Clarice y Hannibal: Un lazo único.

Spoilers

"Vení a dormir conmigo: no haremos el amor, él nos hará." - Julio Cortázar

Llegar hasta el teclado es, a veces, una colorida aventura entre mordiscos inesperados, decididos lengüetazos, evitando el enérgico estiramiento de la piel de mis pechos, en su infructuoso intento por eliminar feroces pulgas inventadas.

Ante esta confesión de amor inapelable, me rindo por completo.

Y me pregunto si no es acaso el amor una especie de rendición. No en el sentido de derrota. Más bien, cierta remoción de las barreras que construimos alrededor de nosotros mismos en una entrega a la vulnerabilidad y conexión con el otro.

Justamente, se centra en el amor la charla de hoy. Te propongo una mirada acerca del amor platónico en el cine, explorando en “El Silencio de los Inocentes” (1991) la relación entre Clarice Starling y el Dr. Hannibal Lecter. Su director es Jonathan Demme , quien también dirigió otra galardonada película en 1993 como lo fue Philadelphia. Caracterizado por utilizar primeros planos intensos crea una sensación de intimidad y tensión. El enfoque en los detalles y la atmósfera nos sumergen en una claustrofobia y peligro inminente.

La dirección de Demme permite que las actuaciones de Jodie Foster y Anthony Hopkins brillen, creando una dinámica imborrable entre sus personajes.

Te cuento en primera instancia de que va la peli, aunque seguramente ya la hayas visto: sigue a la agente del FBI en formación, Clarice Starling (Jodie Foster), mientras busca la ayuda del encarcelado Dr. Hannibal Lecter (Anthony Hopkins), un psiquiatra y asesino serial caníbal, de talento inusual, para capturar a otro asesino en serie conocido como Buffalo Bill (Ted Levine), un psicópata que arranca la piel de sus víctimas después de matarlas.

Es una adaptación de la novela homónima de Thomas Harris y se ha convertido en un clásico del cine de terror y thriller psicológico. El film ha obtenido cinco Óscar: mejor película, mejor director, mejor actor, mejor actriz y mejor guion adaptado.

La película nos muestra la naturaleza del mal a través de Buffalo Bill y Hannibal Lecter. Mientras que Buffalo Bill es presentado como un villano sin redención, Hannibal es un personaje más complejo, capaz de actos de extrema violencia, pero también de una inteligencia y sofisticación excepcionales.

Por otro lado, Clarice Starling enfrenta el sexismo en su entorno laboral, siendo una de las pocas mujeres en un campo dominado por hombres. Su afán por ser tomada en serio y la determinación para demostrar su valía son cuestiones centrales en este film.

La relación entre Clarice y Hannibal está marcada por la manipulación. Hannibal utiliza su conocimiento psicológico para influir en Clarice, mientras que ella intenta obtener información crucial para resolver el caso de Buffalo Bill. Si consideramos a Hannibal Lecter como un “ángel caído” en un sentido metafórico, podríamos decir que Clarice Starling representa lo opuesto: una figura de iluminación y justicia.

A lo largo de sus conversaciones con Hannibal, se revela el trasfondo humilde de Clarice y su lucha por superar la vergüenza asociada a su origen. Hannibal utiliza esta información para profundizar su control sobre ella, pero también para entenderla mejor.

Desde su primer encuentro, Clarice y Hannibal, sienten una profunda admiración y respeto mutuos. Hannibal valora la inteligencia, la determinación y la integridad de Clarice, mientras que ella reconoce la brillantez y la complejidad de Hannibal. Este respeto mutuo es una base sólida para un amor platónico, donde la conexión se basa en la admiración de las cualidades del otro y en lo vedado a otras miradas que no sean las de los propios protagonistas. Hay una captación del ser que trasciende el plano terrenal para elevarse a la maravilla del misterio que encierra todo lazo de amor.

¿Nunca te despertaste digamos, a las cuatro y pico de la mañana con la sensación de que “esa persona especial” está también pensando en vos? Alrededor de las siete treinta chequeaste el celular, y “ese” anhelado mensaje está ahí como prueba irrefutable del misterio encarnado en ciertos vínculos casi mágicos.

Eso mismo ocurre en este intercambio intelectual, emocional y profundo. Hannibal desafía a Clarice a enfrentar sus propios miedos y traumas, mientras que ella le ofrece una perspectiva de humanidad y empatía que él parece haber perdido. Este tipo de conexión va más allá de lo físico y se centra en el crecimiento y la comprensión recíproca.

Clarice puede ser vista como una figura de redención para Hannibal. Aunque no se convierte en una redentora en el sentido tradicional, su presencia e interacción con él sugieren que incluso en la oscuridad más profunda, hay un rayo de luz y esperanza.

La relación entre ellos está cargada de una ambigüedad emocional que puede interpretarse de diversas maneras, pero no podemos negar que, si bien no es un amor romántico en el sentido convencional, hay una conexión espiritual que trasciende lo terrenal.

Hannibal Lecter es un personaje complejo y oscuro, mientras que Clarice es una agente del FBI que lucha por hacer el bien y resolver casos difíciles. Nos encontramos ante una mezcla de fascinación y repulsión, con Clarice intentando comprender y descubrir a Hannibal, mientras él la ve como una mente digna de su atención.

“El Silencio de los Inocentes” es una obra maestra del thriller psicológico que combina una narrativa tensa con actuaciones excepcionales y una dirección magistral.

La exploración de temas como la naturaleza del mal, el sexismo, la manipulación y la clase social añade profundidad a la historia, haciendo de esta película una experiencia cinematográfica rica y compleja. La relación especialísima entre Clarice y Hannibal vista desde la perspectiva del amor platónico otorga una capa adicional de inmersión y fascinación a la narrativa. Y tal vez, un aroma de rendición.

Valoro tu opinión. Te espero en los comentarios.

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