Hay películas que uno busca el tiempo para verlas, sea por la duración o por algún estado mental que precisamos para conectar especialmente. Y después están las que no importa cuándo o en qué momento uno se topó con ella, simplemente no puede soltarlas.
Esta rara circunstancia se daba más seguido cuando mirábamos la televisión de aire o por cable (antes que el zapping de canales tranciosanara al streaming), que enganchábamos una película empezada y, en cualquier parte, nos la quedábamos mirando. Todos tenemos un puñado de estos ejemplos, pero a mí solo se me viene una a la cabeza.
“Día de Entrenamiento” (Antoine Fuqua, 2001) es una película que amo. No recuerdo que me haya impactado demasiado la primera vez que la vi, pero sí la estimé como un gran e intenso policial. Me parece que en ese entonces se habló muchísimo más de la soberbia actuación de Denzel Washington, por la que ganó el Oscar al Mejor Actor Protagónico, que de la película en sí, quizás por considerarla algo genérica.
Pero los años pasaron y gracias a la revisión, cruzándome con ella en el cable en distintos puntos del relato, comencé a ganarle un cariño como con ninguna otra película que puedo considerar más especiales. Es quizás porque debido a una trama que siempre avanza vertiginosamente, incluso en los momentos más calmos, toparse con ella es como subirse a un auto en movimiento.
Es una historia sobre la corrupción, sin dudas, pero también sobre la confianza y la moral. Acá es fundamental hablar de las actuaciones, porque lo que en el guion puede ser un film sobre un oficial novato, Jake Hoyt (Ethan Hawke) que es puesto a prueba durante un día por un condecorado policía, Alonzo Harris (Washington), en que las etiquetas de héroe y villano pueden ser puestas desde muy temprano, gracias al trabajo de ambos, la línea siempre es muy difusa. Excepto en el clímax, cuando todas las cartas están sobre la mesa.
Por eso, en este artículo de “Cosas que Amo”, puede que me enfoque más en detalles de las impresionantes labores de sus protagónicos que en aspectos cinematográficos (que los hay, bastantes, pero son más sutiles que otras películas que juegan más con la puesta en escena). Es una obra que se reposa en un riguroso guion para lucir dos intérpretes en absoluto dominio de sus facultades, retroalimentándose, logrando personajes plagados de matices. Sin dejar de lado los estupendos secundarios, más grandes o más chicos.
48 cosas que amo de Día de Entrenamiento
1. Primer plano de la película (sin contar el amanecer con el título de “Training Day”) y ya nos reciben con esta maravilla: nuestro protagonista abriendo los ojos justo cuando el reloj despertador está a segundos de sonar. Piensen cuánto nos dice del personaje. Profundamente dormido o no, entendemos que este día no será como cualquier otro. Lo está esperando. Un día comienza, literalmente.
2. Este sútil montaje en plano. ¿Qué quiere decir? Que sin cortes ofrece varios encuadres sustanciales. Jake apagando el despertador, levantándose, dándonos unos segundos de su rostro para enfocarnos en quién será la focalización del relato (nuestro punto de vista), voltéandose para ver que a su lado no hay nadie, luego un leve movimiento de cámara y vemos a su esposa amamantando a su bebé. Segundo plano de la película y nos están dando un montón de información importante para el personaje y, sobretodo, lo que está en juego para él.
3. El momento que su esposa atiende el teléfono y, sin escuchar quién está del otro lado o lo que le dice, podemos intuir que es alguien con gran carisma por cómo ella suelta una risa tímida. ¿Acaso se conocen? No, es Alonzo, no se conocen en absoluto, pero en esta pequeña acción podemos entender QUIÉN ES Alonzo. Gran presentación de un personaje fuera de campo.
4. El suspiro de Jake luego de cortar la comunicación con Alonso. Está cargándonos toda la tensión a nosotros. Todo lo que hace Hawke en esta película es brillante.
5. El golpecito en el cubículo que hace Jake para llamar la atención de Alonzo (que obviamente ni se inmuta). Los nervios, la timidez, la intimidación. Hawke es muy introvertido en su actuación, el contrapunto ideal de lo explosivo que será Washington.
6. Primera vez que vemos a Alonzo y lo primero que sale de su boca. Una orden y una invitación. Sin despegar los ojos de su diario. Autoridad, cordialidad, distancia. Piensen cuánto nos está diciendo del personaje con tan poco.
7. Jake declina la invitación y Alonzo sigue ignorándolo. Plano general. Podemos sentir los nervios. No hace falta un primer plano, con esto nos dice todo.
8. Ahora sí un primer plano que vale la pena. Jake no para de interrumpir y Alonzo por fin decide mirarlo a los ojos. Enfático: actor y cámara.
9. La sonrisa socarrona de Alonzo escuchando la anécdota de Jake. Un sello de Washington. ¿Lo usa siempre? Qué importa, acá funciona perfectamente.
10. Gran uso del montaje. Alonzo le ordena a Jake pagar la cuenta (hacía minutos dijo que él invitaba, un detalle tan fugaz que se nos pasa pensar lo garca que resulta ser), golpea la mesa y ¡PUM!, corte a los dos caminando por la calle. Es como si Alonzo tuviera control incluso del montaje, diciéndonos: lo que dice Alonzo, se cumple.
11. Estos dos planos anclados al auto mientras el fondo está en movimiento. En el auto de Alonzo sucederá gran parte de la película, ¿porqué no presentarlo como si fuera un escenario estático?
12. No le presten atención al subtítulo. Está diciendo “Hoy es el día de entrenamiento”. A veces no queda bien cuando un personaje es literal con el título de la película, pero acá Washington lo vende muy bien.
13. Este hermoso intercambio de miradas. Jake, obviamente sin siquiera saber lo que le espera o lo que Alonzo le hará pasar, ya quiere metérselo en el bolsillo. Alonzo, quien tiene mucha experiencia y ya vio muchos Jakes pasar, igual se sorprende con la determinación del muchacho.
14. La muletilla de Alonzo. Implacable como es, también es suceptible a los halagos.15. Esta sutil mirada de Jake a Alonzo cuando éste grita violentamente a unos adolescentes detenidos por comprar droga. ¿Es admiración o percibe cierto abuso del poder? No lo podemos asegurar, pero ya empieza a cocinarse algo.
16. Se tiene que fumar la droga él. Directo y amenazante. Después de todo, Alonzo es el superior. Esos momentos en que estar del punto de vista de Jake puede ser realmente incómodo.17. La risa burlona de Alonzo. Ya sabemos que no nos tiene que caer bien, pero Washington lo hace tan difícil.
18. La química entre Alonzo y Roger (Scott Glenn), su soplón, ex-compañero y actual narcotraficante. Ambos actores hacen creíble su amistad enseguida, auténtica pero también exagerada, como queriendo convencerse que se llevan bien (esto cobra importancia más adelante).
19. Este momentito de Roger parando el chiste que estaba contando para chequear su celular (que no había sonado ni nada). Simplemente para estar atento. Dudo que este detalle haya estado en el guion, es sencillamente un gran actor siendo espontáneo.20. Lo completamente drogado que está Jake.
21. Este guiño de Roger luego de decirle “si entiende ese chiste, entiende las calles”. ¿Qué quiso decir? No sé, pero le creo.22. Alonzo mirando lo más tranquilo como Jake se agarra a las trompadas con dos tipos que intentaban abusar de una chica. No lo ayuda, lo está midiendo.
23. Jake intentando hacerse pasar por uno que quiere comprar droga. No exitosamente, obviamente.24. ¡Snoop Dogg! No sé si el director quería que fuera creíble en el papel o que simplemente todos digamos “Ey, ¡Snoop Dogg!”.
25. Alonzo usando dos pistolas al mismo tiempo. No será la manera reglamentaria de usar sus armas, ¡o si está permitido usar ambas!, pero qué bien se ve.26. Este plano de Alonzo y Jake al lado de la autopista. Venían hablando en el auto y Alonzo le pide detenerse para hablar. ¿Por qué no podían seguir hablando adentro? Es que hay que detenerse, porque es un punto de quiebre. Antes de seguir camino, hay que ponerse de acuerdo. No hay retorno. Y además venía manejando Jake, ahora debe volver a tomar el volante Alonzo.
27. La presentación de estos tres personajes, superiores a Alonzo. Rostros que conocemos de mil películas. La manera que tiene el director de mostrarlos como próceres, intocables. Gente que hasta Alonzo debe respetar.
28. Jake nuevamente como un nene que tiene que esperar que el papá termine de hablar cosas de grandes.29. Los colegas de Alonzo, también policías, pero miren la pinta que tienen. ¡Qué confianza nos dan!
30. Este momento de Roger, resignado por la redada que le armó Alonzo para llevarse todo su dinero. Ahora está clarísimo: nunca fueron amigos.31. Otro error del subtítulo que traiciona la magia del guion. Alonzo le ofrece a Jake parte del dinero incautado. Jake lo niega porque solo acepta dinero limpio, el de su sueldo. Uno de los policías corruptos dice “Alguien NO se durmió en la clase de Ética”. ¡Es excelente!
32. Estas miradas de los policías cuando Jake se niega a recibir el dinero. ¿A quién trajo Alonzo? Este tipo está cavando sus tumbas o la de él mismo.
33. La oscuridad se cierne sobre Alonzo en el momento que le pide a Jake que asesine a Roger. Deben oscurecer el lugar para que no se vea desde el exterior, pero es una manera brillante de transmitir algo del personaje con el uso de la fotografía.
34. Otro uso inteligente de la cámara y el montaje. “Si quieres hacer el trabajo sucio, tienes que hacerlo tú” dice Alonzo justo antes de liquidar a Roger, y el plano va de su rostro a la escopeta. Sin cortes. Exactamente, él tiene que hacer el trabajo sucio.
35. La naturalidad con la que se manejan los otros policías luego de que alguie fue asesinado a sangre fría. Definitivamente no es la primera vez que hacen el trabajo sucio. Escalofriante.
36. La mirada de Jake a Alonzo, sin ningún tipo de admiración o duda. Se ha cruzado una línea.
37. Alonzo intentando convencer a Jake por enésima vez que lo que le está pasando es normal. Él ya lo vivió. Incluso después de todo lo que le hizo pasar, piensa que es capaz de convencerlo. Hasta parece que nos está queriendo convencer a nosotros, ¿no?
38. Ufff, quienes vieron la película, ya saben lo que es esta escena. Me pongo tenso de solo recordarla. ¡Qué bien elegidos estos actores secundarios!
39. Jake siendo arrastrado hacia el baño, dónde planean asesinarlo. La cámara “pegada” a él para acentuar lo indefensos que estamos.
40. Esta súplica de Jake siempre me parte el alma. El pánico, por favor.
41. La expresión de Jake luego de salvarse de que le volaran la cabeza. Podemos sentir el corazón en la garganta.
42. La miradita de Smiley (Cliff Curtis) como diciendo “está todo bien, ¿no?”. Es decir “te dejamos vivir, policía, dejanos vivir a nosotros”. Un acuerdo pero también, por qué no, una advertencia. Curtis es uno de esos actores camaleónicos que siempre está bien en el papel, grande o chico, que le toque.
43. Podríamos haber ido a Jake directamente llegando a lo de Alonzo, pero amo este breve momento en el colectivo, porque remarca que además de ser un policía, es un ciudadano común. Otra manera de subrayar la moralidad de la película.
44. El “aplausito” de Alonzo cuando llega Jake y su fallido intento de convencerlo de que “era todo una prueba”. ¡Ja! Ni nosotros se lo creemos, pero es genial ver cómo Alonzo piensa que capaz le salga.
45. Lo tremenda y sórdida que es la pelea final entre Jake y Alonzo. Los golpes realmente se sienten.
46. El movimiento de muñeca de Washington para mirar la hora.
47. Un momento de comedia involuntario, o no, pero es genial el berrinche de Alonzo luego de que Jake le dispara por la retaguardia.
48. Y para cerrar, Washington puro. Uno de los mejores actores del Cine.
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