La sombra de una duda. Sobre Jurado Nº 2 (Clint Eastwood, 2024)

Los primeros quince minutos de Jurado Nº 2 (2024), la última película de Clint Eastwood, son extraordinarios. Con notable poder de síntesis, asistimos a un esquema narrativo y moral que representa lo mejor que nos haya dado el veterano director en años. Una serie de gráficos con la imagen de la justicia se continúan con el primer plano de una joven vendada. Por unos segundos, no sabemos de qué va la situación ni en qué molde genérico debemos acomodarnos. Inmediatamente, la tensión cede el paso a una zona de confort: el marido (Nicholas Hoult) le ha preparado una sorpresa, se ha encargado de decorar la habitación para la beba que está por nacer. A continuación, una pequeña fiesta refuerza una canónica idea de felicidad que parece atravesar a familias en pequeños lugares aparentemente idílicos. Sin embargo, hay algo en el rostro de Justin Kemp que no termina de cerrar, un dejo de tristeza o melancolía. En una escena posterior a la fiesta, en la cocina, una citación para jurado ampliará la información sobre el contexto de la pareja. Ahora, el joven intentará excusarse para no verse obligado a cumplir con esa obligación ciudadana. Cuando llega a la corte, se cruza accidentalmente con la fiscal del caso y candidata en las próximas elecciones (Toni Collette), a la cual le alcanza un celular que se le cayó al bajar del auto. Todo detalle es importante en las películas de Eastwood, un realizador que concibe sus tramas a partir de la información visual, respondiendo a una tradición que ya parece obsoleta en el presente, con excepción de algunos pocos nombres. De modo tal, que ese primer encuentro sólo es el prólogo a dos destinos que inevitablemente deberán cruzarse. Una vez en el juicio, en el que se acusa a un hombre de haber asesinado a su pareja luego de discutir en un bar llamado El escondite de Rowdy, apenas unos flashbacks develan que Justin estuvo en ese lugar, intentó vencer la tentación de tomar (es alcohólico en recuperación) y cuando regresaba a su hogar chocó a algo o alguien. Con estos datos, su aparente carácter inocente de futuro padre feliz queda pulverizado de inmediato. Eastwood, además, vuelve a introducir uno de sus temas predilectos: un hombre envuelto en circunstancias extraordinarias (los fantasmas de Alfred Hitchcock y Fritz Lang sobrevuelan todo el tiempo) puede pasar en un santiamén de la tranquilidad al tormento. Entonces asoma nuevamente una de las tensiones más interesantes en su cine, a saber, de qué modo las convicciones políticas republicanas se abren en la ficción a una dimensión con matices más ricos, como si se tratara de un campo donde colisionan las figuras del anarquista/paria/rebelde con las del patriota. Justin intenta sostener un modelo de conducta que se corresponde con el deber ser buen esposo y padre de familia, sin embargo, el curso de los hechos pondrá en crisis el secreto que lo condena, el silencio que lo envuelve cada vez más en un dilema moral.

Image description

Una de las certezas que siempre ha tenido Eastwood (aun con sus altibajos y contradicciones) es que una cosa es la realidad y otra la mirada que se tiene sobre la misma. En este sentido, la película nunca busca someterse a la cronología ordenada de los hechos, a enfocarse en la reconstrucción del acontecimiento como podría hacerla un noticiero. Lo que prevalecen son los bordes y las consecuencias morales para quienes están implicados de manera directa o por accidente. Esto le permite introducir una dimensión humanista que excede la ideología propiamente dicha y el propio sistema judicial en este caso, absolutamente vulnerable en tanto y en cuanto intenta responder al emblema de “la justicia es ciega”, pero ofrece una cantidad numerosa de errores. En 1997, Eastwood filmaba Poder absoluto desde el punto de vista de un ladrón profesional y artista que se enfrentaba a la maquinaria política para deschavar al presidente de la nación. El título mismo de la película aludía a un viejo aforismo inglés del siglo XIX que refiere cómo el poder absoluto corrompe absolutamente. En otra gran película, Crimen verdadero (1999), Steve es un periodista políticamente incorrecto al que no le importan las dos instituciones que el propio Eastwood sostiene en su vida pública, el patriarcado con tinte religioso y la justicia republicana. Tiene que cubrir un caso de pena de muerte, pero su olfato le indica que el ciudadano (negro) acusado es inocente. De repente, el tipo se obsesiona con ello y va hasta las últimas consecuencias. Es más, en una escena extraordinaria, se lo dice, le confiesa que él está ahí porque huele que es inocente, que no le importa” una mierda su religión, su vida o lo que sea”. La causa humana es más importante que una institución o que una convicción ideológica. En El caso de Richard Jewell (2019), el personaje de Sam Rockwell despierta de su abulia profesional cuando le llega la posibilidad de enfrentar a un fraude. No es el amor ni el cariño lo que lo ata a Richard. En principio, cierto interés por formar parte del virtual éxito editorial de su historia. Luego, la obligación ética de que la impunidad del poder no se salga con la suya. Eastwood lo tiene en claro: se puede ser republicano pero no un pelotudo funcional. Así lo hizo saber en varias películas, y sobre todo en La mula (2018). La ética humanista está por encima de las instituciones, que siempre son perfectibles. Y en la ficción siempre las cosas se abren a un abismo más interesante, incluso la ideología. Algo de esto se replica en Jurado Nº 2 pero ya no de modo tan cristalino. El personaje de Toni Colette, más allá de su labor como fiscal, intuye que algo no está bien. Su dilema moral será entonces conciliar el éxito en ese teatro de máscaras que es el juicio y la intuición de que es muy factible que haya habido una equivocación con la sentencia de culpabilidad. La mujer de Justin también accede a su porción de torta de verdad, sin embargo, le es prácticamente imposible asumir el rol de su marido y echar por tierra la estructura familiar. El propio Justin está toda la película invadido por la sombra de una duda acerca de su injerencia en la muerte de la chica. Como en la tragedia Edipo rey de Sófocles, la verdad deviene en mitades. En el cúmulo de versiones, también hay integrantes del jurado que buscan la verdad con sus propios métodos, por fuera del papel que deben cumplir. En este sentido, el personaje de J.K. Simmons, un ex detective, es determinante porque encuentra en su función de jurado la posibilidad de continuar con un trabajo del que se ha jubilado. También él, como otros, adopta una máscara, esconde secretos y esto pone en jaque al propio sistema.

Image description

La secuencia final es de antología. Cuando parece que los protagonistas descansarán en los laureles del éxito (familiar y profesional), basta un golpe en la puerta y dos miradas que se clavan entre sí. No hacen falta las palabras. A los grandes cineastas no les hacen falta las palabras para potenciar el peso dramático de una escena. En ese encuentro está todo, incluso una cierta metafísica que excede el formato de película con marco jurídico, porque lo que surge allí es una dimensión moral y humana que está por encima de todo. Dentro de un mundo imperfecto, nada es tan claro bajo el sol, por supuesto. Sin embargo, la salvación nunca es individual de modo exclusivo o absoluto En este caso, el futuro lo completan los espectadores.

0 Light Points

Ilumina y aumenta su visibilidad — ¡sé el primero!

Comentarios 9
Tendencias
Novedades
User-1284637630
User-1284637630
 · 13/12/2024
La tengo agendada a partir del 20 de este mes en MAX
1
Responder
User-lubrunori
User-lubrunori
 · 10/12/2024
Interesante análisis. Dan ganas de ver la película. Gracias!
1
Responder
Alberto Azcueta
Alberto Azcueta
 · 10/12/2024
Muy buena reseña. Voy a ver la película
1
Responder
Carlos CSC
Carlos CSC
 · 10/12/2024
La vi anoche. Buena película, sólida y seria, con un gran final. Buena reseña.
1
Responder
Susuliter
Susuliter
 · 10/12/2024
Excelente análisis! Te sigo
1
Responder
PABLO JAVIER PURUCHET
PABLO JAVIER PURUCHET
 · 10/12/2024
Qué buen análisis y excelente punto de vista
1
Responder
Rodrigo Etchegaray
Rodrigo Etchegaray
 · 09/12/2024
Excelente !!
1
Responder
Ver comentarios ocultos