En Pauline Carr de Rain Man (1988), observa astutamente, "Rain Man es como Dustin Hoffman tarda dos horas y once minutos en tocar una sola nota en el piano". La actuación de Hoffman, que desde entonces se ha convertido en un punto de referencia icónico, sigue siendo incomparable y verdaderamente notable. Sin embargo, Carl plantea una pregunta intrigante sobre Raymond, el personaje interpretado por Hoffman: ¿sería una representación de una persona autista real tan unilateral como se muestra en la película? Es una noción que invita a la reflexión que vale la pena considerar.
A pesar de la imponente presencia de Hoffman, es importante recordar que él no es el personaje central de la película. Charlie,El hermano menor de Raymond interpretado por Tom Cruise , asume un papel más importante en el desarrollo de la trama. La película comienza con las luchas de Charlie para administrar un negocio en quiebra, solo para enterarse del fallecimiento de su padre separado. En un giro sorprendente, descubre que el patrimonio de su padre, valorado en más de 3 millones de dólares, está designado exclusivamente para Raymond. Sin saber de la existencia de su hermano, Charlie recurre al secuestro de Raymond, con la esperanza de negociar una parte de la herencia.

Rain Man encarna inequívocamente la estética de finales de la década de 1980, con su distintivo Hans Zimmer banda sonora y cinematografía bañada por el sol. Aunque es posible que sus temas y actuaciones no hayan dominado las conversaciones en los últimos 15 años, sigue siendo un trabajo ilustre, atribuido en gran parte a las actuaciones excepcionales de sus dos actores principales.
La película se desvía de las convenciones narrativas tradicionales y opta por una serie de encuentros episódicos entre Charlie y Raymond durante su viaje por carretera (ya que Raymond se niega a volar debido a su miedo a los accidentes aéreos, con una excepción: una familia australiana en particular). ,que van desde la extraña habilidad de Raymond para recordar los números de la guía telefónica hasta su inesperada repetición del número de teléfono de una camarera, resuenan con el público, incluso aquellos que no están familiarizados con la película. Sin embargo, el corazón de la historia no radica en los turbulentos encuentros entre Charlie y Raymond, sino en su crecimiento emocional, lo que nos mantiene cautivados en todo momento.

Aunque Charlie inicialmente encarna una personalidad arrogante, la actuación de Cruise permite una profundidad intrigante más allá de las apariencias superficiales. Su interpretación captura vívidamente la transformación de Charlie de un individuo egocéntrico a un caballero compasivo. Hoffmann, por otro lado,sigue siendo un profesional consumado, dando vida a Raymond sin problemas. Si bien Carl encuentra fallas en la interpretación de Hoffman, considerándola demasiado excéntrica, es evidente que Hoffman invirtió un esfuerzo meticuloso en su interpretación, incluso si los detalles detrás de escena siguen siendo desconocidos.
Mientras Rain Man Puede que no necesariamente garantice el título de Mejor Película en los Oscar, sin duda se destaca como una excelente producción. El impacto perdurable de las actuaciones de Cruise y Hoffman resuena profundamente, proyectando una sombra sobre todos los demás directores de finales de la década de 1980, un testimonio de su influencia perdurable en el cine.
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