja a través de la naturaleza salvaje del hinterland, y el escenario temporal es en un "futuro cercano". En otras palabras, el camión proviene de las profundidades del tiempo y el espacio y se mueve hacia el futuro. El interior del país, que es un área árida con sequías alternas e lluvias torrenciales, representa la historia brasileña. Es tanto el útero que amamanta a Brasil como un laberinto que lo atrapa. Sin embargo, a diferencia de los matorrales espinosos en las películas del Cinema Novo o el semi-desierto en Estación central (Brasil, 1998), el interior del país rebosa de vitalidad.

En el auto viaja una mujer llamada Teresa y su conductor. Llegan a un pueblo matriarcal llamado Bacurau que recuerda al pueblo ficticio de Macondo en América Latina. El funeral de la abuela afrobrasileña de Teresa, quien también es la jefa, está en curso. El funeral simboliza una crisis ya que la jefa y Bacurau están al borde de la extinción. La letra del canto fúnebre entonado por el equipo de servicio fúnebre insinúa los horrores recurrentes en Bacurau: apariciones, maldiciones y pesadillas.

Luego, aparece el elenco. Tal vez solo en el cine brasileño podemos ver una diversidad tan rica de personajes: blancos, indígenas, negros, individuos mestizos de estas tres razas, homosexuales, transexuales, exhibicionistas, alcohólicos, fugitivos, prostitutas y trovadores. Bacurau es una utopía autónoma de alta heterogeneidad y diversidad, que el filósofo mexicano José Vasconcelos describió como "La raza cósmica". Filho llamó a Bacurau un "quilombo remezclado" (un asentamiento establecido por esclavos fugitivos), "una comunidad negra" y "un lugar histórico de resistencia".

Aunque Bacurau parece ser un pueblo latinoamericano al estilo de Macondo, los habitantes del pueblo no son individuos primitivos e ignorantes. Es un pueblo tecnológicamente modernizado donde su gente está familiarizada con el uso de teléfonos inteligentes y GPS, la información se propaga rápidamente y las multitudes se reúnen y dispersan rápidamente. No hay un único personaje principal en la película, y su narrativa subvierte la dictadura de las historias lideradas por protagonistas/héroes, desarrollándose de manera igualitaria, con un elenco de conjunto. Es una película centrada en Bacurau y los salvajes.

Salvajes

El segmento de la elección revela la paradoja de la democracia brasileña. Es un juego que involucra a los habitantes del pueblo, políticos, capitalismo y mercenarios estadounidenses donde los capitalistas blancos manipulan a los políticos, mientras que estos últimos contratan asesinos estadounidenses para masacrar a los habitantes del pueblo. Los habitantes del pueblo se enfrentan a tres fuerzas poderosas: capitalismo, poder y violencia. Es casi un juego cruel e imposible de ganar, convirtiendo la película misma en un manifiesto político.

Posteriormente, Bacurau se transforma en una película de thriller a medida que se desarrollan una serie de eventos espeluznantes. Objetos no identificados vuelan en el cielo, los camiones de agua están llenos de agujeros de bala, manadas de caballos corren por las calles a medianoche, Bacurau desaparece de los mapas satelitales, las señales de comunicación se interrumpen; ocurre una masacre en una granja cercana, y turistas aparecen en el pueblo en motocicletas.

Siguiendo a dos turistas en motocicletas y a un dron OVNI, vemos a un grupo de asesinos profesionales que parecen haber salido de películas estadounidenses. Dirigidos por un germano-estadounidense llamado Michael, cobran recompensas por cabeza. Describe a Bacurau como un "pueblo de porquería" y a los habitantes del pueblo como unos "malditos salvajes". Lo más interesante son las identidades de los asesinos: una niñera de Nueva York, un oficial correccional en una prisión estatal estadounidense, un empleado de recursos humanos en un supermercado y un hombre indefenso con un matrimonio fallido. También son personas marginadas del mundo mainstream, y la violencia es el alucinógeno para escapar de sus vidas llenas de fracasos.

El grupo de mercenarios armados lleva a cabo una masacre desquiciada, matando a inocentes habitantes del pueblo y llamándolos salvajes, sin duda una gran ironía. Los conflictos centrales en la película son los choques entre diferentes razas y civilizaciones, blancos y no blancos, nobles salvajes y personas modernas, así como entre la naturaleza salvaje y la modernidad.

Bacurau debe enfrentarse a una batalla sangrienta y brutal por la supervivencia. Cuando Michael lleva a sus hombres al pueblo, dice: "tengo documentos que prueban que no estamos aquí". Por lo tanto, es una batalla existencial, y una batalla entre espíritus, ovnis y lechuzas ("Bacurau" en portugués). El poeta brasileño Oswald de Andrade publicó el Manifiesto Antropófago en 1928, en el cual transformó humorísticamente la famosa cita de Shakespeare "To be, or not to be?" en "Tupi or not Tupi" para significar su postura sobre los indígenas. Los Tupí son indígenas brasileños al sur de la cuenca del Amazonas, que tienen la costumbre de practicar el canibalismo con los prisioneros de guerra. En el Manifiesto Antropófago, Andrade consideró al canibalismo como un símbolo del espíritu nacional brasileño, con los brasileños siendo una civilización única formada después de engullir las civilizaciones americana y europea. En la película, cuando los asesinos estadounidenses entran al pueblo, la secuencia de primeros planos de las bocas de los habitantes del pueblo ingiriendo alucinógenos es una expresión del espíritu del canibalismo.

En cada punto de inflexión en Bacurau, hay primeros planos de las bocas de los habitantes del pueblo ingiriendo alucinógenos: cuando Teresa entra al pueblo, su abuela está siendo enterrada y el enfrentamiento final está a punto de suceder. Cuando acecha el peligro, los habitantes del pueblo comienzan a practicar capoeira, un arte marcial similar a la danza originado por los esclavos africanos, y la música folclórica se cambia a música electrónica psicodélica. La combinación de un alucinógeno visual y auditivo sirve para aniquilar el miedo, desechar el odio e inculcar confianza en uno mismo.

Violencia

La parte final de la película se desarrolla desde la perspectiva de los asesinos, oponiéndose a los estadounidenses de una manera estética y caníbalmente estadounidense. La película hace referencia a las películas de horror del director estadounidense John Carpenter, a los westerns de Sergio Leone y al arte pulp. Lenguajes cinematográficos como CinemaScope, planos divididos, disoluciones y barridos combinan la historia del hinterland brasileño, la Guerra de Vietnam y las películas de Hollywood de la década de 1970, creando un estilo visual retro nostálgico. Dornelles dijo una vez que él y Filho aman las películas estadounidenses, pero "las referencias de Bacurau al cine estadounidense van más allá del simple homenaje: se utilizan hacia una aguda, paródica crítica de la cultura y política estadounidenses".

La película comienza y termina con un funeral. Como dijo Filho, en los westerns, "los vaqueros son los indios, y los indios son los vaqueros". En Bacurau, los asesinos son los habitantes del pueblo y los habitantes del pueblo son los asesinos. El espíritu del canibalismo radica en integrar la oposición binaria y los choques entre civilizaciones causados por la modernidad y estar conectado a un mundo de profecía.