
Escrito por Cristian L. Pires
Viernes 23 de febrero de 2024
Oscar Romero un obispo conservador es repentinamente nombrado arzobispo en medio de un clima de violencia, represión y descontento popular en el Salvador, cuando su nuevo estado pontificio le pone en medio de esfera política cínica, discriminadora y criminal, quienes vieron en el un pasivo aliado, terminarían encontrando un férreo opositor. Dirigida por John Duigan, Romero se estreno el 25 de agosto de 1989 y aunque fue un fracaso de taquilla que no logro recuperar su costo de producción, la historia del padre Romero si logro cosechar muy buenas criticas de la prensa especializada que elogio la actuación de Raul Julia en el rol protagonista.
Crudo y atrapante, el estoico viaje del cura Romero se retrata en un filme que no solo esta bien hecho sino que oficia de un doloroso recordatorio de como el odio y la violencia puede infiltrarse en todos lados. Esta adaptación intenta recapitular hechos como el asesinato indiscriminado de curas y el accionar de la guerrilla izquierdista de frente al gobierno militar de ultra derecha Salvadoreño sin embargo con todo este complejo contexto de fondo sorpresivamente el filme logra una imparcialidad en lo que a estos dos lados antagónicos corresponde. Esta radiografía de como funciona la complicidad de la iglesia con los gobiernos latinoamericanos es la espina dorsal de esta experiencia. Sin embargo, con esto dicho, la película lejos de desbancar a la religión cristiana, cuestiona las instituciones y a los hombres en situaciones de poder que ejercen con cinismo en contra de los que dicen defender, tengan sotana o fusiles. Irónicamente la figura del padre Romero en la piel del majestuoso Raul Julia si algo logra es renovar la fe, la fe en el otro y en la verdadera solidaridad, mostrándonos un protagonista atrapado en la realidad de un país y un sistema que cuestiona su fe y principios constantemente, la lucha que este hombre debe soportar es… el mensaje de la película.

Siendo un poder magnético nato Julia es el centro de toda esta propuesta y su rol que entra y sale de lo que este hombre labro como su estilo, nos entrega por momentos una actuación mas resguardada y tranquila… es por eso que cuando Raul el actor de teatro aparece para dar una linea, un grito de frustración o de indignación es imposible no compenetrarnos con lo que esta pasando. Siendo esta una película biográfica con personajes reales y también ficticios, un poco de contexto podría ayudar a comprender, no la historia sino la importancia de las elecciones tomadas al momento de representar al padre y convicciones personales ya que como toda figura importante durante su vida y después de su muerte, Romero fue un punto de polémica y cierta parte de la sociedad siempre lo considero un aliado de la guerrilla marxista, una de las misiones de este filme fue aparentemente, limpiar al arzobispo de todos estos tintes políticos poniendo el foco así en su labor como símbolo de un pueblo, siendo la voz de los que no tenían voz, escenas como las de la tortura al padre Osuna o el secuestro de empresarios correspondían a crear el retrato de una sociedad derrumbándose en una escalada sin fin de violencia.
¡Les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios, cese a la Represión!
Cinematograficamente hablando, todo esto permite contar una historia mas entretenida donde la tensión se alimenta constantemente y la emoción recae en seguir a un protagonista que a cada momento tiene una misión mas clara, construyendo de menor a mayor algo por lo que la audiencia puede apostar, en este tipo de filmes algunas cosas se hacen inevitablemente predecibles después de un punto, sin embargo este filme lejos de tapar ese agujero, simplemente se limita a terminar de forma correcta un desarrollo extremadamente bien construido, donde para el final el alienado de la clase poderosa se convierte en el campeón de los pobres y al final en un mártir que lucho por no luchar. La escena donde el arzobispo se enfrenta a los militares para dar la misa de la eucaristía debe ser uno de los mejores momentos, no solo las actuaciones y la chocante brutalidad de la escena con un soldado destruyendo una figura de cristo a tiros, si no por que refleja la llamada búsqueda de la dignidad que se menciona al final de la cinta. Cuando el cura es pateado en el piso y humillado por querer levantar las ostias del piso, una simbologia muy particular toma lugar de alguna forma queriendo emular el sufrimiento de jesucristo en su camino a la cruz, este momento sutil pero muy bien logrado es merito de un gran director que encuentra en su plato fuerte el juego con las imagenes duras.

Realista o no, ese no seria el caso… lo que importa de historias como esta es que tanto están comprometidas a contar una realidad de forma sincera, esta cinta tiene la fuerza de hablar con contundencia de un pasado que no le es indiferente a nadie que haya vivido en latino américa, sin detenerse en solo criticar credos o políticas nacionales, Romero es la historia de un país a través de un hombre común que al final de cuentas eligió el camino de la paz cuando la paz parecía no ser una opción, por todo esto y mas recomiendo este filme 100%
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