Twister: El placer de disfrutarla como la primera vez

¿Recuerdas lo que hacías en el año 1996? A quienes crecimos en esa década, voy a dedicarles esta reseña. Y aun si no perteneces a mi generación, creo que sabrás a qué me refiero cuando te hable acerca de lo que significó para la nuestra.

Sin duda, Twister (Tornado) fue y seguirá siendo una de mis favoritas de todos los tiempos.

Fue una pieza cinematográfica que tuvo un cóctel de ingredientes que contribuyeron a sellar un rotundo éxito y que trascendió generaciones de cinéfilos: efectos especiales novedosos que revolucionaron el género del cine catástrofe, un talentoso reparto (entre ellos, dos actores que más tarde ganarían un Oscar - Helen Hunt apenas un año después y Phillip Seymour Hoffman por ‘Capote’), una atrapante y emocionante historia de cazadores de tormentas, una premisa sencilla pero lo suficientemente atrapante como para no despegar la vista de la pantalla en sus casi 2 horas de duración.

Pero, ¿por qué te la recomendaría con tanta emoción?

Para contestarte apropiadamente, viaja al pasado conmigo por un momento e imagina la escena: tienes 5-10 años, estás sentado en el living de tu casa mientras ves esa impactante película que te cautiva desde el momento en que ves el tráiler, escenas de acción (que a cualquier niño le fascinan) que se graban en tu retina, una inolvidable banda sonora, música de fondo que te hace vivir cada aventura y te incita a escapar de tu casa a vivir experiencias igual de emocionantes, una historia que te inspira a desear perseguir tormentas cuando crezcas; creo en este último punto que si la película te hizo querer imitar a tus héroes en la vida real, ya cumplió su cometido.

Ahora sí, vuelve al presente. Estás en tu casa, día de lluvia, con un gran bote de palomitas (o como se llamen en tu país) y te recuestas dispuesto a volver a disfrutar del cine catástrofe (aunque sin tanto morbo ni muertes como algunas de sus predecesoras). Sabes que volverás a deleitarte como aquella primera vez, no porque la película sea especialmente intrincada de trama o con personajes bien desarrollados, sino por el mero placer de volver a revivir tu infancia.

Te sorprende descubrir que aun a tus 30 te siguen fascinando tanto perseguir y fotografiar tormentas como de contemplar estos misteriosos e hipnotizantes fenómenos naturales.

Disfrutas de recrear cada diálogo y cada plano de las tormentas, te sorprendes al descubrir que Phillip Seymour Hoffman terminaría siendo tan talentoso en papeles mucho más serios, contrastando bastante al personaje gracioso que interpretó aquí.

Te crea nostalgia ver a Bill Paxton (difunto en 2017) en su época más prolífica y reconocida de su carrera.

Twister es de esas películas que disfrutas solo o acompañado por igual, y que seguirás disfrutando por muchos años más; es una incombustible cinta que recomiendas a cada persona que comparta tu afición por el buen cine, un cine cada vez más difícil de encontrar.

Esta película ha significado todo eso y más para un humilde aficionado a las historias que marcan una era; sigue representando un guiño al pasado.

La perfecta definición de confort, volver a lo que conoces, a tu lugar favorito en el baúl de los recuerdos.

¡Que la vuelvas a disfrutar como la primera vez!