Los personajes y el planeta

Especificado el carácter simbólico del planeta y de su trayectoria hacia la Tierra, es preciso analizar la relación que los personajes establecen con él. Si bien en un primer momento se podría entender que las reacciones de los personajes frente a Melancholia son efecto de una catástrofe inminente; es su carácter representativo lo que vuelve a la obra interesante.
Si continuamos con la aseveración que el planeta Melancholia es una representación de la depresión, entonces las relaciones que se forman con éste son las maneras de cómo las personas pueden llegar a reaccionar frente a esta enfermedad.
A medida que el planeta se acerca a la Tierra, tres personajes específicos demuestras de manera clara su posición frente a este hecho.
Justine:
Ha caído ya en un estado depresivo, que pareciera aumentar a medida que el planeta se acerca. La situación de Justine es la caída del ser humano dentro de los síntomas depresivos, y la completa falta de interés en enfrentarse a ellos. Justine se rinde frente a su enfermedad y vive un proceso de asimilación con ella, hasta comprender que forma parte de su naturaleza como ser humano.
Los síntomas de Justine sufre la vuelven cada vez más cercana al planeta. Sentimiento de desesperanza, falta de contacto humano, pérdida de interés en ella como persona. Pero es más correcto afirmar que esta cercanía al planeta es una aceptación de su propio cuadro psicológico, su sometimiento a los síntomas, la inevitabilidad de la llegada y el mantenimiento de los mismos.
En esta parte existe una discrepancia entre la teoría que propongo y lo que la película muestra en su primera parte. Dentro del matrimonio, Justine se ve enfrentada a la mala relación de sus padres que se atacan constantemente; dejando en claro la compleja composición familiar en la que creció. Además se muestran los problemas con su jefe y el poco entendimiento con su hermana.
Es posible, de un punto de vista médico, que estar rodeada de estas situaciones provoquen en Justine un cuadro depresivo, como también es posible entender que es su propia personalidad “melancólica” la que provoca, no todos, pero si la mayoría de estas complejas situaciones.
El hacer esta distinción requeriría de un nivel de análisis psicológico del personaje que debería realizar alguien entrenado en la psicología y la psiquiatría. Antes de dar una tesis cerrada sobre este punto, es preferible, según mi punto de vista, dejar la arista abierta para interpretaciones posteriores que el lector pudiera querer hacer.
Panofsky, en su ensayo, dice explícitamente los cuidados a tener al momento de realizar este tipo de análisis. “Sea cual fuere el nivel sobre el cual nos situemos, nuestras identificaciones y nuestras interpretaciones dependerán de nuestro bagaje subjetivo, y justamente por tal razón deberán ser rectificadas y corregidas por una investigación acerca de los procesos históricos cuya suma constituye lo que puede llamarse tradición”. (3)
En este caso, más que procesos históricos, podríamos llamarlo definiciones médicas de los síntomas del personaje.
Si bien en la película no se habla específicamente de suicidio, el total sometimiento de Justine a la catástrofe podría entenderse como una entrega a la enfermedad y al destino fatal que ésta le depara; la muerte.
La depresión endógena, según el “Psych Central de los EE.UU”, lleva continuamente a los pacientes al suicidio, más que en caso de depresión por agentes externos (4)
Específicamente en la segunda parte de la película, Justine sufre un proceso de alienación con el resto de los seres humanos, asegurando que la raza es maligna y que el planeta Melancholia ha sido enviado para destruir toda la vida en la Tierra, ““The earth is evil and nobody is gonna to miss her”(5). Pero existe otra interpretación a esta frase; y es que Justine habla de si misma y no de la Tierra. El impacto del planeta contra la Tierra, y su total destrucción será el fin de la vida de Justine, abandonada de toda esperanza y entregada al suicidio, convencida que nadie va a sentir su partida. Entonces la historia se presenta como el irremediable camino de un depresivo hacia el suicidio, y las reacciones de aquellos que lo rodean.
Claire y John:
Claire, la herma de Justine es quien emprende la lucha más feroz para salvarla, o para retrasar un final inminente.
Claire ha temido a la amenaza de Melncholia desde el inicio. Es ella la que toma la posición más fuerte contra el planeta, advirtiendo del peligro, negándose a creer en su inofensiva presencia.
Como contraparte de Justine, Claire muestra tanto una aceptación del peligro de la depresión que invade a su hermana, como una negación a su derrota contra ésta.
Pero la figura de Claire funciona en relación con John, su marido. Ambos completan la imagen de estabilidad y normalidad esperada en un ser humano. Poseedores de una situación económica acomodada, de un matrimonio sólido y de un hijo, reclaman ante lo dispersa de la existencia de Justine.
Si Claire es aquella que trata de apoyar a su hermana en sus momentos de más agonía psicológica, John mantiene una postura ajena, acusatoria y de total reprobación.
Es posible, que la acción de quitarse la vida por parte de John no sea tan literal, y ejemplifique la simple decisión de no enfrentar la enfermedad, alejarse del problema de la manera más rápida y limpia posible, sabiendo el irremediable final.
Ante la certeza que Justine atentará contra su vida, que su suicidio es inminente, el alejamiento por parte de los que la rodean pareciera ser un acto esperable.
La actitud de John frente a la enfermedad es establecida desde el incido de la película. En el matrimonio de Justine, decide echar a la madre de ésta a la calle por sus actitudes poco empáticas, para luego reconocer que no es la primera vez que lo hace. La madre de Justine y Justine misma parecieran ser el mismo personaje, sólo que en episodios de tiempo distintos.
Prólogo
En términos de contenido y referencias a otras obras, es el prólogo de la película el que entrega más material de análisis. Consistente en siete minutos de película, grabada en alta definición, que muestra a Justine, Claire y Leo en distintas situaciones previas al choque de ambos planetas.
La música:

Todo este episodio de la obra contiene el prólogo de la opera Tristán e Isolda de Wagner. Si bien las obras de Wagner son usadas en muchas piezas cinematográficas por su fuerza, puede establecerse otra conexión de contenidos entre ambas.
En la versión de Josep Belier del “Romance de Tristán e Isolda”, el nacimiento de Tristán es descrito de esta manera: Hijo, ¡cuánto he deseado verte! ¡Eres la más hermosa criatura que nunca mujer llevó en su seno! Triste te he traído al mundo, triste es la primera fiesta que puedo hacerte, por tí siento tristeza de morir. Y como has llegado al mundo en medio de la tristeza, tu nombre será Tristán. (6)
La referencia de Von Trier con la obra de Wagner es otra manera de hablar de la Tristeza pero específicamente sobre la predestinación, en este caso atada al nombre de un niño al momento de nacer.
Esta predestinación a la tristeza desde el nacimiento, puede ser aplicada al personaje de Justine reafirmando que sufre de Depresión Endógena, de carácter hereditario y provocado por un desbalance químico en su cerebro.
Pero también es interesante seguir la conexión de los nombres como objeto de la predestinación. Si podemos entender a Tristán como predestinado por su nombre a una vida de sufrimiento, Justine correría con el mismo destino. En una entrevista dada al sitio Indiwere, Von Trier reconoce que el nombre del personaje principal de la cinta está basado en la protagonista de la obra del Márquez de Sade Justine ou les Malheurs de la vertu (Justin o los infortunios de la virtud), que relata los devenires de Justine, mujer condenada al sufrimiento que le impone la sociedad debido a su extrema virtud (7)
Al nacer en un matrimonio incompatible, bajo la sombra de su hermana símbolo de normalidad, y con una enfermedad psicológica que puede desencadenarse en cualquier momento, Justine estaba predestinada a sufrir como sufre Justin en el Márquez de Sade, castigada por una sociedad que no comprende ni acepta su manera de actuar, y la deja a un costado del camino al no poder encajar en el paradigma en el que se desenvuelve.
La pintura:

Dentro del mismo prólogo es reconocible una pintura. Los Cazadores en la Nieve. Una obra del pintor flamenco Pieter Brueghel el Viejo. Buscando usos de la misma obra, encontramos la película de 1972 Solaris del director ruso Andrei Tarkovsky.
Coincidentemente esta película también trata sobre un planeta desconocido, Solaris, que es orbitado por una misión espacial, cuyos tripulantes comienza a verse afectados psicológicamente por él. Cada uno de los participantes de la misión espacial ve apariciones de personas que habían ya muerto en la Tierra. Descubren que estas apariciones son originadas por ondas electromagnéticas provocadas por Solaris.
Al final de la película, uno de los cosmonautas decide quedarse en el planeta, donde puede reencontrase con aquellos que había perdido en su vida terrestre.
Según el compositor Eduard Artemyev, que trabajaba con Tarkovsky, la presencia de esta pintura era una manera de empoderar al cine como un arte respetable y conectado con las disciplinas clásicas (8). Por su parte, es posible plantear que Von Trier repitiera la misma pintura con la idea de llamar la atención a “Solaris”; especialmente a la utilización de un cuerpo celeste, un planeta, como metáfora de elementos de la psicología humana que se manifiestan de forma repentina, y con las cuales sus protagonistas están obligados a lidiar.
En el Caso de Solaris, es el recuerdo y el dolor de aquellos que han muerto y el difícil proceso de duelo que se sufre. En el caso de Melancholia, es el padecimiento de la depresión, y la manera en cómo es enfrentada por aquellos que rodean al enfermo.
Tercer Nivel: Interpretación iconológica

Según el modelo de Panofsky, para una correcta interpretación de los contenidos en un tercer nivel, es necesario tener muy en cuenta el factor humano del artista y el paradigma en que se desarrollaba al momento de crear la obra, “ … esta se aprende investigando aquellos principios subyacentes que ponen de relieve la mentalidad básica de una nación, de una época, de una clase social, de una creencia religiosa o filosófica, matizada por una personalidad y condensada en una obra”. (9)
Hasta el momento, se ha planteado en este ensayo las conexiones entre la película de Von Trier y elementos psicológicos, ya sea la depresión, como referencias a otras obras que tratan temas similares.
Pero centrándose en el artista, existen características de Von Trier que, al aplicarlas al análisis, cierran el circulo sobre la tesis de Melancholia como una gran referencia a episodios depresivos.
En el caso de este tipo de análisis, cuando el autor de la obra aún vive y puede referirse a su trabajo, es mi opinión, que se debe mantener cierta distancia de este material. Basarse sólo en las declaraciones del artista puede cerrar muchos espacios de análisis.
Además, puede dejar fuera del análisis efectos que Panofsky rescata como Iconología “el descubrimiento y la interpretación de estos valores “simbólicos” (que con frecuencia ignora el propio artista y que incluso puede ser que difieran de los que deliberadamente intentaba este expresar) constituye el objeto de lo que podemos llamar “iconología” en contraposición a la iconografía” (10)
Pero en el cao de este análisis, ciertas declaraciones del artista sirven para entender su momento anímico y psicológico al crear la obra.
Este estado se traspasa al receptor a través de los símbolos que ya hemos analizados, pero se hace necesario identificarlos para llegar a la fuente de inspiración de una obra como ésta.
Una vez establecidos estos elementos personales, es posible entender la obra no solo como una película, sino como un intento de conexión de un artista afligido psicológicamente con un público ajeno a su sufrimiento.
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