Recientemente he tenido la oportunidad de disfrutar de una de esas películas que merecen ser vistas en pantalla grande. El “Cine Doré” (el cine más bonito en el que he tenido la oportunidad de estar) está realizando un ciclo sobre la filmografía del gran Brian De Palma. Dentro de lo que se denominada como el “Nuevo Hollywood”, De Palma no es uno de los que más reconocimiento haya recibido por parte de la industria, a diferencia de colegas de él como Scorsese, Spielberg o Coppola. Siempre transitó entre diferentes géneros cinematográficos, sin llegar a ser nunca parte del núcleo principal de Hollywood. Tampoco es que pretendiera serlo, dado a que De Palma siempre hizo lo que le dio la gana, con una libertad fuera de toda duda.
Tampoco cabe ninguna duda que ha sido uno de los directores de su generación más virtuosos a nivel técnico, y los que más ha primado la imagen ante todo en sus películas; tan arraigado a esa idea como su gran referente Alfred Hitchcock. Y de ahí que muchos de los realizadores coetáneos de su época, le tuvieran como a un “padre” al que seguir los pasos. Hoy voy a hablar de la que probablemente sea la mejor película de Brian De Palma, y no, no es Scarface (1983), es Carlito's Way (1993); adaptación de la novela “After Hours” de Edwin Torres, aunque se utilizó el nombre de otra novela suya para evitar malentendidos con la película realizada por Martin Scorsese de 1985.
Escena de Carlito's Way (1993), de Brian De Palma
Carlito's Way (1993) no es solo la mejor película de Brian De Palma (que ya es mucho decir), también es una de los grandes thrillers que ha dado el cine en su historia; una oda crepuscular y grandilocuente del propio género, que más de treinta años después sigue manteniéndose vigente. Además, tuve la suerte de verla en 35mm y la experiencia fue más catártica aún si cabe. Es una película de mafia, sí, pero ante todo es una película existencialista.
La película está protagonizada por un increíble Al Pacino, que venía de haber ganado el Oscar a Mejor Actor por Esencia de mujer (1992) un año antes, y que en esta trabajó con actores de la talla de Penelope Ann Miller, Sean Penn, Luis Guzmán o Viggo Mortensen, entre otros. Carlito's Way (1993) se encuentra disponible para su visionado en España, a través de la plataforma de streaming de Filmin. Desconozco donde se puede encontrar disponible en las distintas partes de Latinoamérica, por lo que, si alguien lo sabe, le agradecería enormemente que lo dejara en la caja de los comentarios.
Una película devastadora
Es un auténtico reto hablar de una película tan icónica como Carlito's Way (1993), de la que se ha escrito todo lo habido y por haber sobre ella, pero intentaré conducir la crítica por lo personal (como hago siempre), para intentar no redundar en lo mismo de siempre. Esta cinta me apasiona especialmente y eso que no soy especialmente fanático de género thriller/noir, pero se me hace ineludible el no verme reflejado (quiero pensar como la mayoría de nosotros) con ciertas condiciones humanas que se ven reflejadas en la figura del personaje de Pacino.
Me fascina, pero me deja bastante roto. Es por ello que no puedo verla muy seguidamente, al igual que me pasa con películas como Melancolía (2011) de Lars Von Trier. Siempre me ha parecido una de las películas más tristes que he visto, porque dentro de que sabemos que el final que le depara al personaje no es luminoso, la historia no deja ni un minúsculo poso de esperanza del que agarrarte.

Sean Penn y Al Pacino en Carlito's Way (1993), de Brian De Palma
Durante más de dos horas vemos a un hombre intentando romper con todo aquello que le hizo acabar en prisión (física y metafóricamente), y siendo incapaz de esquivar su pasado. Es una película que se considera por algunos como una continuación o la cual sirve como espejo de Scarface (1983), pero creo que aquí no se queda en una superficie histriónica y superflua del mundo de la mafia, sino que vemos el viaje de un hombre hacia la verdadera libertad, aquella que no te brinda la salida de la cárcel.
Entremezcla varios géneros, dotando a la película y especialmente al personaje de Carlitos de una complejidad tremendamente interesante. La amistad con el abogado interpretado por Sen Penn, la historia de amor con el personaje que interpreta Penelope Ann Miller, la gente del pasado que vuelve a presentarse en su vida… Todos son el resultado del hombre que vemos en pantalla. Uno con unos principios muy marcados, con sus sueños, sus virtudes y sus defectos, que le hacen actuar de la manera en que lo hace para bien o para mal.
El prodigioso efectismo
Muchos a la hora de criticar y tirar por tierra el estilo de De Palma, aluden siempre a lo mismo: A que siempre intentó parecerse continuamente, tanto a nivel formal como en las historias que trataba en sus películas a Hitchcock, y a que siempre buscaban unos efectismos visuales muy aparatosos. Obviamente, considero que ambas afirmaciones son erróneas y que son fruto de una simpleza atroz, no porque yo sepa más o porque a esas personas no les entusiasme el cine de De Palma, sino porque dejan entrever que ni tan siquiera se han parado a analizar con detenimiento el porqué de ciertas decisiones a nivel de estilo del director norteamericano.

Penelope Ann Miller y Al Pacino en Carlito's Way (1993), de Brian De Palma
Nadie en la historia acaba teniendo la carrera de De Palma emulando a otros grandes cineastas como Hitchcock, pero sí los que, desde esas referencias, consiguen alzarse con una voz genuina y diferencial que ofrezcan algo nuevo al mundo. El amor por el cine de De Palma siempre se destaca con notoriedad y en Carlito's Way (1993) lo vemos recurrentemente, pero siempre consiguiendo ser personal y único en su acabado final. Y, por otro lado, más que estar ante un director que construye secuencias aparatosas y demasiado efectistas, estamos ante uno que siempre busca la manera más fluida de la que partir. De Palma, en ese sentido, es como un director de orquestra que llena de brío cada imagen que brinda al espectador. No hay más que ver la secuencia final en la estación de tren en Carlito's Way (1993). A ver quién sería capaz de hacer algo tan formidable y tan lleno de sentido dentro de la historia.
Conclusión:
Carlito's Way (1993) nos recuerda lo fatídico de la existencia humana, en la que ineludiblemente el destino aguarda al final de la esquina. Un thriller crepuscular, impregnado de un estilo visual portentoso, donde De Palma construye un visionado lleno de fluidez y brío. Es una película en la que De Palma consiguió un acabado más preciso y estilizado, sin perder esa libertad de la que nunca se desprendió a lo largo de toda su carrera.
Al Pacino está especialmente bien, no apareciendo especialmente histriónico como en otros papeles suyos. Penelope Ann Miller también destaca con su actuación, elevando la película en lo que se refiere a todo el entramado amoroso que comparte junto a Pacino. Una película que contiene infinidad de momentos imborrables del cine de principios de los noventa, resaltando la persecución final en la estación de tren. En definitiva, una película que a pesar de contar ya con más de treinta años desde que se estrenase, sigue estando totalmente vigente. Tan bella como desoladora. Si os gusta un buen thriller, Carlito's Way (1993) es de esas películas de obligado visionado, que además cuenta con un trasfondo existencialista la mar de interesante. Un film para grandes corazones como el de De Palma.
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