
La novela “Das Boot” (1973) de Gunther-Lothar Buchheim, “El submarino” o El barco” (dependiendo de la traducción), nos sumerge en las propias experiencias del autor en como corresponsal de guerra en una de las patrullas en el submarino U-96 al mando del legendario Teniente Capitan, Heinrich Lehmann-Willembrock de la Kriegsmarine (Literalmente Marina de guerra) alemana.

La historia nos lleva de patrulla dentro de un submarino a la caza de convoyes de barcos aliados que navegaban por el Océano Atlántico durante la Segundas Guerra Mundial.
Dentro de la embarcación vamos conociendo la rutina del mismo, carga de torpedos, ejercicios de inmersión, ordenes de ataque, cargas de profundidad explotando sobre sus cabezas, la constante humedad, la comida en mal estado, la imposibilidad del aseo personal en la que los tripulantes que deben combatir no solo al enemigo sino al aburrimiento y la claustrofobia.

El filme fue dirigido por Wolfgang Petersen en 1981 y conto con la colaboración del mismísimo Lothar Gunther Buchheim en la escritura del guion y con el asesoramiento técnico de Lehmann-Willembrock. La película conto con tres versiones, la proyectada en cines de aproximadamente 150 minutos, la versión “director’s cut” de 208 minutos y la “Uncut versión”( que se transformo en serie) de 300 minutos, siendo esta última, la versión que mas se asemeja a la novela.
La novela se destaca por su increíble capacidad para transmitirle al lector una atmosfera claustrofóbica y la tensión constante vivida por la tripulación. En la misma se puede percibir el frio dentro de ese gran tubo de acero, la humedad, la suciedad, los olores, el temor, la claustrofobia, la falta de oxigeno, y sobre todo, la sensación permanente de que algo terrible esta por ocurrir.
El filme toma esto y lo convierte en una experiencia cinematográfica total haciendo uso de las imágenes y la banda sonora, logrando un gran realismo.
las tomas en el interior fueron rodadas en una escenografía utilizando las medidas reales del interior del navío y se les prohibió a los actores que se expusieran al sol
para lograr una palidez realista en sus rostro y por supuesto, tampoco se podían afeitar. La atmosfera desde la banda sonora genera tensión a partir de sonidos reales que se oyen dentro de un submarino verdadero lo cual lo hace más aterrador aún.
Tanto el escritor como el director pone al espectador dentro del submarino que no vuelve a salir del mismo hasta la breve escala en Vigo, España. Son pocas las tomas del submarino desde el exterior, generando en el espectador esa sensación abrumadora de encierro que viven los personajes.
Los tripulantes del submarino son personajes complejos, van más allá de los héroes o villanos arquetípicos. Cada uno tiene su historia, sus miedos y sus motivaciones, lo que los hace mas identificables con el espectador/lector, se explora la relación entre ellos, sus vulnerabilidades, sus dilemas morales , la inquietud por sus seres queridos en la patria y su relación con el submarino que se por momentos parece cobrar vida y tomar protagonismo como un personaje más.
Buchheim y Petersen evitan la glorificación de la guerra y ejercen una fuerte critica hacia la guerra y el inútil sacrificio de vidas, no es presentada como un conflicto bélico heroico sino como una experiencia devastadora que destruye al ser humano “aun habiendo escapado de sus bombas” como relata Erich Maria Remarque en su extraordinaria novela “Sin Novedad en el Frente” .
La novela tomo gran relevancia a partir del estreno de la película la cual en principio no conformo del todo a Buchheim quien la considero muy superficial y comercial, no obstante, transformó en el film alemán mas taquillero y costoso hasta el momento. Considero que ambas obras conviven entre si y se complementan entre si, lo visual y auditivo del filme le agrega una dimensión mas a la obra literaria que enriquece la experiencia del lector/espectador.

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